Se recomienda tomar precauciones, bebemario no se hará responsable del charco de lágrimas:p
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A mis 7 años, un año después de mi.enfermedad, las cosas no parecían estar mejor, pues mi hermanito Oscar de apenas 9 meses de nacido, se sentía algo mal, no dejaba de llorar, tenía fiebre y al parecer tenía algunos puntos rojos y un poco hinchado.
Fuimos al doctor y recibimos una mala noticia, mi hermanito tenía meningitis y tenía que ser hospitalizado inmediatamente para ver si podían hacer algo, yo aún no comprendía nada, porque estaban muy triste mis padres?..que era meningitis?.. se cura rápido?, yo ya quería que se recuperará para jugar con el, me gustaba mucho hacerlo reír y jugar con el con sus peluches y juguetes.
Unas horas después, mis padres me fueron a dejar con mi abuelita y mi tía chato (vivían juntas), mi prima me hablo para que fuéramos a jugar, pero yo no tenía muchas ganas de jugar, yo sólo quería que regresarán por mi e irme a mi casa a jugar con mi hermanito. Pero mi tía recibió una llamada de mis padres diciéndole que me quedaría a dormir con ellas y mi tía les dijo que no se preocuparan, que todo iba a estar bien, se limpió sus lágrimas, colgó y me dijo que por ahora me iba a quedar con ellas, que porque se les "había descompuesto el carro a mis padres", obedecí y me fui a dormir y tuve un sueño muy bonito, soñé que estaba con mi hermanito Óscar en mi cuarto jugando y haciéndolo reír como siempre.
Amaneció y yo ya estaba listo para recibir a mis padres, llegaron por mi un poco raros, otra cosa extraña que note es que faltaba mi hermano Óscar, el no estaba con ellos, llegamos a casa y me baje del carro muy feliz, pensando que el estaría en casa con mi tía mary (vivía en frente), pero me equivoque, él no estaba en la casa, le pregunté a mi mamá que donde estaba Óscar y con sollozos me explico que mi hermanito ya era un angelito y que el iba a estar arriba cuidandome
Yo no podía creerlo, fui a su cuarto,me dirigí a su cuna y no estaba, fui a mi cuarto y tampoco estaba, aún no podía creerlo hasta que fuimos al velorio y me dirigí a la camilla con ruedas y lo mire ahí acostado, dormido sin moverse o llorar como lo solía hacer, pálido y un poco frío, en cuando lo mire así, me puse a llorar mucho al pensar que el ya no estaría más a mi lado como siempre jugando y riéndonos.
