Entre Almas.

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"El dolor nos hace aprender, también nos hará sufrir pero no seríamos quien somos sin un poco de sufrimiento de por medio."

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Una joven castaña camino rápidamente a el lugar mas obscuro y solitario que encontró, comenzó a llorar, lloro todo lo que sus ojos le permitieron, lloro hasta que su alma quedo vacía y su cabeza comenzó a doler pero no podía hacer nada para evitarlo, había perdido al ser que mas amaba, su luz, su confidente, su querida abuela. Ellas como todos habían tenido altibajos pero realmente se querían, se querían más de lo que el mundo podía comprender, algunos tíos y primos no lo aceptaban siempre murmuraban que ella era la favorita e incluso decían cosas hirientes para verla deprimida, ellos se habían molestado porque su querida abuela había dejado toda su herencia a ella pero ella realmente no quería el dinero ella quería a su abuela de vuelta. Había mandado literalmente a la mierda a toda bola de hipócritas interesados, su abuela se había ido ¿tenían que discutir por el maldito dinero justo ahora? Suspiro frustrada mientras caminaba lentamente a un gran puente que había en ese lugar y simplemente se sentó tratando de dejar sus preocupaciones mientras lo único que se escuchaba eran sus sollozos los cuales cada vez se hacían más intensos, sintió que alguien la miraba pero eso ni siquiera le preocupó sentía demasiado dolor en su alma que ni siquiera le importo quien se escondía en la obscuridad.....

-Hola -Escucho una pequeña y ronca voz sacándola de sus pensamientos haciendo que diera un pequeño brinco por el susto- porque lloras ?- Volvió a escuchar, levanto lentamente la vista viendo un largo cabello color plateado

—No estaba llorando— Trato de mentir pero claramente las lágrimas la delataban.

—Bien chica que no estaba llorando... Deberías ir a tu casa, ya es noche y es peligroso— sonrió sentándose a lado de la castaña la cual seguía con la mirada en el piso.

—Si te soy sincera... En estos momentos noo me importa si me pasa algo— Trato de aguantar pero no pudo dejando que un sollozo se le escapase al final.

—Vamos realmente este lugar es muy peligroso por favor vete de aquí— Trato de convencerla bastante nerviosa mientras miraba a un lado y a otro, como si temiera de alguien o como si alguien la acechara— Chica realmente no se porque lloras pero todo estará mejor.....

—Mi abuela murió ! Nada estará mejor— Interrumpió desesperada pero callo rápidamente al ver como la desconocida quedaba petrificada mirando el piso—Y-yo lo siento... No quise insultarte o algo así, me iré a casa, disculpame— Hizo una pequeña reverencia, se levantó— Me debo ir— Comenzó a caminar pero se detuvo y volteo notando que la extraña aún la miraba con curiosidad— Me puedes llamar Solar—Dio una pequeña sonrisa mientras hacia nuevamente una reverencia.

— dime Moonbyul— Contestó sonriendo un poco, haciendo doler el corazón de Solar la cual se dio la vuelta caminando a su hogar repitiendo múltiples veces que por lo menos su día no había sido tan malo, a pesar de la ausencia de su querida abuela sabia que ahora tendría a un ángel que la estaría protegiendo desde en cielo y que nunca la abandonaría, limpio sus lágrimas. Sabia que al entrar tendría una larga charla con sus padres por haber huido de el funeral de su abuela pero si ella la iba a ir a visitar seria sola o con alguien a quien le tenga demasiada confianza, no estaría ahí si seguían esas personas falsas que se hacían llamar "familia" aunque siendo sinceros ella no confiaba en nadie, solo confiaba en su abuela y en ella misma volvió a suspirar derrotada frente a la puerta de su casa tomo un poco de valentia y entro, como lo sospechaba sus padres estaban ahí, sentados en la mesa, esperándola con un semblante deprimente.

—Lamento haberme ido— Rápidamente hizo una reverencia tratando de librarse de ese pequeño problema que había causado pero la voz de su madre la hizo detenerse.

—YongSun...— Escucho esa voz quebrada haciendola detenerse y cerrar los ojos con fuerza, no quería volver a llorar.

—Madre— La interrumpió un poco molesta, estaba estresada y deprimida lo único que quería era encerrarse en su cuarto y no salir jamás- si es sobre la herencia yo no quiero ese dinero y....

—No es eso— La interrumpió ahora su madre con voz tranquila— El abogado de tu abuela me dijo que dejo esto para ti— Dijo entregandole un sobre color rosa, su favorito— El abogado me dijo que era una carta que escribió tu abuela justo antes de morir, ese día en el hospital... La escribió para ti— Hablo mientras le entregaba la carta cuidadosamente, mientras su pequeña hija la tomaba con manos temblorosas y ojos llorosos.

—Me iré a mi cuarto— Volvió a hacer una reverencia y subió rápidamente dejando el sobre en su mueble de noche. En esos momentos realmente no se sentía preparada para leer la carta que le escribió su abuela, tenia miedo y curiosidad pero el temor la venció negando la a abrir el sobre, solo quería dormir en esos momentos, sus ojos estaban bastantes cansados para llorar aun mas.