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3 de Febrero



Harry había acabado de alistarse en cuanto a su ropa, sin embargo, su madre secaba con una toalla tamaño medio el cabello del menor quien se encontraba tranquilamente sentado sobre su cama. Sobre sus piernas se encontraba un gran libro que Anne desconocía de que trataba, pero él estaba empeñado desde que pidió a Des comprarlo que él lo envolviese.



No conforme, Anne rebuscó entre la cajonera de su hijo en busca de un secador. Parecía que el cabello de Harry era un caso perdido en cuanto a tratar de secarlo manualmente y acomodarlo, por ello segundos más tarde el aire tibio golpeó suavemente el perfil de Harry.


Parecía ser su madre más nerviosa que su propio hijo. Pero estaba tan enfocada en que su pequeño luciera absolutamente guapo para la pequeña celebración que se llevaría a cabo en casa de Trisha, de este modo Anne acomodó el suave y rizado cabello de su chiquillo especial de manera que un bien acomodado flequillo se hiciera notar en la parte delantera de su cabello cubriendo parte de su frente, dándole de aquel modo un perfilado más marcado en las facciones de Harry.


- ¡He terminado! - Se irguió Anne, apagando el secador y dejando a un lado el peine que había utilizado. Desde su posición aprecio su obra de arte en cuanto al cabello de Harry, aunque ella estaba lo suficientemente segura de que con cualquier tipo de peinado su pequeño hijo seguiría siendo una digna obra de arte de la cual apreciar. Y no, no era solo por ser su madre. - ¡Luces precioso, seguro que a Lily le encantará! - Exclamó ella entusiasta.


Harry enrojeció con el simple hecho de la mención del hombre de la castaña. Casi era costumbre aquella reacción de su parte desde que sus terapias con ella habían aumentado al igual que las interacciones.


- ¡Harry! - Oyó un agudo gritillo desde la puerta donde se encontraba su pequeña hermana observándole con una amplia sonrisa. - Mira, he visto este papel de regalo en la tienda con Gemma y pensé que a Lily podría gustarle - Una enternecida sonrisa apareció en los labios de Anne cuando vio a ambos de sus menores y silenciosamente salió del cuarto de su hijo cuando Annie ya se encontraba frente a él.


El papel era de tono azul cielo y en el se encontraban una variada cantidad de aves, para Harry fue simplemente perfecto. Muchas veces notó como Lily correteaba no solo mariposas sino también a las aves en los recesos luego de las terapias, por supuesto nunca llegó a preguntarle si le gustaban, pero él tenía una vaga idea de que así era.


Él revolvió dulcemente el largo cabello de su hermana en una señal ya clara para ella; "gracias". - ¿Puedo ayudar a envolver el regalo? - El rizado asintió, caminando ambos hacia el pequeño escritorio acomodado en una esquina de su cuarto para extender el papel de regalo y dejando a un lado el libro. - ¡Oh, oh, aquí tengo cinta para envolver! - Se apresuro a decir Annie, sacando del bolsillo de su rosado y holgado suéter un pequeño rollo de cinta adhesiva.


Les había tomado al menos cinco minutos envolver el libro, aparentemente trabajar en equipo cuando de ellos se trataba era un resultado excelente, Harry se entendía tan bien con su pequeña hermana y mucho más que con Gemma, era una extraña conexión que ambos tenían. A pesar de que él no hablase, Annie entendía todas sus reacciones y pequeñas señales de respuestas por su parte. Simplemente eran un gran equipo.

Every Minute | Harry Styles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora