Enamorarme de ella no estaba en mis planes, su ser imperfecto me estaba volviendo loco
El era el siguiente en mi lista de espera, el que siempre debió estar en primer lugar
Historia narrada desde el punto de vista de Adrien y Marinette
Derechos rese...
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Parte I
Desperté una mañana común, la voz de Nathalie me dictaba el horario de ese día desde el otro lado de la puerta mientras fingia vestirme, hoy tenía sesión de fotos con los nuevos accesorios de mi padre, chino y esgrima, obviamente no pensaba asistir a ningún lugar excepto la esgrima y la escuela, ¿por qué? Por el simple hecho de ver a Marinette. ¿Qué me está pasando? ¿Cómo es que unas simples sonrisas lograron que la amara tanto? Aún cuando yo amaba a Ladybug, ¿acaso me estaba enamorando de Marinette? Subí al auto mientras mi guardaespaldas conducía por las calles de París, podía ver niños con sus padres, abrazándose, algunas parejas tomados de la mano y... Familias. Un simple viaje en auto me hizo reflexionar, todo lo que había pasado el auto, había pasado en mi vida, no volvería a ver un padre amoroso ni una familia unida, y lo que más temía, no volver a ser amado. Todo lo que tenían esas personas no lo tenía yo ¿de qué sirve el dinero y la fama cuando no hay felicidad en ellos? Ellos eran gente común, pero tenían algo que los Agreste no, y por mucho los superaban, "felicidad".
Llegué a clases con unos minutos sobrantes, pero Marinette no estaba ahí, la chica era torpe y mayormente llegaba tarde, y así la quería, la quería con toda mi alma. Enamorarme de ella no estaba en mis planes, su ser imperfecto me estaba volviendo loco Estuve ausente durante unos minutos cuando la voz de Nino me despertó de mis pensamientos, mi cabeza estaba llena con su nombre, no podía pensar en otra cosa... -Tierra llamando a Adrien -interrumpió Nino -¿Que? -Nada bro, más vale que entremos
Pocos segundos después inició la clase y posteriormente entró Marinette con las mejillas enrojecidas, estaba completamente apenada por llegar tarde de nuevo. -Disculpe srta Bustier... -Siéntate Marinette
Las clases terminaron y la clase de esgrima se canceló así que Marinette fué corriendo hacia su casa, busqué un lugar donde transformarme Vamos a por mi princesa
Estaba decidido, la amaba, la amaba con locura y no iba a dejarla escapar de mí, no importaba si debía robar la más bella joya solo por ella, o si debía asesinar a cada chico que se acercara a ella, no importaba nada, solo la quería cerca, solo ella podía reconstruir me.
Corrí sobre los tejados haciendo el menor ruido posible sin perderla de vista, después de un rato, ella entró a la panadería pero no encontró a nadie, así que subió a donde necesitaba que estuviese. A su balcón.
-Hola prrrrincesa -dije con una sonrisa de lado -Hola Chatnoir -dijo sin prestarme atención, estaba contemplando Paris recargada en la barandilla, me coloque a su lado y ambos fijamos la vista en el mismo objetivo, una pareja -¿Te sucede algo? -No -dijo secamente -Vamos, sabes que puedes confiar en mí -dicho eso me abrazó por la cintura, colocó su cabeza en mi pecho y comenzó a llorar, ella se desmoronaba justo a mi lado, no sabía que hacer, o cómo reaccionar ¿Que se supone que se hace en éstas situaciones?. La abracé con todas mis fuerzas, algunas lágrimas se apresuraron en brotar de mis ojos, esperé a que se calmara para poder tratar de ayudarla. -¿Ya estás mejor princesa? -Si, gracias Chatnoir -¿Quieres contarme? -ella se quedó en silencio unos segundos, supuse que era un no -Entiendo si no quieres... -No Chat, quiero hablar... Encontré una nota del médico, al parecer mi padre estaba enfermo de Cáncer y nunca se lo dijo a nadie -brotaron diminutas lágrimas cristalinas de sus ojos, brillaban cual diamante o cual estrella, ella era mi estrella...
