13. "Pecado y santidad" (1/3)

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La columna por la que había caído LuHan resultó ser un pilar enorme tumbado. Mirándolo con más atención, podía ver que en la base estaban grabadas las figuras de varias mujeres vestidas con unas ropas finas y translucidas. De lo que probablemente había sido un arco, sólo quedaban las bases de metal oxidado, llenas de maleza. La pared había caído por completo y había pedazos de piedra aquí y allá.

Si se hubiese dado con uno de esos en la cabeza...- LuHan se estremeció sólo con pensarlo.

Era la primera vez que veía el escenario que tenía delante. Claro está, en No. 6 no había edificios en ruinas. Todos los edificios estaban construidos de acuerdo a su propósito, valorando la eficiencia y la funcionalidad por encima de todo lo demás. Restos como estos, que habían estado expuestos a la lluvia y al viento mucho tiempo, eran sinónimos de ilusión y no eran producto de la realidad.

Tomó aire y dejó vagar la mirada a su alrededor otra vez. El viento empezó a soplar en una danza furiosa. Como continuando su viaje hasta un estado aún más deplorable, una parte de la pared crujió y se desmoronó justo delante de LuHan.

"SeHun," llamó. No estaba pidiendo ayuda. Simplemente había querido decir su nombre. "Estás aquí, ¿verdad? Sal de una vez."

"Te vas espabilando," dijo una voz desde arriba. LuHan miró en esa dirección y vio a SeHun sentando en el alfeizar de una ventana a varios metros de altura. No quedaba nada de la ventana, excepto el marco. El vacío rectangular, que estaba bordeado de negro, parecía una boca bostezando en la cara de la pared, abierta como si estuviera a punto de gritar.

SeHun saltó desde donde estaba sentado a varios metros de altura y aterrizó perfectamente sobre el suelo sucio.

"Te pesan poco los pies," comentó LuHan.

"Me honran sus cumplidos, majestad."

"Me alegro," bromeó LuHan. "Sin mencionar lo rápido que desapareces cuando hay algún problema."

SeHun se encogió de hombros y soltó una risita.

"Has aprendido a ser sarcástico. Ya es algo. Has crecido un poco, ¿eh?"

"Habré conseguido unos diez años de experiencia paseando por ese mercado."

"Casi te disparan, te ha seducido una mujer, has tropezado con un cadáver y te has peleado con un hombre. Bueno, supongo que para un crío como tú, eso cuenta como unos diez años. Pero-"

"¿Hm?"

"Has mejorado mucho en eso de salir corriendo," dijo SeHun con aprobación. "Mucho mejor que tu último intento con el gordo."

"¿Te refieres a los Despachadores?"

"Sí. El tío tenía pinta de haberla tomado contigo. Sinceramente, pensaba que si entrabas ahí ya no salías."

"Y has tardado poco en desaparecer."

"Sólo me meto en los problemas estrictamente necesarios," SeHun se rió en silencio. "Pero has hecho un buen trabajo huyendo. Déjame decirte que esos tipos no se rinden fácilmente. Y tú destacas. Yo que tú tendría cuidado."

"Acepto vuestras humildes palabras con total gratitud, alteza."

"También has mejorado contestando," dijo SeHun riéndose en voz alta esta vez, aunque suavemente. El perro esquelético estaba tumbado en el suelo, moviendo la cola de lado a lado. La miseria del mercado parecía un sueño. Todo estaba en un silencio total, como si las montañas de escombros que había a su alrededor estuviesen absorbiendo todos los ruidos.

HACIA LAS ESTRELLAS⭐  [HunHan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora