16. "El ángel del mundo de las tinieblas" (1/2)

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"Le quiero, le quiero. Es como una piedra al cuello - me arrastrará al fondo con él. Pero quiero a esta piedra mía - no podría vivir sin ella."
Chekhov "The Cherry Orchard.








La chica entró justo cuando Karan iba a bajar las persianas de la tienda.

"¿Quedan magdalenas?" Era una niña adorable con la cara redondeada, seguramente no tendría ni diez años.

"Las de queso se me han acabado, pero si te gustan las de pasas, de esas todavía me queda una."

"Pónmela, por favor."

"Claro, Lili. Espera un momento." Karan cogió la magdalena de la bandeja y la puso en la bolsa con un par de donuts.

"Los donuts son un pequeño extra."

"Gracias." Lili le dio a Karan unas cuantas monedas de cobre. Seguramente la había llevado en la mano durante todo el trayecto hacia la tienda, porque aunque no tenían sangre dentro, tenían la calidez del cuerpo humano.

Lili miró dentro de la bolsa y se le iluminó la cara al ver que habían dos donuts enteros dentro.

"Después de todo, eres una de mis clientas habituales, Lili. La próxima vez hornearé unas cuantas magdalenas de queso de más para ti."

"No vas a cerrar la tienda, ¿verdad?" Lili levantó la cara de la bolsa y miró a Karan con una expresión sombría.

"No. ¿Por qué piensas eso?"

"Mamá ha dicho que a lo mejor cerrabas la tienda. Pero me alegro de que no." Una sonrisa de alivio se dibujó en su cara. Karan se agachó y abrazó a la niña con fuerza.

"Gracias por preocuparte por mí, Lili."

Su cuerpo suave, su presencia cálida - era muy pequeña y aún así le daba a Karan muchísima fuerza.

"Mamá y papá están preocupados," dijo Lili. "Estaban diciendo, '¿y si no podemos volver a comer las tartas o el pan de esa panadería?' Porque, ¿sabes qué? Las tartas de la tienda de enfrente de la estación no están buenas y son muy caras," dijo malhumorada.

"¿De verdad?"

"Sí. El otro día había un pastel enorme en el escaparate que parecía un castillo de juguete. Y Ei y yo - oh, ¿sabes quién es Ei?"

"No."

"Es mi amigo. Se le da muy bien hacer burbujas de jabón. Pues Ei y yo lo estábamos mirando porque era muy bonito."

"¿Estabais los dos mirando el escaparate?"

"Sí. Y el hombre mayor de la tienda empezó a gritarnos. Nos dijo que no tocásemos el cristal con las manos sucias. Sólo estábamos mirando. Ni siquiera estábamos tocando el cristal," dijo Lili, indignada.

"Eso no está bien."

"Así que Ei le gritó, y le dijo '¡Eres un idiota, viejo!', y entonces yo también le grité y le dije '¡viejo calvo estúpido!'. Y entonces salimos los dos corriendo."

HACIA LAS ESTRELLAS⭐  [HunHan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora