14. "Pecado y santidad" (2/3)

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No. 6 estaba envuelta en el brillo rojo de la puesta de sol. No había nada más exquisito que la puesta de sol en otoño. El hombre soltó un suspiro de satisfacción.

Que escena más hermosa y más tranquila. Hacia unos pocos días, el Parque Forestal mostraba el contraste entre las hojas que habían empezado a secarse y las que aún estaban verdes, pero ahora la mayoría de los árboles habían perdido las hojas. Era un tipo pacífico de belleza, de la naturaleza que se preparaba para el invierno.
Había reunido ahí lo mejor de la ciencia moderna; tenía la naturaleza bajo su control, y la ciudad utópica definitiva se acercaba a su finalización. La gente tenía suerte de poder nacer, crecer, vivir y envejecer ahí. Eran los elegidos.

No había infelicidad allí. Incluso los huracanes puntuales que pasaban por allí eran un método de riego natural para los terrenos de pasto y de agricultura que iban desde el Bloque Sur hasta el Este.

Todo lo que necesitaba era un poco más. Un poco más, y la tierra de los dioses estaría al fin completa. Una utopía, en la que sólo los elegidos podrían vivir. Sólo necesitaba un poco más.

"Mira que te gusta la vista desde aquí," dijo una voz detrás de él, con indicios de risa.

"¿Por qué no admites que es fantástica?"

El hombre que se había reído negó con la cabeza, mostrando su desacuerdo. Llevaba una bata blanca de laboratorio.

"Prefiero el micro-universo. El mundo de las bacterias, microbios, neuronas, macrófagos, virus. Cuando llegas a algo como los virus, estás en la escala nanométrica. Sólo puedes verlos a través de un microscopio. Son preciosos, ¿sabes? Son cosas realmente preciosas que no puedes ver a simple vista. Hay un límite a lo que pueden ver los ojos por sí mismos."

"Ese siempre ha sido tu lema, ¿verdad? Te he oído decirlo desde que te conozco."

"Mi lema no cambia."

"Y sigues bebiendo café cargado antes y después de la cena."

"Ese es otro de mis hábitos que no cambia."

Los hombres se miraron el uno al otro, y se rieron levemente. Se conocían desde hacía décadas. Sabían perfectamente que parte del otro había cambiado y que parte seguía igual.

"¿Y ahora qué? Creo que ya va siendo hora." El hombre levantó su taza de café customizada. El café que había en ella seguía humeando y olía como si acabasen de ponerlo, todo gracias al mecanismo de ajuste que tenía la taza. El hombre que llevaba la bata blanca se humedeció el labio inferior. Era un hábito de cuando estaba inmerso en sus pensamientos.

"Estás hablando de recoger más muestras," dijo.

"Vivas."

"Sí, ya hemos recogido unos cuantos especímenes muertos. Pero no podemos decir que es suficiente. Queremos unos cuantos más."

"Si es lo que quieres, puedo conseguírtelos. ¿Cuántos necesitas?"

"Luego te mando una lista diciendo cuántos queremos de cada condición, basados en el sexo, edad e historial de enfermedades."

"Eso sería genial. ¿Y de los vivos? ¿Quieres que empiece a prepararme para recolectarlos?"

"No, necesito más tiempo."

HACIA LAS ESTRELLAS⭐  [HunHan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora