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El corazón de Jungkook nunca había latido con tal fuerza que amenazaba con salir de su pecho. Su respiración se cortaba poco a poco y su nariz se encontraba rojiza por el esfuerzo de no llorar siquiera, debía controlarse y lo poco que podía hacer por contenerse era correr.

Porque sí, lo que menos quería ver se había proyectado claramente ante sus ojos hace unos minutos y lo único que había echo luego de que Jimin le mostrara una fría mirada era salir disparado hasta el lugar más alejado posible, donde la paz le abrazaba tan cálidamente y el silencio le abrumaba. Uno de los jardines traseros era testigo de sus ojos rojos, su nariz irritada y su temor a perder la única luz que opacaba la lugubredad de aquél orfanato.

Con un poco de fuerza abrazó sus piernas y al fin un sollozo lastimero se escapó de su garganta sintiendose débil, vulnerable. Algo que nunca había sentido por alguien que no fuera su pequeño hermano.

✧.

Jimin miró por tercera vez hacia la puerta y la vana ilusión de que alguien viniera a verle se estaba apagando lentamente. Sus mejillas se teñían en un tierno rojizo y sus labios se formaban en un pequeño puchero, a cualquiera que le hubiera visto le hubiera alagado por lo adorable que podía ser hasta cuando se frustraba pero realmente todo se sentía triste y oscuro. Como si fuera que algo se le había perdido y la incesante sensación de inquietud le ponía mal.

Desde que había visto a Jungkook, desde que aquella expresión de tristeza pura se había reflejado en su rostro serio y firme, algo en interior se había roto en mil pedazos pero no negaba que sentía, o al menos una pequeña parte de su ser quería creer, que estaba haciendo bien en aceptar la propuesta de aquella familia que venía a brindarle un hogar nuevo, un calor nuevo y el amor que iba a ser recompensado con los Lee.

¿Se sentía afortunado? Una pequeña parte de su corazón quería convencerse de sentirse bien y ver el real lado bueno de empezar a convivir con otra familia, pero la otra parte le gritaba que se quedase allí, un poco más aunque sea, junto a Jungkook. En su mente no circulaba más que la palabra "hermano" y viendolo desde un punto de vista razonable era algo que debía tenerse en cuenta sabiendo que no se conocían a extremo y Jimin llevaba pocos días dentro del orfanato, y a pesar de eso no negaba que su corazón latía desaforado cuando Jungkook le protegía y le había tomado cariño en tan poco tiempo. Era confuso y a la vez tan claro que le abrumaba.

No quería sentirse así.

Cuando el pequeño brillo de esperanza se iba consumiendo lentamente en la oscuridad de las pocas lagrimas que empezaban a brotar de sus pequeños ojitos la puerta se abre con estrepito y el aire frío golpea la habitación rapidamente, provocando que asustado se cubriera el rostro con el antebrazo. Su corazón latió acelerado y algo en su pecho se removió cuando escuchó los pasos firmes acercarse, con el presentimiento de que simplemente sea la persona indicada.

—¡Jimin! —el llamado le hace descubrir un poco su rostro, lo suficiente para ver al castaño portador de aquella gruesa pero a la vez dulce voz que le había perseguido por un día entero—. Lo siento, lo siento, lo siento no quería asustarte así —. Resopla Taehyung y Jimin siente la calidez de los brazos contrarios cuando le envuelve en un abrazo reconfortante.

El silencio se hace presente en unos segundos que se sienten eternos y Jimin se encuentra debatiendose mentalmente sobre separarse del abrazo o refugiarse en el cálido pecho del menor, quien se encontraba acariciando sus hebras doradas con tal parsimonía que le hacía desear ser un pequeño gatito para ronronear y pedir más de sus caricias.

Jimin se acomoda bien y sus brazos se extienden con el pulso dudoso hasta rodear igualmente al menor mientras suspira y cierra los ojos. Pero hay algo, algo que no le impide pensar que el abrazo que le había regalado Jungkook hace unos días le había transmitido esa paz y tranquilidad que ansiaba desde que sus padres fallecieron. Era confuso, los abrazos del pequeño hermano del ladrón de sus pensamientos no sabían igual.

So Bad 《Kookmin》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora