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Parte 1.

Elizabeth ajustaba sus gafas sin dejar de observar y examinar las reacciones de Harry, quien en aquel instante se encontraba jugando con un pequeño timbre, el cual provocaba un agudo sonido, pero resultaba ser lo suficiente atrayente para el rizado.

- ¿Harry? – La voz femenina inundó el cuarto recreativo donde ambos se encontraban, sin embargo, el timbre volvió a sonar repetidamente opacando cualquier tipo de sonido que viniese de la muchacha. – Hey Harry – Insistió, esta vez con un tono juguetón. Después de todo, no podía resignarse tan rápido, era su trabajo y ciertamente ya estaba acostumbrada.


Tras unos minutos de insistencia sin obtener absolutamente ningún resultado, optó por jugar su mismo juego, pero ella se decidió por un pequeño collar con lo que parecía ser un cascabel colgando del mismo. Una vez lo tomó entre sus delgados dedos comenzó a hacerlo sonar suavemente, lo que rápidamente captó la atención del menor, quien desvió sus esmeraldas hacia el objeto que sonaba tan espectacularmente para él.


- Bien, ahora que tengo tu atención, te propongo un juego. – La sonrisa en los labios de Elizabeth se amplió cuando notó que su "paciente" seguía el sonido del cascabel a la par de su voz. – Yo te haré preguntas y cuando digas que si, tu timbre sonará una vez, ¿Está bien? – E inconscientemente, hipnotizado por la fina voz y el sonido, el asintió. – Y cuando sea no, serán dos veces, ¿Entendido?

Desde aquel final de su palabra, atrapó el cascabel en su puño callando el sonido que provocaba, lo que conllevó a que Harry desviara su mirada a su timbre para hacerlo sonar una vez temerosamente.

- ¡Muy bien, Harry! – Exclamó la chica, volviendo a hacer sonar el cascabel entre sus dedos, casi como si se tratara de un premio. - ¿Te encuentras bien hoy? – Y nuevamente el timbre solo hizo un corto sonido. – Oh, ya veo. Me encanta que estés bien, Harry. Por cierto, ¿Qué ha sucedido con Linterna verde? – A pesar de que no era precisamente una pregunta en la cual pudiese obtener una respuesta sencilla, notó como Harry se encogió en su lugar, ocultando su mirada con el flequillo que caía por su frente cuando inclinó su rostro. - ¿Lo has perdido, cariño? – Cinco, diez, quince segundos y el timbre sonó dos veces suavemente. - ¿No? ¿Alguien te lo ha quitado?


Y repentinamente, luego de aquella última pregunta, el silencio reinó en el lugar, porque en realidad Lily no se lo había arrancado de las manos, ni mucho menos quitado, pero Harry no entendía la situación de la estadounidense. Sin embargo, el rizado se negaba a admitir que así había sido, tenía la vaga esperanza de que aquella muchacha hiperactiva sería secretamente su súper héroe desde ahora.

Ya ni siquiera extrañaba a Linterna Verde, sabiendo que a unas pocas salas se encontraba la única chica que se había acercado amistosamente hacia su persona. Y de pronto, él hizo sonar el timbre dos veces.


Elizabeth frunció el ceño en confusión, porque si, entendía que ya no tenía su figura de acción y no porque él lo hubiera perdido, pero si nadie se lo había quitado, ¿Qué quería decir? Ella examinó el rostro del muchacho y casi podía creer que allí se encontraba una sonrisa.
Poco perceptible, pero lo era al fin y al cabo.

Sabía que indagar en lo que quería decir Harry sería inútil en aquellas instancias, así que prefirió finalmente cambiar rápidamente el tema.


- Oh, y qué dices de tu nueva escuela, ¿Te gusta? – Sí.


- Eso es muy genial, amor. Ahora, ¿Te agradan los niños de aquí? – E instantáneamente pensó en Lily.

... Sí.


Tan solo había bastado tres días para que Harry cayera hipnotizado ante la castaña, pero solo se trataba de sentirse cómodo alrededor de una persona, no de tener miedo a lo que sucediera en su entorno. En sentirse seguro y en querer obtener cariño incondicional, así era como se sentía Harry cada vez que veía a Lily, pero el miedo aún estaba en él.

Lo único que sabía, era que observar a Lily era mucho mejor que fantasear en ser un chico aceptado por el resto.

Every Minute | Harry Styles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora