Cap. 7: Las cosas se ponen raras...

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Me había recuperado con bastante rapidez de mi previo desfallecimiento, por lo que Rohan no se vio demasiado preocupado después de eso. Me tomé unos días para trabajar desde casa, e investigué con suma precaución y detenimiento los detalles de la última desaparición. Se trataba de una joven colegiala, la cual fue vista por última vez al salir desde la escuela hacia su hogar.
Lo que más me llamaba la atención era la aparente falta de un patrón en las desapariciones; las víctimas no tenían ningún tipo de rasgo físico que las conectara entre sí. La mayoría de los asesinos en serie buscaban similitudes entre sus "presas", como que todos tengan un tipo de color de cabello específico, una altura o algo como eso...

-No es posible que sean distintos sujetos los que cometen los crímenes... ¿o sí?- me pregunté, mientras me devanaba los sesos pensando.

Me encontraba sentada el comedor, con toda una pila de papeles desperdigada sobre la mesa. Me dolía un poco la cabeza, pero supongo que era porque mis neuronas estaban quemándose de tanto pensar.
Estaba tan concentrada en lo mío, que no noté el sujeto de cabellos verdes y extraña bandana en la cabeza que se sentó frente a mí con un una carpeta de dibujo y otros utensilios de arte en sus manos.
El ruido de un lápiz rasgando contra el papel me sacó de mi trance, y fue entonces cuando lo noté.

-¡Diablos, vas a provocarme un maldito infarto, idiota!- chillé, pegando un salto en la silla.

-No sé cómo eres capaz de hilvanar un insulto cada dos palabras, todo en una misma oración...- soltó él, sin levantar la mirada de lo que estaba haciendo -. Pensé que me habías visto, pero que simplemente me estabas ignorando...

-¿No ves que estoy súper concentrada? Además, ¿por qué tienes que venir a dibujar aquí? ¿No tienes tu propio estudio para hacer eso?

-Ajá...- dijo, sin prestarme atención.

Rohan levantó la mirada para contemplarme un momento, y luego continuó dibujando.

-Tú no estarás...- antes de terminar de hablar, me levanté y caminé hasta situarme detrás de él, con el fin de ver qué estaba dibujando.

Efectivamente, una "yo" a lápiz aparecía en el papel. Las sombras estaban perfectamente colocadas, los trazos eran perfectos y suaves. Me veía con el ceño ligeramente fruncido, con un papel en la mano y un bolígrafo en la boca. Mostraba un escote más abierto de lo que verdaderamente tenía, y de hecho en el dibujo me veía mil veces más sexy que en la realidad.

-Oye Rohan... yo no me veo así de linda- le dije.

-Así te veo yo- respondió distraídamente. Acto seguido, pareció notar lo que había dicho, ya que se sentó recto y dejó de dibujar.

-Eres una ternura- le susurré, pegando la boca a su oído -. Y adoro provocarte...- añadí, mientras le daba un beso en la mejilla.

-¡Agh, no puedo trabajar así!- gruñó, levantándose con rapidez y encaminándose a la salida a pasos agigantados -. Saldré a caminar- agregó.

-¿Necesitas bajar tu... "calentura"?- le pregunté, mordiéndome el labio inferior provocativamente.

Él no contestó, y simplemente se marchó dando un portazo.
Podía tomármelo como una broma, pero la verdad era que me halagaba bastante que él me viera de esa forma, tan linda y sensual...
Regresé a mi labor, mientras pensaba en lo que acababa de pasar con el cabeza verde...

Time skip

Estuve leyendo durante tanto tiempo que mis sienes dolían a horrores, y mis ojos estaban más secos que chuchi de vieja...
No fue hasta que me levanté para ir a la cocina a beber algo que me di cuenta de que la noche había caído. Miré por la ventana y vi la luminaria encendida, y me pregunté por qué Rohan no había regresado todavía.

Sangre, tinta y un poco de romance [Rohan×Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora