CAPÍTULO 13 || TRAICIÓN PARTE 1

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Años atrás...

Nathalie 

— ¡Nathalie!.

Doy media vuelta cuando escucho mi nombre detrás, visualizo frente mía a la Señora Agreste con una sonrisa de oreja a oreja, pone sus manos sobre mis hombros.

— ¿Necesita algo, Señora Agreste? —pregunto con mi voz neutral y a la vez, sin ninguna expresión en mi rostro. Hace un puchero.

— Deja las formalidades conmigo. Solo dime Amelia.

— Entiendo Seño... —por unos instantes, puedo sentir una mirada asesina por su parte. Aclaro mi garganta— Amelia. —vuelve a sonreír.

— Por cierto, ¿Y Gabriel?. —pregunta mientras da un vistazo a su alrededor.

— En una reunión con unos ejecutivos canadienses y norteamericanos para negociar los diseños de las siguientes temporadas.

— Nathalie, ¿Cuando fue la última vez que te relajaste? —pregunta a lo que me lleva a la confusión. ¿Habla de vacacionar?. — tu silencio lo tomare como un no. Hoy será día de chicas —y sin dejarme responder, me jala del brazo llevándome quien sabe a donde.

[...]

— Si, Si. Gaby, solo secuestre a tu secretaria por hoy, se que podrás arreglarte las. Te amo. —lanza un beso al celular para después colgar la llamada.

Después de haberme sacado de mi trabajo, me había llevado al centro comercial y a pesar que me negué en que me comprara ropa, lo hizo. Ahora nos encontramos en una cafetería, cada quien con la orden que pedimos.

— Debería estar trabajando en estos instantes —comento mientras alzó mi taza para darle un sorbo mi capuchino.

— El trabajo no es todo, Nathalie. En ma vida, tenemos que disfrutar de las cosas hermosas que nos rodean.

— Pero lastimosamente, estamos en la sociedad que nos inculcaron a trabajar. Para obtener algo o querer ir hacia un lugar, cuesta dinero, y para obtenerlo, hay que trabajar. Queramos o no. Pero, creo que usted no lo comprendía. —ella frunce el ceño.

— ¿Por que crees eso?.

— Lo más probable, es que usted halla nacido ya con riquezas. —sincero. Pero ella empieza a soltar una leve risa.

— Nací con una familia disfuncional. Mi padre era adicto a las apuestas mientras que mi madre tenía doble empleo para que alcanzará para los gastos. Cuando mi madre supo de su adicción, con dolor y llanto saco a mi padre de nuestras vidas. Tuve que trabajar también para dar algo de dinero a mi hogar. Nunca pase de hambre ni si quiera mi madre, incluso en los días que teníamos pagar las enormes deudas que dejo mi padre, ya que, mi vecino, mi mejor amigo y confidente, Tom; nos daba comida. Después de un tiempo volvió aparecer mi padre, vi como se arrodilló aferrándose a las piernas de mi madre en busca de nuestro perdón, diciéndonos que superó su adicción ante las apuestas ,que era un hombre nuevo. Ahora, tengo a mis padres unidos otra vez como eran desde un inicio.

— ¿Por qué me cuenta todo esto?.

— Para demostrarte el que me halla casado con alguien famoso y millonario, no significa que yo deba ser igual. Soy como tú, alguien que nació en un hogar humilde que a pesar haberse casado con un millonario, conserva sus principios. —responde— jamás juzgues un libro por su portada. —asiento apenada— sin contar que eres lo mas cercano a una amiga, ya que, mi mejor amigo esta creo que en su luna de miel. —hace un puchero mientras yo sonrío de un lado. — ¡Sonreíste! ¡Por fin! Y yo creyendo que eres igual de piedra como Gabriel.

Nuestro Mejor Error [Cancelada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora