—Sabes, en realidad no vale la pena— decía Dylan por el pasillo, tratando de tranquilizar a su decaído compadre —No es nuestra culpa que el audio fallara.
—Tienes razón— respondió Fabián —Además ese tío de Lucas no tiene buen oído musical, si lo tuviera aun con el fallo del audio se hubiera dado cuenta de nuestro gran talento.
Ambos amigo intentaban darse ánimos después del rotundo rechazo que recibieron el día anterior en el café del señor Vázquez, seguían decepcionados pero no quieran demostrarlo, eso les afectaría más en el orgullo y tampoco era como que quisieran consolarse entre ellos, eran demasiado machos para aceptar palmadas en la espalda.
Entraron casi en silencio a la cafetería en busca de un buen vaso de café para poder mantenerse despiertos durante la clase de historia, esa hora sin duda era la más larga de todo su día.
—Mira allá esta Lucas— dijo ansioso Fabián acomodando la mochila en su hombro y trotando a donde su amigo, que al verlo tan solo palideció todavía más de lo que se creía era posible lograr —¡Vampiro! que pasó viejo, te estuvimos buscando desde ayer.
—Fabián tiene razón después del fiasco en el negocio de tu tío te desapareciste— afirmó Dylan después de dar su acostumbrado saludo entre amigos.
—Apague el celular y no encontraba mi cargador— dijo apurado, era evidente que trataba de huir del sitio.
—Ah no importa viejo— Fabián no percibió ni el más mínimo rastro de nervios por parte de su amigo —Oye estábamos pensando que no tiene porque ponerse triste porque no conseguimos el empleo, podemos seguir ensayando mejor las canciones nuevas, arreglar el "ampli" y regresar a demostrarle del talentazo que somos y que dejo ir— alegre como siempre choco la mano del chico a su lado, pero él no se veía tan animado ni alegre como su compinche.
—Si, en cuanto a eso, chicos...— buscaba las palabras exactas para lo que estaba por decir —Tengo algo que informarles, yo... —
sea lo que tuviera que avisarles tuvo que esperar, pues un muchacho un tanto fornido con el cabello atado en una coleta que asomaba por encima de su cabeza, lo cual le daba un aspecto entre gracioso y a la vez moderno, llegó abrazando de los hombros a nuestro querido vocalista.—Oye hermano, la dirección que me diste esta algo confusa me la volverías a dar sino no sabré llegar con tu tío— aquel comentario confundió a los dos chicos que platicaban con su amigo, «ir con su tío, para hacer qué?» pensó Dylan.
—Dame un momento Rocky— dijo Lucas cada vez más pálido.
—Como digas jefe— y así como llegó, se fue aquel extraño muchacho con pinta de intento fallido de combinar el estilo sport y hipster.
—Lucas, ¿por qué, Rogelio Sánchez te dijo jefe y que es lo que tiene que ir a hacer en la cafetería de tu tío?— la voz de su amigo Stevens se había vuelto neutra pero autoritaria, solía usar ese mismo tono con su hermano menor cuando investigaba el paradero de sus videojuegos —No creo que sea el plomero que cambie las tuberías viejas.
Fabián seguía sin captar muy bien que estaba sucediendo, pero Lucas sabía muy bien a donde quería llegar su amigo, lo había dejado entre la espada y la pared sabía que en algún momento debía decirles todo pero no sabía había preparado psicológicamente para encarar lo que había hecho.
—Esta bien— dijo afligido —Mi tío pensó que con ustedes no podría desarrollar todo mi talento y me ofreció unirme a un grupo al que estuvo asesorando un tiempo, hace poco perdieron al vocalista y dijo que podía unirme a ellos para tocar en el café, en verdad lo siento.
—Maldita rata traicionera— salto de improviso aquel chico de cabellera larga que en cuando escucho las primeras palabras salir de su boca, quiso cerrarla a golpes, y lo habría hecho si no es que su amigo lo detuvo, con el impacto frustrado el cabello le cubrió el rostro nublando su campo de visibilidad —Nosotros somos Vampire Rockers lo olvidas?— estaba que no cabía en sus cabales de lo molesto que se sentía —Dylan, tu y yo.
—En verdad lo siento chicos— con las manos frente a sí, dispuesto a cubrirse de cualquier golpe que pidieran propinar sobre su persona, poco a poco las miradas curiosas se dirigían hacia ellos.
—Nada de lo siento chicos— esta vez Dylan con un nudo en la garganta, intervino en la discusión —Eramos amigos Lucas, ese era nuestro sueño y que te vallas sin nosotros... ¿De verdad lo harías?
—Flaco ¿qué no ves que ya lo hizo? la rata con alas nos abandono— por fin se había logrado sacar del amarre con el que le impidieron golpear al rubio chico que estaba frente a ellos —Pero ni creas que se quedara así, tu no confías te en nosotros, pero eso no importa no te necesitamos— una vena saltaba descontrolada de su cuello.
—Bien, si no me necesitan consigan a otro miembro que aguante todas y cada una de las veces en que te equivocas o no sigues la pista, a ver si alguien soporta tus estúpidas actitudes de niño insoportable que solo se la pasa tragando y molestando a los demás en lugar de coordinar bien el ritmo pasa a acoplarse al resto— Lucas estaba furioso, no era su culpa que a su tío no le agradará como tocaban sus amigos y aquello que decía no era mentira.
—¿Eso crees?— volteaba la vista a todos lados, un grupo de chicos en su mayoría de primer semestre los observaban —Ustedes que miran? disfrutan del espectáculo?
—Es lo único que sabes hacer "perro" armar revuelto y que nos castiguen a todos— un fuerte abucheo y sonidos de sorpresa sobresalieron en todo el recinto techado, haciendo que se amplificara el sonido y poniendo de malas al baterista.
—Esta bien, veamos quien se quedo con la mejor parte de la banda— su amigo volteo a verlo incrédulo por lo que acababa de decir —En el concierto de primavera, abriremos un pequeño duelo y quien gane podrá quedarse con el nombre, además de que sabremos quien de los dos tiene la razón.
Murmullos se colaban hasta detrás de la barra donde preparaban los alimentos, incluso los cocineros y cajeros escuchaban atentos la pelea que se suscitaba en ese preciso instante.
—¡Trató!— grito y le extendió la mano mostrando sus afilados dientes en cuanto se dio por cerrado el acuerdo en el más fuerte y decidido apretón de manos —Veamos quien es el verdadero talento dentro del grupo— dicho esto le dio la mano a su novia Melanie, que expectante no terminaba de procesar lo que estaba ocurriendo, Lucas siempre fue un chico que no hacía ni iba a ninguna parte sin Fabián o Dylan, ni ella estaba enterada que ya no estarían en la misma banda; casi a rastras la sacó del círculo de chismosos que se había formado a su alrededor, empujando a quien se atreviera a cerrarle el paso se abrió camino sin prestar atención a quienes lo abuchearon y murmuraban en su contra al salir de la cafetería.
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Rock and Roller
RandomA veces la vida nos presenta oportunidades verdaderamente importantes para crecer, aprender e incluso convertirnos en personas completamente diferentes. Aunque admito, no siempre mejores. Oportunidades que pueden presentarte al amor de tu vida, tu v...