c o l o r e s ☹ r.s

🍁; {7}

— ¡Richter! 

Reiji soltó uno de sus tubos de ensayo que inmediatamente impacto contra el piso haciendo un fuerte estruendo que termino por despertar a Blue. Exaltada y sudada con una mano en el pecho donde su corazón no dejaba de palpitar. Observo al azabache que la miraba fijamente sin parpadear como si fuese alguna clase de bicho raro, bueno, más aun. 

—¿De dónde sacaste ese nombre? — preguntó mientras se le acercaba a paso demandante y ligero.

—¿Qué nombre? — inquirió confundida 

—Richter. 

La cabeza de Blue maquino de nuevo el extraño sueño y ella misma estaba extrañada casi huraña con aquel nombre que su madre grito. Intento hacer memoria una vez más, tal vez si había escuchado el nombre. No lo recordó. 

—No lo sé. —Dijo en un hilo de voz — Lo escuche en mi sueño. 

—¿Qué sueño? — acusó una vez más Reiji. 

—¡Ugh! ¡Deja de presionarme sir anteojos! — se quejó exasperada — Estaba en un extraño lugar con mucha niebla y vi a mi mom y ella gritó el nombre. Después desperté. 

Reiji reflexiono un momento. No había posibilidades de que Blue conociera a su difunto tío, pero no sabía de su madre ¿Y si Blue estaba ligada de alguna forma a Richter? ¿Y si Blue puede revivirlo? Seria bastante molesto tener que lidiar con familiares ex-muertos otra vez; buena experiencia le quedó de su madrastra. Por el momento solo le interesaba revivir a su madre. 

—¿Hablame de tu madre? — dijó mirandola a los ojos de manera inquisitivo.

A Blue le brillaron los ojos de una manera que Reiji jamas había visto. 

—Veras, Sir anteojos, mi mom — hizo una pausa — ¿Como dicen mom en jápones? 

—Okaasan — respondió 

— Nice. Como iba diciendo mi okaasan — hizo enfasis en la nueva palabra — Era una linda rubia de ojos azules nacida en Las Vegas. 

—¿Era? — interrumpió 

—Sí, esta muerta — silencio — whatever, ella estaba obsesionada con la cocaína y el tequila mexicano. Murió de sobre dosis cuando tenía catorce. 

Blue esperaba palabras de condolencias o un "I'm so sorry" que la gente solía darle, pero no. Reiji la miró fijamente unos segundos. Su mirada decía algo como "Puede que conozca el sentimiento, pero no esperes que diga que lo siento"  

Blue lo entendió y no hizo falta esa hipócrita condolencia 

—Mi madre esta muerta también — dijo indiferente. 

Blue lo miro a los ojos y no dijo nada, como si su mirada dijera "No lo siento porque no la conocí, y tampoco puedo afirmar que fue una buena madre" Y Reiji comprendió el mensaje. 

—Hablame de tu padre. — pidió esta vez. 

— No tengo, bueno, nunca lo conocí — explicó mientras se encogía de hombros restándole importancia. 

Reiji no muy convencido la miro de nuevo — ¿Alguna sospecha? 

—Probablemente algún cantinero ruso — respondió pensativa — A mi okaasan le gustaba el acento. 

— Eso puede explicar tu color de piel — razonó el azabache — eres tan pálida como un ruso o un húngaro. 

—No estoy muy interesada en eso. Nací en Brooklyn y es todo lo que necesito saber. 

— Es probable que ni sepas donde queda Hungría.

—No te equivocas — confirmó 

—¿Alguna vez asististe a un centro educativo formal?

 — Obviously! — exclamó indignada en su idioma natal — Para tu información fui orgullosamente alumna de Fannie Lou Hamer Freedom High School  en el Bronx. Que no se me de bien el estudio es otra cosa. 

— No puedo creerte con ese aspecto de vaga — le espetó. 

—¡No es como si fuera lo contrario! — refutó la peli azul — pero no todos nacemos con capacidades  super wow para entender todo. 

— Probablemente — concedió el azabache — pero aun queda la probabilidad de que no estudies. 

—¡Ugh! I am done. — exclamó pasando agresivamente sus manos por todo su rostro. 

—Deberías ponerte a estudiar. Es bochornoso que andes por ahí diciendo que estas en China, es mas, es racista. 

—¡No es mi culpa que todos los asiáticos se parezcan! — se defendió 

—¡No nos parecemos! — Reiji empezaba a descesperarse 

— ¡Ve y dicelo a América! 

—¡Suficiente! — gritó ya enojado — Vas a estudiar geografía y en una semana espero que sepas el nombre de los continentes y las capitales de todos los países. 

Blue no dijo nada porque se asusto y le gusto, de alguna retorcida forma, como se miraba Reiji molesto. Pensó en color rojo, no como un color pasional, sino como un color peligroso. Reiji despedía algún tipo de ira contenida y al parecer descargó, un poco, en ella. 

Pasó toda la tarde estudiando los continentes, en su cuarto porque Reiji la hecho a patadas de su laboratorio porque hablaba mucho o bueno, se quejaba mucho. Se apunto los continentes, que resultaron ser seis, en cada dedo de su mano. Le sobraron cuatro dedos.  

—¡América, Europa, Africa, Asia, Oceanía y Antártida! — gritaba por toda la casa — ¡América, Europa, Africa, Asia, Oceanía y Antártida! — cuando terminaba de recitarlos hacía una pausa y continuaba — ¡América, Europa, Africa, Asia, Oceanía y Antártida! ¡América, Europa, Africa, Asia, Oceanía y Antártida!

En ese mismo y preciso momento cierto rubio vago y dormilón trataba de, valga la redundancia, dormir. Tarea imposible con el recital de los continentes de cierta chica de pelo azul. Shu se restregó con sus manos la cara, desesperado por un poco de silencio. No lo consigio. Se levanto molesto e indignado dispuesto a golpearla - a Blue- para que se callara. 

—Quieres callarte de una buena vez — interrumpió a la americana entre dientes.

— Quisiera, you have no idea — dijo con dolor — Pero Reiji dijo que tengo que estudiar ¿Puedes creerlo? — preguntó al borde del llanto. 

— No hablas en serio — le estaba dando un ataque. 

— No me distraigas, estornudo andante — le regaño y redundo su estudio —  ¡América, Europa, Africa, Asia, Oceanía y Antártida!  ¡América, Europa, Africa, Asia, Oceanía y Antártida!  ¡América, Europa, Africa, Asia, Oceanía y Antártida! 

—¡Reiji ven y has que pare!  — gritó aun más fuerte que la chica.