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El estrés habitual de Harry cada vez que recibía sus clases de aprendizaje junto a un grupo de otros chicos de sus edad no se presentó, el momento vivido con Lily había sido suficiente estimulo para mantenerlo ocupado en su burbuja soñadora. Lejos de las reacciones caprichosas del pelirrojo de su clase, ni siquiera llegó a notar cuando la maestra le negó obtener los creyones rojos y este golpeaba sin parar la mesa, perturbando la tranquilidad del salón.


El muchacho respondía positivamente a base de códigos cada vez que la maestra le preguntaba sobre lo aprendido en la clase del día. Una vez que el día se hubo finalizado aquella misma chica que dirigía la clase llevó ordenadamente al grupo donde sus padres los esperaban.


Fue cuestión de tiempo cuando cada uno fue con sus padres y aquella no fue la excepción de Harry, había sido su madre quien lo había saludado dulcemente donde selló este mismo con un beso en la frente de su hijo. Anne le conversaba animadamente a Harry sin obtener respuesta, era una cariñosa rutina que la castaña había adoptado hace ya muchos años, pero lo que no sabía era que Harry siempre reaccionaba encantado a cada palabra, oyendo lo que sucedió en el día de su madre.


Ambos caminaron en dirección al auto familiar de los Styles' donde los esperaba su padre sentado en el asiento del piloto, siendo él quien había descendido del auto para abrir la puerta trasera y ayudar a Harry a acomodarse y ajustarle debidamente el cinturón de seguridad, sin embargo, antes de Anne optar por seguir a su esposo –por el lado del co-piloto- notó a un par de autos de distancia desde su propio lugar en el estacionamiento como Trisha reía y jugaba con Lily antes de ingresar al auto.


Inconscientemente caminó rápidamente en dirección a la ojimiel que había conocido en aquella intensa reunión, su mirada verde seguía los movimientos de Trisha cuando ingresó a Lily por el lado del co-piloto y ajustaba al cinturón de la menor, llegando afortunadamente a una distancia prudente cuando Trisha cerró suavemente la puerta.


- Hey, Trisha – Pronunció Anne, alzando la voz en busca de obtener la atención de Trisha que no demoró en posar sus mieles sobre sí misma. – Perdón que... Uh, te moleste, pero no he podido dejar de pensar en la reunión de la mañana y me preguntaba si, podría existir la posibilidad de que nuestros hijos se vean después de las clases y las terapias, quizás podrían... Tú sabes, ayudarse. O... Oh por Dios, perdón que divague y...


La dulce y casi silenciosa risa de Trisha interrumpió las palabras de Anne, siendo ella quien ahora llevaba sus jades hacia la mujer frente a ella que mantenía ahora una simpática sonrisa en sus labios. – De hecho, también lo pensé y lo consideré, aunque no sé si sea buena idea llevar a Lily a otra casa diciéndole que irá por un amigo si bueno, tu entiendes, ella no recordaría tener un amigo...


- ¡Oh, no! De eso no hay problema, de hecho si tú me dieras tu dirección yo podría llevar a Harry – Trisha solo bastó dar un asentimiento para rebuscar en su pequeño bolso de mano un lápiz y una libreta para comenzar a escribir la dirección para Anne.


- No tengo problema en que vayan hoy. De hecho, mientras los chicos pasan la tarde quizás podríamos tomar el te – Anne absolutamente gustosa por la idea tomó el papel que le tendió Trisha con la dirección para posteriormente despedirse con una que otra sonrisa por ambas mujeres.



(. . .)



- ¡Harry, Harry, Harry! – Corrió la pequeña Annie bajando las escaleras sin dejar de gritar en busca de su hermano, quien estaba lo suficiente absorto en sus pensamientos sentado sobre el sofá de la sala comiendo casi por inercia un paquete pequeño de M&M's.

Every Minute | Harry Styles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora