La Doctora de Jackson 2-MJH

Capítulo 6. ¿Positivo o Negativo?

Ha pasado una semana desde que salí con Marcus y con Michael, la cita con mi esposo corrió menos incómoda de lo que creí y por cierto me pidió otra vez el postre Vanessa y me supo más delicioso a su lado. Desde ese día no he hablado con nadie mas que con los empleados de la casa. Rose no contesta a mis llamadas, no le hablaré a Marcus porque me siento mal de haber ido con él a escondidas de Michael y Mark tampoco contesta.

Ésto está muy raro, me comienzo a preocupar por eso. Acabo de salir de mi trabajo y me vine directo acá, camino hacia la camioneta, hoy iré por mis resultados de la prueba de embarazo y Michael no me dejó ir sola, así que iré con Jennifer, nos subimos ambas y Sebastián conduce.

- No te veo intranquila por el resultado - me dice ella con su voz delicada. La miro.

- Estoy preocupada, ni Mark ni Rose contestan al teléfono, ninguno de los dos suele hacer eso - miro el paisaje de afuera.

- Ya contestarán, no debes preocuparte, le hará mal al bebé - la miro mal.

- No estamos seguros de que eso esté dentro de mi - me mira sorprendida.

- Le dices como si fuera un objeto, creí que serías diferente como madre, pues... -

- "Eres pediatra" - le digo sonando irónica - Eso ya lo sé, lo he oído antes, pero no me gusta esa idea de ser madre, puedo cuidar de niños y aliviar el sufrimiento de otros que no sean mi sangre -

- Pero, ¿por qué? - me dice asustada.

- No lo sé - suspiro. No puedo decirselo a nadie, me da un terror inmenso saber que tengo a alguien dentro de mi, rezo cada día por no ser como mi madre.

En un rato ya se había estacionado la camioneta junto al consultorio, bajo y camino hasta llegar a la entrada junto a Jennifer, abro la puerta y en unos pasos más me siento en la sala de espera de la otra vez. Se escucha el abrir de la puerta y miro automáticamente, es Marcus y su hermana, me sonríe y lo veo con aires de querer acercarse a mi, le hago una seña para que no lo haga y se sienta lejos con una cara triste.

- Isabella Fiori - se levanta la hermana de Marcus y él a su par, caminan juntos al consultorio, entran y cierran la puerta. Espero que todo salga bien.

- Pobre chica, se veía muy preocupada - me dice Jenny a mi lado, yo ni siquiera la miré a ella.

- Ah, sí, pobrecilla - digo sin darle mucho crédito.

- Pero el chico con el que iba... ¿Será su novio? - la miro confundida, hace algunas semanas cortó con Richard por un problema, celos obviamente.

- No, es su hermano - digo naturalmente.

- ¿Lo conoces? - me mira sorprendida y al instante me sorprendo igual.

- No, sólo que ellos vinieron el mismo día que yo y pues, hablé un poco con ellos - sonrío.

- ¿En serio? ¿Y crees que yo pueda quedar con él? - iugh, siento algo en mi estómago que no me gusta para nada, los celos no van conmigo, mente.

- Tal vez, pero no lo creo, ya le gusta alguien - no pueden conocerse, eso me perjudicaría mucho.

- Oh, bueno - dice ella aún sonriendo.

Se escucha la puerta del consultorio abrirse y miro nuevamente en esa dirección, está Marcus abrazando a su hermana mientras ella llora desconsoladamente, en la cara de los que admiramos ésto, se forma un gesto de mera pena, caminan hasta la salida y se van. ¿Qué habrá pasado? ¿Está embarazada? Debe ser muy lamentable a su edad y en su situación tener un hijo.

- Vanessa Thompson - suspiro. Mi hora ha llegado, y como si fuera un misil, la preocupación se dispara de mis pies al cielo, tomo con fuerza la mano de Jenny mientras camino al lugar que cambiará mi destino para siempre.

Entro y recorro con la mirada nuevamente la sala hasta llegar a unos bonitos ojos azules grisáceos.

- Buena tarde señora Jackson, tome asiento - Dios, señora Jackson, es verdad, se ha cambiado mi nombre.

- Gracias - se sienta Jenny a mi lado tomando mi mano.

- Quiero que esté tranquila y que no se preocupe por lo que le diré, o por lo que leerá, que mantenga la calma en todo momento - ¡no huya del tema y dígalo ya! Mi respiración se acelera y ésto junto a mi ritmo cardiaco.

- ¿Podría no ponerme más nerviosa? Ésto es una tortura - le digo sonriendo entre dientes. Ella suspira.

- Salió... - saca un sobre y me lo da, lo tomo y lo abro con facilidad - Negativo - dice ella con aflicción, mi corazón salta y una sonrisa sin poderlo controlar sale de mi boca.

- Negativo - digo con un tono un poco más animado - ¡Negativo! - abrazo a Jenny con emoción, no llevo a nadie en mi vientre.

****

- Estuvo muy feo que celebraras el negativo - se cruza de brazos Jenny a mi lado. Salí del consultorio casi saltando de alegría y ella con su cara de tristeza, me reclama ahora en el camino el por qué de mi emoción.

- ¿Por qué? No debo preocuparme por cambiar pañales, ni por noches sin descanzo - ni por ser una mala madre, ni por no tener mi espacio y reclamarle a mi hijo que no tiene la culpa.

- Está bien, ya no discutiré más contigo - mira por la ventana.

Por mi mente nuevamente pasan Mark y Rose, tomo mi teléfono y marco el número de Rose.

- "El número que usted marcó está..." - y así ha estado todo el tiempo.

Ahora marco el de Mark... ¡Comienza a sonar! ¡Ésto es nuevo!

- ¿Hola? - pregunta él, ya extrañaba su voz.

- ¡Mark! ¿Cómo estás? ¿Cómo está Rose? ¡Hace mucho que no sé de ella! - suena un bufido del otro lado - ¿Mark? - digo inocente.

- ¿Que cómo está? ¿De verdad te interesa? Ni un maldito mensaje pudiste dejar y, ¿vienes a preguntar que cómo está? - dice enfurecido, demonios y es verdad, no mandé ni un mensaje, nada.

- De verdad lo lamento, sólo que... -

- No te preocupes en disculparte, ella ya lo hizo, y es mejor que no hablemos de ella aquí porque cualquier cosa podría suceder, te espero en el café "Donut", espero que ésta vez si vayas - inquiere por el auricular aún enojado.

- Sí, está bien, ahí nos vemos -

- Y te advierto, si no vas, no preguntes por nosotros nunca más -

- ¿Qué? - cuelga.

Sabía que ésto estaba muy raro, ahora hay más problemas en mi mente que antes. ¿Qué te está pasando Rose?

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-Sweet