Velada Perfecta

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Después de que Piero me fue a buscar hasta mi apartamento, subimos en su auto y nos dirigimos al primer lugar donde se llevaría a cabo la cita, ya que me había dicho que para este día había planeado dos cosas, y la curiosidad me estaba matando.

- ¿Quieres saber a dónde iremos primero? - pregunto Piero.

-Si quiero, dime- suplique.

-Iremos al restaurante griego- dijo Piero.

-Pero ese restaurante esta algo lejos-

-Si lo sé, pero quiero que esta noche sea la velada perfecta-

Cuando Piero dijo eso no pude evitar sonrojarme, y no podía creer que estaba en una cita con mi cantante favorito.

Llegamos al restaurante y era muy hermosa su decoración tan llamativa y tenía varias estatuas, quede fascinada al ver todo eso.

Un mesero se nos acercó y nos llevó a un lugar apartado, era un hermoso balcón con una mesa para dos en medio, era tan romántico

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Un mesero se nos acercó y nos llevó a un lugar apartado, era un hermoso balcón con una mesa para dos en medio, era tan romántico. Nos sentamos, ordenamos la comida, platicamos, reímos, comimos, todo era perfecto, él es perfectamente guapo. Terminamos de comer, Piero pago la cuenta y nos fuimos a su auto.

-Muchas gracias Piero la velada fue perfecta- dije, Piero solo se me quedo viendo y esbozo una sonrisa.

- ¿Qué pasa?, ¿dije algo gracioso? – pregunté.

-No bella, solo que la velada aun no acaba, todavía tenemos que ir a un lugar- dijo Piero.

-Es cierto lo había olvidado por completo, ¿y dónde iremos ahora Piero? - pregunte muy curiosa.

-Ya muy pronto sabrás- respondió Piero con una sonrisa pícara.

A medida que Piero iba conduciendo pude notar que en las señales que nos dirigíamos a la playa.

-Piero ¿por qué vamos a la playa? - pregunte.

Piero no me respondió y siguió conduciendo. Cuando llegamos a la playa, Piero se estaciono, se bajó del auto, lo rodeo y fue a mi lado y me abrió la puerta como todo un caballero. Caminamos por unos minutos.

-Ya casi llegamos te tengo preparada un gran sorpresa- dijo Piero.

Estaba tan emocionada y nerviosa a la vez que solo asentí con la cabeza, Piero me tomo de la mano y subimos una pequeña colina, cuando llegamos a la cima me quede boquiabierta por la hermosa vista del paisaje, se podía ver con más amplitud la bella playa y como se formaban las olas a lo lejos, el cielo lleno de estrellas y la hermosa y amplia luna.

- ¿Te gusta? – pregunto Piero.

-Si Piero, es bellísimo- respondí.

-Qué bueno, porque hay una cosa más. Mira hacia abajo por favor. - dijo.

Intrigada por la duda lo hice y pude ver unas velas que formaban la pregunta: - ¿Quieres ser mi novia? - y cuando vi a Piero él se encontraba arrodillado, en ese momento mi corazón empezó a latir a mil por segundo.

- ¿Y cuál es tu respuesta? – pregunto.

-Piero claro que si quiero ser tu novia- respondí.

-Me acabas de hacer el hombre más feliz del mundo- dijo mientras se paraba y se acercaba a mí y puso sus manos en mi rostro, y me dio un tierno beso. Piero se retiró un poco y busco algo en el bolsillo de su traje y saco una pequeña caja roja.

- ¿Y eso? – pregunte.

-Esto es una promesa, es la promesa de que siempre estaré contigo, no importa la distancia ni los problemas que vengan, yo siempre estaré a tu lado amándote- dijo Piero mientras abría la cajita roja y pude ver un collar con un gran rubí en forma de corazón y un diamante redondo arriba de este.

-Esto es una promesa, es la promesa de que siempre estaré contigo, no importa la distancia ni los problemas que vengan, yo siempre estaré a tu lado amándote- dijo Piero mientras abría la cajita roja y pude ver un collar con un gran rubí en forma d...

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-Piero es bellísimo- dije sorprendida.

-Esta es mi promesa y quiero que tú me prometas que lo usaras y así sabré que me quieres en tu vida- dijo Piero.

-Si Piero, lo prometo usarlo- respondí.

Piero lo saco de la cajita, me di la vuelta y recogí mi cabello con mi mano, Piero puso el collar en mi cuello y lo abrocho, me di la vuelta para poder ver a Piero.

-Te ves hermosa amore- dijo Piero mientras me daba un beso, pero esta vez es beso era diferente, era tan apasionado y a la vez tan tierno.

Después de esa bella velada Piero me llevo a mi apartamento, nos despedimos con otro beso, entre y me dirigí a mi habitación en silencio por si Rossali se había quedado a dormir. Entre a mi habitación, me quite la ropa, me desmaquille, fui al baño a darme una ducha, me puse el pijama y me fui a dormir con una gran sonrisa en mi rostro.

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