¡¿Nos cambias por una chica?! || Diabolik Lovers || Yui Komori.

》Capítulo 3

Kanato moría de curiosidad por saber como era aquella chiquilla que se había ganado el odio de sus dos hermanos; también quería saber porque parecía tan interesada en Yui. ¿Realmente le gustaría? Era increíble que Yui llamará la atención incluso del género femenino.  

A Kanato le causaba mucha gracia ese hecho.  

Por eso quería ver con sus propios ojos como era aquella mujer misteriosa, antes no le había prestado atención porque no era de su interés, pero ahora todos en la Mansión estaban interesados en saber quién era la fémina misteriosa. Sólo sabían su nombre apenas... y que no era humana. 

—....................—

Cuando encontró a Yui sabia que la chica estaría cerca de los alrededores, esperando devorar a sus víctimas, por esa misma razón tuvo algo de cuidado cuando se acerco a la débil humana. 

Aún cuando es de su pertenencia. 

—Yui-san... 

La macabra voz del Sakamaki fue lo suficientemente audible para espantar a la rubia. 

Yui no podía evitar pensar que tenía una terrible suerte, de hecho, la rubia pensaba que su suerte era totalmente nula. 

El vampiro tras ver a la rubia tan nerviosa dejo su amado oso a un lado de Yui, sus intenciones eran muy obvias, verla temblando y tan vulnerable solo le provocó sed. Kanato tomó los hombros de la fémina sin gentileza alguna, sólo buscando escuchar algún quejido de su parte, le divertía verla tan débil. 

Pero cierto Sakamaki había olvidado su propósito original y las advertencias de sus hermanos. 

Grave error. 

—¿Este maldito oso es tuyo?

—¡No toques a Teddy!

—¡No toques a Yui!

Eso descolocó un poco al más bajo, ¿esto era por...? Ah. Ella debía ser la misteriosa chica. 

—Esta patética humana es mi muñeca. 

—Esa humana es mía. 

Kaori tenía entre sus manos el preciado tesoro felpudo del trillizo, un solo movimiento contra la rubia y... sería historia el peluche. 

—Kaori-chan...

Por primera vez en un largo rato la voz de Yui se hizo a escuchar, con anterioridad, la chica estaba aterrada sobre que podría hacerle Kanato. Después de todo, el chico solía ser conocido por ser algo... inestable. 

Kaori fijo sus ojos en la figura femenina, le disgustaba en demasía verla apresada en brazos de otro, por eso no tendría consideración alguna en partir el oso por la mitad si Yui recibía un solo rasguño mientras el la sostenía. 

Si ellos eran unos malditos posesivos, ella lo era aún más. 

—¿La soltarás o adiós maldito oso?

—Tsk...

—Debe ser un dolor de cabeza para ustedes que no les cumplan los caprichos, ¿no es así? 

Ella sonrió totalmente confiada de sus acciones, conociendo la personalidad del trillizo, eso le molestaría demasiado. Kaori realmente estaba dispuesta a hacerles miserable la vida a los Sakamaki si tocaban lo que era suyo. 

—Tsk...

—¿Y bien? 

Observo como lentamente el Sakamaki soltaba a la rubia, seguramente de no haber estado observando, la habría empujado al suelo. Se acerco con pasos lentos pero firmes, no había duda en su postura, llegaba a hacer algo extraño y adiós oso. Con su brazo disponible rodeo a la rubia en un semi-abrazo mientras lanzaba el oso a su propietario. 

—Me encanto hacer negocios contigo, Sakamaki. Ahora, digamos, una pequeña advertencia; si siento tu sucio aroma en Yui, date por muerto.— La amenaza era bastante explícita, no creía que debía repetir algo que era muy obvio.  

—¡T-Tú no me das ordenes...! —El más bajo de los trillizos temblaba de pies a cabeza; era demasiado obvio que quería explotar. 

—S-Suficiente... Vayamos por algo de comer Kaori-chan, ¿s-sí? 

La pequeña Yui siempre queriendo evitar conflictos. Era un acto tan noble... y tan estúpido. 

Pero no podía evitar caer en sus pequeños caprichos. 

Caprichos tan adorables que obviamente solo podían ser de Yui. 

—De acuerdo. Esta vez quiero un dulce que tenga muuucha leche.~ 

—¿A-Ah...?

—Un dulce, Yui-chan, un dulce. No hablo de ti... por ahora.~ 

—¡K-Kaori-chan...! 

Las facciones de Yui se coloraron rápidamente por la vergüenza; Kaori simplemente sonrió satisfecha. 

Mientras ambas chicas se retiraban de la estancia, una mirada violácea enojada las veía, Kanato estaba hecho una furia. Primero esa tonta tomó a Teddy sin su permiso, segundo esa idiota le quito su postre, y tercero... ¡lo amenazó! ¡Imperdonable! ¡Intolerable! ¡Se vengará! 

—Ella... ella... me cambio... ella... ¡¿cómo se atreve?! 

Él simplemente apretó el oso contra su pecho, su rostro no demostraba furia, pero su ''sonrisa'' era escalofriante. 

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Aquí les traigo la actualización del fic, ¡espero les este gustando! Realmente empiezo a tener mas ideas y se me esta haciendo divertido escribir ahora.~

¡Hasta la siguiente actualización, beibis!

Estaré respondiendo dudas en comentarios, si desean preguntar, por supuesto.~