"Vive; relata mi historia y mi causa a los insatisfechos." -Hamlet Acto V Escena II.
LuHan cerró el libro. Podía escuchar la lluvia.
En la habitación subterránea no se oía casi nada, pero, por alguna razón, el sonido del viento y de la lluvia siempre atravesaba las paredes.
Un ratón subió por la pierna de LuHan y se le sentó en la rodilla. Movió los bigotes y junto las patas delanteras como si estuviese pidiendo algo.
"¿Quieres que te lea este libro?"
"Cheep."
"Mira que te gustan las tragedias, ¿eh? ¿Por qué no eliges algo más divertido?"
El ratón lo miró con sus ojos del color de la uva y parpadeó. LuHan se movió en la silla y cruzó las piernas, con el ratón en su rodilla.
En sus tiempos, la silla había sido una pieza muy bonita y delicada. Era evidente por como estaba construida y los dibujos del tapizado. Pero ahora estaba vieja y desgastada; había perdido el color en varios sitios y el cojín se había desteñido hasta tal punto que era imposible decir de qué color había sido. Aún así, era una de las pocas piezas de mobiliario que tenía la habitación. LuHan la había sacado hacía una semana de debajo de los libros que cubrían dos tercios de la habitación.
"Puede que encuentres un tesoro más grande debajo de todos esos libros si buscas bien." LuHan había intentado ir en serio, pero SeHun se había reído.
"¿Por qué no te preocupas por hacerte más fuerte antes de pensar esas tonterías? Seguro que eres un niño mimado que no ha tenido que hacer nada de ejercicio desde que nació. Y paliducho y flacucho."
"Me encargaba de las tareas de limpieza en el parque. Estaba haciendo ejercicio todo el rato."
SeHun bajó los hombros. En su voz podía escucharse el desprecio.
"¿Tareas de limpieza? ¿Limpiar cuenta como trabajo físico en No. 6? Todo lo que tenías que hacer era controlar a los robots que se encargan del mantenimiento y la limpieza. Hacer ejercicio, niño--"
SeHun cogió el brazo de LuHan y le clavó los dedos con tanta fuerza que éste hizo una mueca de dolor. Los dedos de SeHun aunque a primera vista parecían muy finos, tenían una fuerza impresionante. "... es usar los brazos, las piernas y la espalda. Usar tu cuerpo. Recuérdalo."La forma de hablar tan sarcástica de SeHun había dejado de molestar a LuHan una vez que se había acostumbrado a ello. En su dureza y su cinismo también estaba una verdad que no podía negar, y la mayoría de las veces le persuadía más de lo que le ofendía. Era verdad, el trabajo de LuHan en la Ciudad Sagrada consistía en apretar las teclas del panel de control. Nunca había realizado un trabajo de esos de los que te dejan hecho polvo. No sabía lo que era estar todo sudado, que se le cuartease la piel de las manos, que le doliesen los músculos del cansancio, pasar hambre y dormir tranquilamente después de un día de trabajo.
Nuca lo había experimentado.
"Por eso voy a hacer esto," dijo LuHan con determinación señalando las montañas de libros apilados que había por toda la habitación. "Voy a organizarlos y a colocarlos por orden en las estanterías. Si eso no es trabajo físico, entonces lo sé lo que es."
"Te vas a tirar la vida."
"En una semana estará hecho."
SeHun volvió a encogerse de hombros. "Como quieras," suspiró.
"Haz lo que te de la gana. Pero limítate a los libros y a las estanterías. No toques nada más."
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HACIA LAS ESTRELLAS⭐ [HunHan]
Fanfiction[Retomando su publicación. 12/04/18] "Han transcurrido cuatro años y muchas cosas han cambiado en la cuidad de «No.6». Sucesos extraños han empezado a ocurrir en aquella cuidad ideal, en los cuales LuHan se ve involucrado. En todos estos años, LuHan...