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Blue había sobrevivido a cuatro clases y solo se durmió media hora en la de matemática. Solo faltaban dos horas clase más, las cuales pertenecían a historia contemporánea. Siendo honesta historia contemporánea no se le daba y en serio quería hacer un esfuerzo para no dormirse, pero seria inevitable; a menos que durmiera solo una hora, en ese caso habría atendido cinco clases. Suena mejor que solo haber atendido cuatro clases. 

Reiji observaba curioso desde su banca las minicas de Blue. Estaba moviendo sus dedos por lo que dedujo que estaba contando algo. Shu yacía dormido atrás de ella. Extraño y patético duo dinámico que formaban esos dos, pero si tuviera que "preferir" de alguna manera a uno de los dos; no dudaría en escoger a Blue, ella se estaba preocupando por no ser una vaga, y de cierta forma, en ser más como él. Aunque probablemente no lo logre nunca porque él es un prodigio viviente y ella una vagabunda libertina con tendencias suicidas. 

Blue Annie era un ser curioso a los ojos de Reiji. La podía apreciar todos lo días jugando por ahí, no siempre, pero tenía sus ocasiones durante el día específicamente en donde se le podía calificar como un ser humano lleno de vida. Pero en las noches parecía otra: callada y casi invisible a la luz opaca de la luna. Todas las noches después del instituto se sentaba siempre en el mismo lugar del balcón que daba al patio trasero, encendía un cigarrillo o dos hasta quedarse dormida. 

Subaru ya le había puesto al tanto de las acciones de Blue Annie, las cuales le molestaban, el humo principalmente. Él es probablemente la única persona a la que sus hermanos recurren para cualquier situación, era el más capacitado en esa casa y por su cuenta tomo la batuta. Estaba en todo su deber de inspeccionar las acciones de su nueva novia de sacrificio y más se interferían con la vida de uno de sus hermanos. Lo confirmo ella fumaba ahí y cuando la encontró estaba llorando con tabaco saliéndole por la nariz. 

Nunca había considerado la auto destrucción humana un proceso de lo más bellamente caótico. 

Los humanos son algo que a él no le importa y la verdad es que al final solo la regaño. Pero tampoco pudo explicar más tarde el sentimiento que provoco en ese instante. Y no quiere, no quiere más preguntas existenciales como los sueños de Blue Annie, o su amistad con Shu. 

Reiji y todas sus cavilaciones fueron interrumpido por el creciente ruido de sus queridos compañeros de clase. Volteó intrépidamente y no se sorprendió al ver a medio salón, incluyendo a Blue, contando en cuenta regresiva. Estaban contando los últimos diez segundos de la regla de los veinte minutos. Si la maestra no aparecía en los veinte minutos de clase, esta se suspendía. 

Hell yea! — escuchó que grito la peliazul arriba de su escritorio —¡Shu despierta! ¡La clase se suspendió! — Desde arriba le daba pequeñas patadas a la cabeza del rubio para que este reaccionara y a Reiji le alegro el hecho que lo maltratara. 

—¡Bien ahora deja me dormir! — Le vio levantar la cabeza a su hermano mayor solo para gritarle a la chica mientras le lanzaba un lápiz y le empujaba el pupitre que sostenía a Blue. 

Reiji se puso de pie en un acto inerte y altruista, nada que ver con preocupación ni sentimientos de aprecio, para poder atrapar a Blue quien iba con todas las de caer y romperse el brazo contra el suelo, o la espalda, si sus hipótesis no estaban mal. No era de por gusto era el más listo en ese salón lleno de idiotas, claramente acertó el tiempo y la caída de Blue, atrapándola sin problema. 

Las miradas no se hicieron esperar ¿Por qué Blue Annie es tan escandalosa? No lo sabe, lo que sí sabe es que la tiene sujetada de la cadera con la espalda de la chica en su pecho y las manos de ella sobre sus manos que la envuelven. La mirada de Shu era la que más le intrigó, como explicarla ¿Satisfacción? De que no sabe, y dejo de importar cuando la chica empezó a forcejear sobre su cuerpo más roja que el cabello de Ayato. Se miraba tan graciosa, y quizás era porque su tono de piel era tan blanco o porque sus mejillas eran algo regordetas a pesar de que ella fuera excesivamente delgada. 

c o l o r e s ☹ r.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora