Sangre, tinta y un poco de romance [Rohan×Reader]

Cap. 16: Tiempo de decir la... ¿verdad?

-¿De qué enfermedad está hablando?- preguntó Rohan, mirándome directamente.

Mi hermano me observó con expresión confundida, mientras yo buscaba las palabras correctas para intentar explicarle mi situación a Rohan (tratando de no darle a entender que me aquejaba una enfermedad mortal).

-Eh... bueno...- comencé, pero me había puesto tan nerviosa que no sabía ni qué diablos estaba balbuceando.

-¿Y bien?- esta vez, la pregunta de Rohan fue dirigida a mi hermano.

Akemi se acomodó los lentes, y luego de soltar un largo suspiro, se levantó de su asiento.

-Creo que (T/N) es quien debe explicarte esto. Yo tengo que pasar al baño un momento, ¿dónde queda?- soltó.

Rohan le indicó dónde estaban los servicios, y mi hermano se marchó. Genial, el muy cobarde había huido y me había dejado sola con el peliverde. Rohan volvió a mirarme, exigiendo la respuesta que yo me negaba a darle.
Ya no había forma de reparar la situación, no me quedaba más opción que contarle sobre mi maldita enfermedad.

-Hace un tiempo, se me diagnosticó una enfernedad... un tanto seria- comencé, evitando dar muchos detalles -. Los médicos no pudieron decir concretamente qué estaba causando esta enfermedad, por lo que tampoco tengo mucha información sobre ella. Eso es todo.

Rohan alzó una ceja, y procedió a preguntar.

-¿Estás en tratamiento?

-... Algo así. Pero no necesitas preocuparte por eso, ¡estoy completamente bien!

No me hace falta decir que Rohan no parecía creerme una palabra de lo que dije. Su expresión, además de preocupada, se veía un tanto enfadada.

-No entiendo por qué no me dijiste nada de esto antes, (T/N)- soltó, tratando de mantener un tono neutral de voz.

-No necesitabas saberlo, de cualquier modo. Ya te dije que no hay nada de qué preocupa...

Antes de que pudiera terminar la frase, mi hermano regresó del baño. En ese mismo momento, Rohan se levantó de su asiento con un brusco gesto.

-Debo ir a mi estudio, tengo cosas que hacer- soltó él, sin cruzar miradas con nadie.

-Espera, no puedes ponerte a trabajar... ¡acabas de volver del hospital!- le dije, tratando de frenarlo.

Pero, obviamente, no hizo caso a mis palabras. El peliverde pasó junto a Akemi sin abrir la boca, y marchó escaleras arriba.

-Bien hermano, felicitaciones...- resoplé, dejando caer pesadamente mi cabeza sobre la mesa.

Akemi tomó asiento delante de mi y se arregló los anteojos.

-No es mi culpa que tú no le hubieras dicho nada. (T/N), tu enfermedad no es algo que puedas tomarte a la ligera. Ese muchacho debería estar bien informado sobre los riesgos que corres, de otra forma, no podrá ayudarte cuando lo necesites- razonó Akemi, tan sabelotodo como siempre.

-Agh, ya no me estés sermoneando...- me quejé.

Era grandioso tener a mo hermano de vuelta... Lástima que apenas llegó y ya causó una revuelta en la casa...

Time skip.

Estuve charlando com Akemi durante largo rato, y en todo ese tiempo Rohan no volvió a asomar la cabeza por el piso de abajo.
Pasaron las horas, hasta que la tarde dio paso a la noche.

-Será mejor que me vaya antes de que se haga más tarde...- dijo Akemi, levantándose de su asiento.

-¿Dónde vas a quedarte?- indagué, un tanto preocupada.