c o l o r e s ☹ r.s

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Reiji estaba extrañamente distraído y fuera de lugar. Había desperdiciado ya dos frascos de ingredientes escasos ¿Por qué? Simplemente no podía mantener la concentración en sus actividades diarias y específicas. 

Hace unas horas se había visto en vuelto en un debate moral producido por los "sueños" de Blue. Tampoco entendía el por qué de sus visones del pasado y por qué ella. No podía a ver una explicación lógica como la existió con Yui, poseedora del corazón de Cordelia. Blue había venido de la nada, sus sueños salían de la nada y de la nada era amiga de Shu. 

Por ahí es que va la cosa. Cada vez que empieza a divagar sobre Blue, ya sea sus sueños o comportamiento, siempre llegaba a la misma conclusión: ¿Por qué siempre tenía que estar cerca de Shu? ¿Por qué tenían que ser amigos? ¿Por qué él esta pensando eso? 

Tiene que admitir que no le gusto el hecho de que Blue le ofreciera tan casualmente su sangre. Todos sus hermanos, menos Shu, habían forcejeado para poder morderla. Él incluido. Cuando intento morderla, fue un día antes de la escenita de los países y capitales. 

La arrinconó contra la pared levantándole la barbilla para tener acceso al cuello, inmediatamente ella le apartó la mano. Su fuerza el triple de la que ella, por lo que tomo ambas de sus manos y los coloco arriba de su cabeza para que no interfiriera con su trabajo de succionar su sangre. Un poco más domada, logró morderla. Miente si dice que no lo disfrutó. Porque lo hizo. De tantas retorcidas maneras le había gustado tenerla sumisa, callada y quieta. Que se mostrara de la misma manera, voluntariamente, cuando Shu la mordía lo enfurecía. 

—¡Reiji! — escuchó el grito escandaloso de Blue, quién entraba al laboratorio dando un portazo — ¿Quién es Edgar? 

Reiji se quedo estático, mudo y perplejo — ¿De dónde sacaste ese nombre? — trató de sonar impersonal, pero la emoción de la sorpresa funcionaba sola sobre su sistema. 

—De mis sueños — le dijo con una mirada de odio — Era amigo de Shu ¿No es así? 

—¿Por qué te interesa? — le dijo ahora neutro. 

—Todo lo que tenga que ver con Shu me interesa. — le escupió 

—¿Qué quieres saber? — le preguntó mientras simulaba hacer algo con sus tubos de ensayo. 

—¿Por qué lo mataste? — dijo mientras le quitaba los tubos para que la viera a los ojos — A él, a su familia, a su aldea. 

—No es algo que sea de tu incumbencia, Blue Annie — le sostuvo la mirada impenetrable

—Todo lo que tenga que ver con Shu es de mi incumbencia, Reiji Sakamaki. 

—Lo mate porque era una perdida de tiempo para Shu. — le espetó frío. 

—No me mientas — le negó la ojíazul con severidad — ¿Por qué lo mataste? Por qué era amigo de Shu ¿Verdad? ¿A mi también me vas a matar por ser amiga de Shu? 

Reiji solo se quedó callado. No esperaba esa reacción ni tampoco esa conclusión. Y no iba a decirle de sus celos de infancia ni de como su madre lo ignoraba por ese bueno para nada. 

—¿A mi también ma vas a quemar viva? — le reprochó — Oh no wait! Vas a quemar medio Bronx conmigo adentro — le escupió con sarcasmo — Ya sabes, para no perder la tradición. 

Reiji la tomo por el cuello y la estampo contra la pared más cercana. Estaba hartó de tener que aguantar la existencia de Shu, y lo cansaba el doble tener que aguantar a la defensora de la existencia de Shu: Blue. Estaba harto de sentir que Shu siempre tenía algo que él no. Harto de los celos enfermizos. Si tenía que matar a Blue para dejar de sentirse así, lo haría. Lo haría y sin remordimientos.