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Besé su cuello múltiples veces, sus manos de forma temblorosa se aferraban a mis hombros, la escuchaba respirar de forma irregular mientras mis manos se deslizaban por debajo de su falda acariciándole, sus uñas se hundieron en mi ropa cuando le toqué de forma mas íntima, deseoso por consumirme en sus labios comencé a besarla hasta que me empujó bruscamente, se  llevó las manos a la boca intentando detener algo, el ácido aroma de los jugos intestinales me hizo saber que ocurría.

La chica se fue ante mis ojos directo al baño, la seguí, mirándola vomitar en el inodoro, tiró de la palanca y limpió sus labios con papel higiénico sin dejar de temblar, sabía que cometió un error.

— ¿Te doy asco? –Pregunté lúgubremente–.

— N-no... Y-yo –Intentó explicar su terrible temor pero calló sabiendo que si en verdad el mundo la odiaba tanto y estaba embarazada Kanato le impediría irse con mas motivos–.

Kanato no dijo nada, simplemente tomó la melena chocolatosa que tanto amaba y tiró de la cabeza de Elizabeth hasta hundirla bruscamente en la taza del inodoro tratando de ahogarla, ella intentó librarse de su nueva tortura, gritaba bajo el transparente líquido, abrió los ojos al sentir algo tibio salir de su nariz, el chico se la había roto contra el interior del inodoro, el agua se comenzó a teñir de rojo debido a su sangre...
Él se detuvo  gracias a que Reiji finalmente intervino en la enfermiza relación, Yui escuchó atentamente como el peli-lila y el azabache discutían con referencia a la chica, Reiji le pedía que si ya estaba harto de ella la matase en lugar de alterar la paz de la mansión con las peleas que solían tener ( las cuales siempre eran iniciadas por el cuarto Sakamaki siempre)
Temió por la vida de la pecosa, ella merecía vivir al lado de su familia, si la de ojos rosas tuviera hermanos le hubiera gustado volver con ellos, no era justo que la tuvieran cautiva pues ella no era una novia, la rubia cerró los puños sintiendo temor por lo que haría, mañana mismo faltaría a clases para poder hablar con Elizabeth sin la presencia de Kanato y juntas decidir lo mejor.

(...)

Al día siguiente...

Elizabeth miraba pérdidamente el inodoro, había sentido un ligero dolor de espalda así que esperanzada creyó que realmente era una equivocación el creer su embarazo pero en el contenido de aquél lugar donde casi la mata su adorado novio no había la presencia de un rojo color, suspiró sintiéndose rota, nunca deseó tanto que su menstruación llegase, siempre ha sido irregular, tal vez era estéril y solamente vivía un horrible engaño... Tal vez la vida fue piadosa al no permitirle tener hijos, seguramente estaba siendo demasiado paranoica, soltó una pequeña risa que se transformó en carcajadas que a cualquiera le hubiesen perturbado.

Caminó hasta la puerta con un nudo en la garganta, se miró en un espejo dejando sus lágrimas fluir y algo en su nariz para poder arreglarla, observó su ropa notando que aquélla falda ya no le quedaba, estaba creciendo un hijo del psicópata en su interior, en su vientre había vida aunque no lo quisiera.

¡YA NO SOPORTO MÁS! –Gritó estrellando su cabeza contra el espejo siendo víctima de su enorme desesperación–.

La chica gritaba totalmente enloquecida, se impactaba una y otra vez contra los trozos de vidrio deseando morir de una buena vez, no tenía escapatoria y aún muerta sabía que el la mantendría a su lado, por lo menos ya no podria sentir el pavor que le provoca tenerlo cerca.

La rubia dejó caer su maletín al escuchar los escalofriantes gritos de Elizabeth llenos de desesperación, corrió tropezando un par de veces,subió tan rápido como pudo las escaleras y al llegar admiró la sangrienta escena.
La humana aún golpeándose contra el espejo roto,  la esencia escarlata manchando el suelo y la pared, ella intentaba arrancar trozos de vidrio para cortar sus venas

— ¡Elizabeth! –La llamó totalmente aterrada separándola del espejo haciéndola caer–.

¡NO LO QUIERO! ¡SACA ESTO DE MI! –Exclamó con horror retorciéndose sobre el piso comenzando a sentirse débil por la perdida de sangre–.

Yui gritó al pensar en que no tenia teléfono como para llamar a una ambulancia, intentó detener el desangrado con paños y vendajes improvisados y nuevamente corrió en busca de alguien que socorriera a la castaña, estaba corriendo cerca de la carretera pero ni un sólo auto pasaba por el lugar, entonces tuvo la idea de que sería más rápido llegar a la civilización si atravesaba una parte del bosque, deseando la ayuda de su dios se introdujo entre la maleza y los grandes árboles, al pasar por unos arbustos de zarzas vio a Shuu dormir bajo un gran árbol de manzanas él  al oler la sangre abrió los ojos con confusión.

— ¡GRACIAS A DIOS! –Chilló la rubia tomándolo del brazo con intensión de llevárselo a rastras–.

(...)

Teddy cayó de entre los brazos de Kanato, miró el desastre en su habitación y baño, camisetas rotas empapadas de sangre, marcas de pisadas ansiosas, trozos del espejo, el aroma de Shuu y Yui ensuciaban el de su amada novia, temblando ligeramente juntó a su oso del suelo, con un ligero tic en el ojo fue hasta donde estaba Reiji quien se encontraba molesto debido a que los rubios se habían salido de clases.

Mi novia no está... M-mi Elizabeth no... ¿¡DONDE SE ENCUENTRA!? ¿QUÉ LE HICIERON ELLOS? ¡ELLA ES MÍA NO PUEDEN LLEVÁRSELA! ¡YO SOY DUEÑO!

Los gritos histéricos del tóxico enamorado destrozaron los tímpanos de sus hermanos, lo vieron lanzar cosas por los aires mientras lloraba desesperado, rompió muchos objetos en su infantil rabieta, el vampiro de anteojos no tuvo más remedio que dormirlo con un tranquilizante porque ya había provocado un potente incendio y no dudaba que fuera a destrozar toda la mansión si continuaba así.

(ㅅ•᎑•)♡(ㅅ•᎑•)♡(ㅅ•᎑•)♡(ㅅ•᎑•)♡
Hola mis teporingas (≧∇≦)
Aquí Elizabeth informando que ya se acabará esto en dos o tres capítulos sin contar este
(╥╯^╰╥)

Pero no hay que estar tristes, porque.... Emmm fue una bonita experiencia compartirlo con ustedes
(ㅅ•᎑•)♡

Bye bye mis teporingas...

Atentamente: Tu Dueño.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora