El mar de estrellas

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En el desayuno no dejé de pensar en aquel pequeño niño, y en como un mundo que parecía ser el ideal fue igual de cruel que el mundo real, pero no era un hecho que pudiese cuestionar en ese momento.

Todo el día había sido muy raro para mi, por dentro sentía algo raro para mi, pero no comprendía de que se trataba.

Durante la cena mis padres siempre me preguntaban sobre como había estado mi día al igual que lo hacían siempre:
–Mamá–¿Qué tal te fue en la escuela hoy?.– preguntó aunque sabia que no podía esperar una respuesta tan difierente a la de todos los días pues normalmente decía "igual que siempre".
–Yo– Estuvo bien.– fue lo que contesté.

Ella y mi padre quedaron muy sorprendidos, mamá tiro unos platos al suelo y papá casi se ahoga con su comida, pues no era una respuesta que esperaran de mi, yo solo me preguntaba ¿Que fue lo que hice mal?.

–Yo–¿Que les pasó?.–Pregunté simulando ingenuidad.–
–Papá–No te preocupes hijo no es nada.–dijo tratando de despistarme.–
–Yo– Terminé de cenar, creo que mejor me iré a mi cuarto.–volví a notar que quedaron sorprendidos, pues nunca les decía, solo lo hacia y ya.
–Mamá– Está bien cariño–me dijo mientras caminaba.–Pero antes tu padre y yo queremos darte una noticia, saldremos de viaje de negocios por dos semanas, ¿Puedes quedarte solo?.–me dijo
–Yo–si claro, no se preocupen.
–Papá–Esperemos que la pases bien.–me dijo sonriendo.

Subí las escaleras y entré a mi cuarto, desdé allí pude oír a mis padres preguntándose "¿También notaste algo raro en el?", no entendía porque se lo preguntaban, solo escuchaba extrañado mientras esas palabras resonaban en mi.

Estando en mi cuarto me tiré en la cama, observando la pulsera de flores que me había dado ese pequeño ángel, pero no sabia como era que había llegado a la realidad, esperaba volver a tener ese sueño, pero esa noche no pasó nada.

Al día siguiente me desperté, mis padres ya se habían ido a su viaje, preparé mi desayuno, me bañe y me alisté para ir al colegio, era un día de clase de natación por lo que también tenia que llevar mis cosas.

En la escuela llegó la hora de la clase de natación, así que me apresure y fui a los vestidores para cambiarme. La clase de natación en la escuela es libre, es decir que no había ningún maestro, solo es para jugar y nadar si alguien quiere. Yo siempre iba a la clase, pero nunca entraba al agua, solo me quedaba sentado en algún rincón con el traje de baño puesto. Pero ese día se sentía diferente, hacia mucho calor, así que al menos decidí entrar al agua.

No recordaba que estar en el agua se sentía tan bien, de vez en cuando metía mi cabeza, nadaba, y aveces me quedaba sentado en el fondo de la piscina para ver cuanto aguantaba mi respiración, a veces solo podía quedarme pensando en el sueño, como fue que todo eso pasó.

Terminó la clase, así que debía ir a cambiarme. Un maestro se ausentó así que a todos nos dejaron irnos a casa, me fui caminando mientras observaba mi pulsera de flores, que por alguna razón no quería quitarme. Además me quedé pensativo sobre todo lo que estaba pasando, mis padres diciendo que veían algo diferente en mi, aunque ellos creyeran que no los ví, algunos de mis compañeros se quedaron sorprendidos de cuando entré al agua, siempre creía que para ellos yo era el invisible, algo en mi definitivamente no estaba bien.

Llegué a casa, hice todas las tareas para las dos semanas siguientes, pues quería tener algo de tiempo para pensar en todo además de que me sentía algo aburrido, me di cuenta de que se hicieron las 7:00 p.m así que preparé mi cena, luego me puse a limpiar la casa hasta que se hicieron las 10:30 p.m .

Cerré muy bien todas las puertas y ventanas de mi casa y fui hasta mi cuarto para cambiarme, iba a ponerme la Pijama pero aun seguía haciendo mucho calor por lo que decidí dormir solo con el pantalón de la pijama y sin camiseta, se sentía mucho mas cómodo así. Estuve escuchando musica hasta que me quedé dormido.

¿Como escapar de un juego de ajedrez cruel?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora