(7) LA DAMA DIFUNTA

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Me encuentro desesperado, con varias velas iluminando mi pequeña cabaña, evitando así ser arrastrado al reino de la oscuridad el cual es puerta hacia el hogar de todos los espíritus y seres astrales que tú y la gente ignora, pero yo sé perfectamen...

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Me encuentro desesperado, con varias velas iluminando mi pequeña cabaña, evitando así ser arrastrado al reino de la oscuridad el cual es puerta hacia el hogar de todos los espíritus y seres astrales que tú y la gente ignora, pero yo sé perfectamente la verdad, sé que ellos existen pues los veo todas las noches asomándose por mi ventana, intentando de tal manera divisar mis actos y la forma con la que hábilmente ignoro y a la vez me defiendo de su fastidiosa presencia, contemplando la culpa que me destruye ante el mas reciente crimen que cometí.

Campanas tintinean con angustia, dando a mi alrededor un ambiente lúgubre que recuerda al filo impaciente de la muerte que complace a cada sádico demente, como yo, que no soy mas que otro vulgar criminal aturdido, arrepentido y a veces orgulloso por cada gota de sangre joven que hace un largo número de días derramé.

Sentí por instantes una vez más, la sangre de aquella dama virginal aun escurriendo por mis pálidas manos mientras invocaba una horda de espectros a mi conveniencia por medio de mi querida y desgastada Ouija, ante cada vez que mis dedos se deslizaban lentamente marcando letras, indicándome así que seguía manteniendo contacto con estos seres. Recordé entonces como es que hace un par de semanas anteriores a esta, a ella la enterré justo detrás de una antigua iglesia corrompida y apunto de derrumbarse al paso de las décadas, confieso que la asesiné, pero claro no sin antes realizarle mil cortes con una navaja.

Estuve ingenuamente seguro de que ella no regresaría pues ahora pertenecia al aposento de los espíritus donde todo es intangible y nunca nadie igual de bondadoso e inocente que ella se ha atrevido jamas venir desde el más allá para atormentarme.

No obstante, continúe jugando, claro, si es que acaso se le puede considerar de tal manera al ritual que estaba realizando, y pregunté sumergido en la concentración absoluta deseando aclarar mis dudas y acomodar mis pensamientos vagos.

¿Quién eres tú?

No tardé en recibir una respuesta, la cual me resultó simplemente perturbadora hasta un punto casi melancólico.

T U P E N U L T I M A V I C T I M A

Tales palabras me sorprendieron al ser complejas y a un así, el ente logró decírmelas sin siquiera mostrar esfuerzo, entonces procedí a preguntar nuevamente con el fin de desaparecer todo rastro de mi incertidumbre acerca del fascinante ser con el que me encontraba conversando. Quise que fuera mas específico conmigo y descubrir si era verdad que era quien afirmaba ser, a lo que le dije.

¿Cómo te llamas?

Pero esta vez no hubo contestación, decidí intentarlo de nuevo al pasar unos minutos, y dije nuevamente.

¿Cuál es tu nombre?

La situación se repitió, asi que despues de largo rato sin obtener respuesta volvi a la misma pregunta. Fue cuando la entidad me respondió algo sin sentido, o que simplemente no tenía que ver con lo que estábamos hablando en un principio, pues contestó lo que nunca habría pasado por mi imaginación.

 HISTORIAS DE TERROR de EDUARDO09, 2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora