Atentamente: Tu Dueño.

☆ﾟ*･｡ﾟPrólogo .｡.:*♡

Arrastré los pies con pereza por los pasillos de la mansión, estaba realmente aburrido y ni siquiera quería ir al colegio.
Hoy regresaríamos de vacaciones de verano, tendría de nuevo tareas inútiles y conversaciones absurdas, además las criticas de mis estúpidos compañeros humanos.
Me estaba cansando de aquella rutina y la nueva novia ni siquiera llegaba, sin mas remedio me subí en la limusina ignorando a todo mundo y concentrando mi atención en Teddy, jugué un poco con el olvidándome de lo que me agobiaba. Por otro momento miré por la ventana la luna y esas cosas, ya comenzaba a perder el interés aburriéndome otra vez.

(...)

Finalmente llegamos, sin dirigirnos la palabra cada quien bajó y se fue a su aula de clase, la cual estuvo muy monótona para mi gusto pero el profesor dejó un reporte para la última clase.

- Perfecto .-susurré con fastidio-.

Ayato bufo como animal a lo que sonreí, el me regaló una seña grosera con la mano, pero tampoco es como si me importase mucho lo que haga.

Al terminó de la clase fui a la biblioteca...

Sakamaki Kanato llegó a la biblioteca, se sentía el olor de los libros viejos y arrugó la nariz con desagrado para después ir a por un libro, lo buscó con la mirada y ahí lo vio.

Aquel bloque de hojas estaba en un apartado un poco alto lo cual lo hizo renegar un poco, no lo podía tomar, comenzó a dar pequeños saltos y al fin lo tomó.
Al querer atraer el libro hacia si mismo el estante se tambaleó y muchos libros cayeron sobre el, uno de estos con bordes de metal dorado lo golpeo en la frente haciéndole una herida.

Una mujer castaña que estaba del otro lado del estante rápidamente corrió a el algo preocupada, lo vio pronunciando un : sssssss, eso debe doler.
Se agachó frente a el y sin darle tiempo de reaccionar apartó el cabello lila de la frente del muchacho.

- Tienes suerte, no es profunda... .-dijo con una voz suave y dulce como la miel-.

- Estoy bien no lo- ¡Ha!

Fue interrumpido pues la chica le había tocado un poco la herida, esta le dirigió una mirada de reprimenda, definitivamente el no estaba bien.
De un bolso saco una pequeña botella con alcohol, con un pañuelo limpió la sangre y le puso un poco de la sustancia en la zona afectada, después tomo una curita y la colocó sobre la herida con sumo cuidado.
Miro satisfecha su trabajo y le limpio la sangre de la cara al sakamaki.

- Listo .-sonrió con alegría-.

De su bolso sacó una paleta de cereza y se la entregó al muchacho, este la tomó desconcertado por las acciones de la humana.

- Costumbre... Siempre lo hago con mi hermanita...

Pronunció lentamente mientras se ponía de pie y acomodaba los libros, el solo se levantó tomando el manojo de hojas que buscó en primer lugar.
Miró a la humana de pies a cabeza, tenía cabello castaño como el chocolate, la piel un poco pálida, tenía unas cuantas pecas que le daban un aspecto adorable, pestañas largas y negras, ojos marrones y finalmente unos finos labios rosa pálido que encajarían con los suyos perfectamente como piezas de puzzle, ella era hermosa...
Fue lo único que se limitó a pensar.

- Ho por cierto, me llamo Elizabeth .-dijo mirándolo de reojo-.

- Yo no quería saber tu nombre

Contestó fríamente, pero en realidad mintió, él quería saber todo de ella...
La vio sonreírle con amabilidad y como se fue dando uno que otro salto, durante ellos su melena chocolatosa se meneaba y aún podía oler rastros de su perfume.
Kanato inhaló este sintiéndose sumamente desesperado observó como la silueta de la femenina desapareció, toco su frente con un severo sonrojo mientras una sonrisa se tatuaba en su rostro.

- Esa mujer... Tiene que ser mía... Neee Teddy lo aprueba... Yo la quiero para nosotros... No, solo para mi...