Sangre, tinta y un poco de romance [Rohan×Reader]

Cap 19: ¿¡Fuego!?

Me acababa de confesar ante Rohan; había abierto mi corazón (y mis piernas...) y me había atrevido a decirle lo que sentía por él... Y unos golpes a la puerta principal habían arruinado el momento antes de que él pudiera darme una respuesta.

-Iré a ver quién es. Luego... luego seguimos hablando- me dijo Rohan, marchándose rápidamente en dirección a la puerta.

No me atreví a mirarlo al rostro cuando pasó a mi lado, mantuve la vista clavada en el suelo intentando que no se notara demasiado el color bordó que presentaba mi rostro.
Una vez que Rohan se fue, me dispuse a hacer lo propio y correr a ocultarme en mi habitación. No quería volver a dar la cara en mi vida después de lo que acababa de pasar.

Pero cuando iba camino a la escalera, escuché una voz conocida que llamó mi atención. Me detuve en el rellano y espié hacia la puerta, tratando de divisar al dueño de aquella voz.

-¡Vamos! ¿O vas a decirme que te asusta una inocente apuesta?

¿Apuesta? No quería entrometerme, pero en lo que a mi concierne, las apuestas por dinero realizadas en casas particulares suelen ser ilegales... y si no me equivoco, yo SOY policía...

-Está bien, si lo que quieres es perder todo tu dinero- contestó Rohan.

Estaba a punto de acercarme para intervenir, cuando noté que Rohan caminaba de vuelta al interior de la casa, seguido por...

-¿¡Josuke!?

-¿¡(T/N)!?

Los dos hablamos al mismo tiempo, en el momento en que nuestras miradas se cruzaron. ¿Qué hacía él aquí, tratando de realizar apuestas con Rohan?

-¿Ustedes dos... se conocen?- el peliverde me miró, y luego devolvió su vista hacia el invitado.

Ninguno de nosotros se atrevió a contestar a eso.

-Ehh, no sé qué se traen ustedes dos entre manos, pero no quiero ser parte de eso...- comencé, retrocediendo hacia la escalera -. Josuke, ha sido un placer verte... y hasta luego...

Y diciendo eso, me apresuré a subir, de dos en dos escalones.
Josuke realmente parecía perplejo al verme, y mi actitud debió haberle parecido aún más extraña.
Pero, considerando la situación que yo acababa de vivir con Rohan (sí, mi declaración fallida de amor... lo repito por si ya lo habían olvidado), no me sentía demasiado animada como para mantener una conversación con Josuke y el peliverde. Además, prefería no meterme en su juego de apuestas.

Marché directamente a mi habitación. Decidí que aprovecharía mi momento de soledad para seguir trabajando un poco en mi caso, y me dispuse a reunir todos mis papeles. Por supuesto, apenas logré concentrarme en lo que tenía en frente. Mil pensamientos rondaban mi cabeza, y la curiosidad por saber qué era lo que los otros dos estaban haciendo escaleras abajo era casi incontenible.
Estuve a punto de bajar nuevamente para husmear, pero a duras penas logré contenerme. Me enderecé en mi asiento, y observé todos los papeles que se encontraban esparcidos sobre mi escritorio. Intenté concentrarme, una vez más, sin éxito.

Resoplé sonoramente, con notorio fastidio, y con exagerada fuerza dejé caer mi cabeza sobre los papeles. La madera del escritorio emitió un sonido hueco ante el contacto.
Me quedé así un largo rato, divagando entre mis pensamientos. No pasó demasiado tiempo hasta que el sueño me reclamó, y acabé quedándome dormida en una horrible e incómoda posición.

Timé Skipé

Desperté sintiéndome un poco extraña. Estaba mareada, pero no se sentía como el mareo que generalmente me provocaba mi enfermedad. Me faltaba el aire, y el ambiente se sentía pesado.
Y había cierto olor invadiendo el sitio, colándose en mi nariz. Pero aún no podía identificar qué era...