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La confusión dentro de la oficina era palpable, no era necesario ser experto para notarlo. Las miradas iban de persona en persona en cuanto a las seis personas presentes.


Detrás del imponente escritorio de madera se encontraba Liam acomodado en una clásica silla de cuero, mientras que a ambos de sus costados se hallaba Louis a su izquierda y Elizabeth a su derecho, los tres con su uniforme correspondiente.

La penetrante mirada marrón de Liam se encontraba sobre la pareja de casados que tomaban sus manos con nerviosismo, quizás que locura estaba pasando por la mente de ambas personas.
En cambio, la mujer de no más de treinta años a una distancia prudente de la pareja acomodada en la silla de madera que se le proporcionaba, observaba atentamente a los jóvenes profesionales frente a ella, pasando por alto a la pareja desconocida para ella.

- Lamento haberlos hecho esperar, seguro se preguntarán para qué han sido reunidos aquí por nosotros. – La voz gruesa y masculina de Liam rompió todo tipo de silencio dentro de la oficina, esta vez ganándose la mirada de la pareja y por consiguiente de la mujer.

- Me estás asustando, Liam. ¿Le ha pasado algo a mi bebé? – Las oscuras cejas de la mujer se fruncieron en preocupación, Liam por su parte solo le sonrió calmadamente. Él por supuesto ya tenía la suficiente confianza con ella para tutearse y claro, entendía su preocupación.

- ¡Oh, no, no! Trisha, estas son buenas noticias. – Y a pesar del alivio que embargó por completo el cuerpo de la nombrada, esta vez fueron la pareja de casado quienes observaban la situación con confusión. Siendo el hombre junto a su mujer que llevaba su clara mirada a la francesa, en busca de alguna respuesta.

- Perdone, pero, ¿Eso qué tiene que ver con nuestro hijo? – Era casi como estar en un juego de ping pong para Liam, llevando su mirada de uno a otro. Sin embargo, no esperaba dar tantas vueltas al asunto. No tenía ningún tipo de intensión de asustar a nadie más.

- Mucho, en realidad. – Respondió inmediatamente Louis, quien había mantenido silencio, pero al notar que Liam no continuaba simplemente interfirió. – Por cierto, soy Louis Tomlinson, el fisioterapeuta encargado de Harry y Lily. -


Los saludos con apretones de manos no se hicieron esperar por los padres de los nombrados hacia Louis, todo estaba tomando un rumbo al conjunto por fin y las tensiones y confusiones eran cada vez más nulas.

- Hoy tuve terapias con Harry y bueno, supongo que ya saben que Elizabeth es la encargada de él y siempre se encuentra junto a Harry en las terapias – Los señores Styles no tardaron en asentir con un suave "si" de por medio. – En la sala de recreación que ocupo también trabajo con Liam, que es terapeuta de Lily. Bueno, hoy los juntamos a ambos dentro de la sala y hubo un resultado realmente sorprendente y significativo entre ambos.


- ¿Cómo? – Preguntaron el trió de padres en coro.

- En resumen, para hacer esto más sencillo. – Interrumpió Elizabeth – Lily consiguió una media hora de memoria y Harry interactuó con ella por voluntad propia, hablándole. -


Las exclamaciones de sorpresas y jadeos no se hicieron en esperar, las lágrimas que recorrían el rostro de Trisha era de genuina felicidad. Sus delicadas manos fueron a parar en su rostro, tratando de ocultar el recorrido de aquellas mientras sus hombros se contraían en espasmos.

Las historia de los Styles no era diferente, Des abrazaba fuertemente a su esposa por la cintura estando ella llorando sobre su pecho. Se podía notar como los mieles ojos de Des estaban cristalizados y él, parecía el único apto en formar palabras en comparación a ambas mujeres.

Every Minute | Harry Styles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora