One-Shots (Percy Jackson)

"Malcolm Pace"

Pedido por: _GrextDO

Mi mano tamborileaba inquieta en la mesa del comedor mientras mis ojos recorrían las letras del grueso libro de historia antigua que leía con el ceño fruncido al no entender ni la mitad de lo que leía. Los minutos pasaban y las paginas leídas también, pero casi nada se me quedaba grabado, suspiro rendida y cierro el libro de un sopetón.

- Esto es inútil – digo a la nada y dejo caer mi cabeza sobre la tapa vieja del libro.

- ¿Qué es inútil? – la voz de Annabeth llega a mis oídos, pero no soy capaz de levantar la cabeza.

- Esto – levanto la mano y hago un ademan. Su risa es suave.

- Pues explícame porque no entiendo – rendida levanto la cabeza y la miro triste.

- Por mas que intento leer para tener algo de que conversar con él y no parecer tonta no puedo – un puchero se forma en mis labios – esto no es lo mío – digo apuntando el libro grueso y viejo que hay sobre la mesa.

- Te dije que no tienes que leer para que el te note, eso no es necesario – algo en su mirada gris me llama la atención, pero no lo descifro – ¿Por qué no vas al taller esta tarde y te relajas haciendo uno de esos jarrones que tan bien se te dan? Quiero poner uno con flores coloridas y recién cortadas en mi cabaña, pero no tengo uno... - asiento con una pequeña sonrisa.

- No te preocupes, hoy pensaba ir de todas formas – ella asiente y después de unas palabras más se retira llevándose el libro grueso que leía antes de que ella llegara.

Termino mi desayuno y salgo disparada del comedor al notar la mirada de cierto rubio dueño de mis locas ideas justo cuando lo admiraba por unos minutos.

***

Abro la puerta de mi refugio llamado también taller de artesanías por los demás campistas. Es un pequeño cuarto que fue creado por los campistas iguales a mí, que son amantes de la artesanía. Unas mesas distribuidas con los materiales necesarios para quedarte toda la tarde y crear tus propios diseños.

Levanto las cejas extrañada al ver el poco desorden que hay sobre la mesa que esta justo al lado de la que ocupo regularmente, por no decir todos los días, aunque esta semana no visité el taller por estar tratando de leer el bendito libro que ni siquiera comprendí. Lo que hago por ti Malcolm...

Sin darle mayor importancia, pero notando lo que la persona antes había estado elaborando veo gran talento, me siento en el toco y empiezo mi labor tan ya conocida por mis manos.

Mis pensamientos son reemplazados por ideas y diseños para el jarrón que poco a poco va tomando forma entre mis manos, el barro frio se siente perfecto entre mis dedos y sin perder la concentración me dejo llevar...

No me doy cuenta de la presencia de otra persona en el taller, hasta que esta tropieza con el mueble cerca de la puerta ocasionado ruido, del susto dejo caer el pincel con el que decoraba el jarrón y me le quedo mirando a la persona que tiene la cabeza gacha, el cabello rubio y la contextura del campista delata quien es...

- Malcolm... - por el silencio que hay dentro del taller se escucha perfectamente su nombre, el levanta la cabeza sonrojado y me regala una de sus preciosas sonrisas.

- Hola Grace – me escanea con esos ojos grises perfectos que adoro tanto – lamento haberte asustado y... déjame recoger esto – con rapidez levanta unos bocetos del suelo que cayeron a causa del tropezón que se dio y se apresura a levantar mi pincel, al incorporarse para dármelo quedamos bastante cerca.