Capítulo 8

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—Veo que viniste —comentó, Francia, rodeándole por los hombros con su brazo.

—Japón me pidió que viniera —respondió, sentándose en el lugar que le habían asignado—. Ahora cállate que la reunión va a comenzar.

   Francia se rio un poco y apartó el brazo del cuerpo de Inglaterra. La expresión que tenía en el rostro le indicaba que no era el mejor momento para gastar bromas pesadas. No quería que le castrase por molestarlo con que su amorcito le iba a abandonar.

—Buenos días a todos, comenzamos ahora con la reunión de emergencia sobre la decisión de América-san —anunció, Japón, frente a todos los países presentes—. Adelante Canadá-san.

   Se formó un silencio sepulcral tras la entrada de Canadá. El inglés se puso a pensar tras ver el aspecto lúgubre que portaba la nación: si él estaba así de mal por la ida de Estados Unidos, Canadá lo debería estar pasando realmente mal. Estaba perdiendo a su hermano.

—Como ya todos sabrán dentro de dos meses, en el 4 de julio, Estados Unidos de América dejará de ser la representación de un país. Es por ello por lo que hacemos esta reunión, para evitar que esto suceda. Alguno de vosotros seguramente solo ayudará en esto para evitar los problemas económicos, políticos y posiblemente sociales que sucedan por esto; otros a lo mejor lo hacéis porque le tenéis cariño y no queréis perderlo. No sé vuestras razones, pero muchas gracias por venir.

   Canadá hablaba con su tierno tono de voz, pero este estaba impregnado de tristeza que se notaba a kilómetros de distancia. Inglaterra estaba algo lejos de donde estaba el canadiense, pero podía asegurar que tenía los ojos llorosos y las mejillas sonrosadas. Le daba un poco de pena el ver a alguien a quien apreciaba tanto con ese aspecto.

—Hace unos días estuve hablando con Estados Unidos y me comentó lo que iría a sacrificar para convertirse en humano. Yo, la verdad, no sé muy bien porque es eso lo que sacrifica, pero creo que nos será de gran ayuda para evitar que se vaya de nuestro lado —comentó, mirando a todos los presentes mientras apretaba sus manos a la altura del pecho—. Lo que sacrificará serán sus recuerdos, absolutamente todos.

   Otra vez la sala se quedó en silencio, pero al poco comenzaron a escucharse murmullos entre los países. Unos estaban sorprendidos por la decisión de Estados Unidos, otros lo veían como algo estúpido.

    Inglaterra miró con los ojos bien abiertos a Canadá. Sus pensamientos estaban con el primer grupo que se nombró antes. No comprendía por qué sacrificaría su memoria solo para volverse humano. Es cierto que era algo muy importante, y teniendo en cuenta de que cuanto más importante es la nación más grande era el sacrificio, pero sus recuerdos...

—Por favor, calma —pidió, Japón, intentando que los cuchicheos se detuvieran—. Sigan oyendo a Canada-san.

—Gracias, Japón —dijo, sonriendo levemente—. Continuando con el tema. Teniendo en cuenta que perdería todos sus recuerdos, creo que sería conveniente convencerle con ellos para que abandone esa idea de ser humano.

—Es decir, quieres que le demos en la fibra sensible para que quiera continuar siendo un país solo para no perder sus recuerdos, que supongo, serán muy importantes para él —dijo, Suiza, interrumpiendo al canadiense.

—Así es —afirmó, este, volviendo a tener una expresión seria en el rostro.

—¿Eso no se podría considerar chantaje emocional? —preguntó, Veneciano, alzando la mano para tomar la palabra—. Yo tampoco quiero que Estados Unidos deje de ser un país, pero el jugar con sus sentimientos me parece cruel. Yo creo que deberíamos dejarle ser lo que quiere por mucho que no nos guste al resto.

Good bye America [UsUk/UkUs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora