Narrador omnisciente:
Aquel castaño que tanto conocemos, se encontraba ido, disfrutando la cercanía de su contrario.
El único sonido que podía escucharse, era el de sus labios chocar constantemente, ese sonido que reinaba, entre aquel gran silencio.Fred, siguió con aquellos besos demandantes, mientras que comenzaba a invadir la camiseta del castaño.
Freddy, se levantó rápidamente y se separó un momento de los labios del azabache.—Aquí no. . . — susurró entre los labios de Fred, lo que provocó que éste soltara una pequeña risa.
Parecía ser que tenía al castaño de su parte y estaba más que dispuesto.
Freddy lo tomó rápidamente de las mejillas, y volvió a juntar sus labios con los de Fred.
El contrario se limitó a seguir el beso y a pasar sus manos en la cintura del castaño, acercándolo más a él.Freddy fue caminando poco a poco directo al sofá, esto ocasionó que Fred fuera retrocediendo, pero claro, todo, sin separarse de los labios ajenos.
Era cuestión de dar unos pasos más, sólo unos miserables pasos más, para que Fred cayera contra el sofá. Y así sucedió.
El azabache atrajo a Freddy, para que de sentara arriba de él, y Freddy, sin pensarlo dos veces, obedeció.
Ambos se separaron en busca de aire, Fred, observó detenidamente a Freddy.
Observó detalladamente su hermoso rostro; esos preciosos ojos azules que al mar tanto le recordaban, esos sedosos cabellos castaños, sus perfectas facciones, y esos labios que poco a poco, lo volvían loco, acababan con él de una manera rápida.
¿Qué era esto?
¿Qué era esto que sentía en su pecho?
Esos besos provocaban que su corazón latiera a más no poder, tanto que llegaba amenazante con salirse de su pecho.
Pero no sólo por los besos; con tan sólo ver a Freddy, comenzaba a sentirse extraño.
¿Por qué?
Esa era la típica pregunta que se hacía el azabache a si mismo.Volvió a la realidad, recordando que tenía al castaño encima de él.
Lo miró fijamente a los ojos, pensando detenidamente sus palabras.—Freddy. . . — murmuró entre los finos labios del castaño. Se mantuvo callado un momento, pero no tardó demasiado en volver a hablar. —Te amo. . .~
Freddy sintió su corazón latir fuertemente, al escuchar esas palabras salir del azabache.
—Yo. . . También te amo. . .
Al de tez pálida, comenzaba a entrarle escalofríos, pero claro, no por el frío, no para nada. Si no por el castaño, quien se encontraba en una posición muy comprometedora.
Freddy dio una leve sonrisa, esa sonrisa que tanto le gusta a Fred.
Su mirada, fue dirigida a aquellos finos labios del azabache y en un impulso, éstos ya se encontraban entrelazados formando así, un beso.Fred corresponde rápidamente, poniendo sus brazos en los muslos del castaño.
¿qué se puede decir? Adoraba su cuerpo. Ese lindo cuerpo trigueño, que hacía que el azabache se relajase, y tuviera, esas hartas ganas, de poder llegar a sentir esa suave piel chocando con la suya.
El mayor entreabrió los labios, para poder dejar paso a su amado.
Freddy lo entendió, y no perdió ni un segundo en hacer contacto con la lengua del azabache.Estaba de más decir que no quería separarse, ya que era muy obvio. . . o algo así; se separó gracias a la falta del bendito aire.
Esta era de las pocas veces que maldecía por tener que tomar aire para poder respirar.
Miró detenidamente a su amado mientras trataba de que su respiración se volviera más estable.
En un movimiento rápido, los labios de Freddy vuelven a encontrarse con los del azabache y éste, sin tiempo de respirar, corresponde jadeante al beso que le volvió a dar su hermoso castaño, rozando necesitado su cuerpo contra el del menor.
ESTÁS LEYENDO
𝗔𝗣𝗨𝗘𝗦𝗧𝗔 | frededdy.
Fiksi Penggemar-Venga, Freddy. Lo que pasó entre nosotros sólo fue una simple apuesta, ¿no? ✧・*:。ೋ ※─── ⋆✨⋆ ───※ ೋ•*:。✦ ➪Fred y Freddy tienen cuerpos distintos. ➪Historia 100% mía. No copias, ni adaptaciones. ➪ Gracias por leer. ♥︎