Drin

692 59 26
                                        

Mi cara se deforma en una mueca de desconcierto y, antes de que pueda formular la obvia pregunta, Adalia dice:

-Debes entrenar, tienes que aprender a manejar tus poderes con tu drin ¿Acaso pretendes presentarte ante los Gobernantes sin práctica alguna?

“Ni siquiera pretendo presentarme ante ellos”, pienso.

-Creía que me daríais explicaciones- respondo.

-Está bien, te iremos contando todo lo que necesitas saber mientras hacemos unos ejercicios. Pero lo primero es lo primero. Mira allí y concéntrate, tu drin vendrá solo- dice Adalia señalando al horizonte. Dirijo mi mirada hacia la gran montaña boscosa que tengo en frente poniendo atención a cada uno de los árboles. Me fijo en las hojas. De la copa de los árboles comienzan a salir pequeñas chispas azules. Las chispas revolotean en el aire y parece que bailan acompasadas. Poco a poco forman una figura que se acerca sobrevolando los árboles y se va haciendo más y más clara. Soy yo. Yo hecha de pequeñas motas de luz azul. Pero esta versión de mí está revitalizada, sonriente, llena de vida. Su pelo está recogido en una larga trenza que recorre su espalda y alrededor de la cabeza lleva una cinta verde con abalorios. Sus ojos parecen inmensos por las piedrecitas brillantes que están salpicadas en los párpados. Lleva un precioso vestido azul, ligero y sencillo pero a la vez elegante. La miro embobada y pienso: “Yo podría ser así”. Sus pies se posan en el suelo y las motas de luz se convierten en piel. Piel pálida y perfecta. Las luces se van apagando pero en su piel queda un brillo que no pasa desapercibido.

-¿Qué ves?- pregunta Adalia, pero no puedo contestar me quedo embobada mirándola, es como verse a un espejo pero el reflejo es una versión mejorada de ti. Se acerca a mí con una sonrisa en la cara.

-Llevo esperándote mucho tiempo- dice.

-¿Qué ves, Abril?- vuelve a preguntar Adalia mientras sacude mi brazo derecho.

No contesto.

-¡Abril!- exclama Adalia.

-Soy yo- consigo decir.

-¿Tú?- pregunta Adalia.

-Yo. Pero... Más alegre, más guapa.

-Vaya, gracias- dice mi otro yo sonriente. Adalia se aleja de mí y camina rápidamente hasta el grupo de gente de antes. Parece algo sobresaltada.

Oigo como susurran pero no les hago caso, sigo embobada mirándome a mí misma.

-¿Ellos no te ven?- le pregunto.

-No pueden. Soy algo así como tu... ayudante- responde.

-¿Por qué no me han hablado de ti?

Se ríe misteriosamente y responde:

-No se esperaban que fuese así.

-¿Cómo te llamas?- vuelvo a preguntar y me doy cuenta de que parece un interrogatorio, pero ha sido la única que ha respondido a mis preguntas.

-Puedes llamarme Eian.

-Eian... ¿Por qué... por qué no se esperaban que fueses así?

-No solemos serlo... Lo normal es que seamos una pequeña luz. Aunque también hay algunos yunos con suerte que tienen animales parlantes, pero casi nunca una persona. Casi nunca. Tengo que decirte algo que ellos no saben- dice y se acerca a más a mí.

Cruzo los dedos esperando que sean noticias de mi madre o de Lucía y la miro impaciente.

-Sois cuatro. Cada uno controláis un antiguo elemento. Debes encontrarlos, no podrás luchar sola. Ya conoces a uno. Se oculta pero él también sabe que tú eres como él. Y tiene otro como yo.

-No... no lo entiendo. ¿Un antiguo elemento? ¿Quién?- pregunto desconcertada. Rápidamente se lleva el dedo a la boca para que me calle, miro a mi alrededor y veo que Adalia sigue hablando con los demás.

-No lo digas en alto. No deben saberlo – dice Eian-. Abril, tú controlas el agua yo te enseñaré, para eso estoy aquí. No debiste haberles dicho que era una persona, aunque saben que eres diferente, no entienden hasta qué punto. Y esa persona... Supongo que te lo dirá en cuanto confíe en ti.

-Pero ¿tú sabes quién es?- pregunto susurrando y ella asiente-. Dímelo, podrá ayudarme.

-Es mejor que no sepas quién es, lo siento, pero es mejor así- responde. Justo cuando estaba empezando a confiar en ella...

-¿Qué haces, Abril?- dice Adalia detrás de mí. Me giro y parece más calmada. Intento aparentar no saber nada- Creo que vamos a dejar el entrenamiento por hoy. Será mejor que te familiarices con tu drin. 

Los cuatro elementosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora