Capítulo 5

4.7K 514 382
                                    

Freddy:

Esa voz.
Se me hacia demasiado familiar.

Oh, no...

¿Por qué él?
¿Por qué en este momento?

—¿Freddy?

—¿G-Golden?... — dije mientras le quedaba mirando unos segundos, sinceramente, no me esperaba encontrarme con él por aquí.

—Si... ¿Qué haces aquí?

¿Por qué se hace el idiota?
Sabe bien que esta mañana nos vimos en el instituto.

—Oh, sólo... Iba a la tienda, mi madre me mandó a comprar algunas cosas.

—No llevas ni una semana aquí, ¿piensas ir tú solo? —se acercó un poco a mi, pero yo retrocedí.

—Y... ¿qué haces tú aquí? — cuestioné, ignorando completamente su anterior pregunta.

—Sólo... Iba a visitar a un amigo. Por cierto, no sabía que vivías por aquí, ¿cuándo llegaste a la ciudad? — comenzó a caminar, así que le seguí el paso.

—Llevo como 4 días aquí — di una pequeña sonrisa. —Y pues si... Vivo por aquí, bueno, es lo mejor que mi madre pudo conseguir para facilitar la ida a su trabajo, y...

—¿Por qué no me avisaste que te mudarías aquí?, pude haber conseguido una casa, o bien, podrías quedarte en la mansión — me interrumpió.

Simplemente me limité a mirarle a los ojos, arqueando una ceja, dando a entender mi confusión.

—¿Y crees que voy a confiar en ti después de lo que paso, idiota? — las palabras salieron automáticamente de mi boca, cuando me di cuenta, ya era tarde, Golden no se veía muy feliz.

—Si lo sé, y lo siento, ¿de acuerdo? Te lo he dicho un millón de veces.

—¿Un millón de veces? Es la primera vez que me pides disculpas por eso, ¿sabes? — dije, haciendo que el rodara los ojos.

—¡Eres un mentiroso! Te pedí disculpas varias veces, otra cosa es que te seas un idiota que no quería escucharme.

—¿Mentiroso? ¡EL MENTIROSO ERES TÚ, MALDITO RUBIO OXIGENADO!

Fue demasiado rápido, en unos segundos sentí un gran impacto en mi mejilla, ardía, demasiado.

—Cuida lo que dices — dijo, quería sonar molesto, pero no le salía.

Puse mi mano en mi mejilla, ocultando esta.

Si, será mejor que me detenga...

Espera, ¡NO!.
¿Qué estoy pensando?
No me quedaré así.

—¿Por qué? ¿Acaso temes que te diga tus verdades?... — cuestioné de manera retadora... O al menos así parecía.

—Agh... Venga, Freddy. Lo siento, basta, ¿si?

—Si, era cierto, nunca me amaste, ¿tan estúpido fui para pensar eso? Parece ser que si.

—¿Freddy? — me miró fijamente a los ojos, algo confundido. —¿De que hablas? Yo si te amab...

—"Amaba" tiempo pasado, si, yo igual. Pero ya no, lo siento, creo que... Nunca lo hice, al igual que tú.

—¡Agh! ¿por qué eres así? ¡Deja de mentir!... — se acercó de nuevo a mi, parecía que su paciencia se estaba comenzando a ir a la mierda.

—Oh... ¿ahora yo soy el mentiroso?

—¡MIERDA, YA CALLATE! — Levantó nuevamente su mano.

𝗔𝗣𝗨𝗘𝗦𝗧𝗔 | frededdy. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora