Sangre, tinta y un poco de romance [Rohan×Reader]

Cap. 15: ¿Sorpresa doble?

Había regresado del hospital apenas ayer, por lo que me habían permitido tomarme unos días del trabajo para "recuperarme".
De cualquier modo, apenas  había tenido tiempo para descansar, considerando que Rohan estaba a punto de regresar y yo había tenido que acomodar toda la casa...

Esa mañana me desperté temprano, dispuesta a ordenar algunas cosas que faltaban y a preparar un "pastel de bienvenida" para el peliverde. Claro que con "preparar" me refiero a que fui hasta la pastelería más cercana para comprar uno... ¡No juzguen! La cocina se me da horrible, podría haber prendido fuego la casa si intentaba hacer el maldito pastel.

Pasado el mediodía, me encontraba retozando un rato sobre el sofá de la sala, cuando un llamado en mi móvil me alertó. Pensé que podía tratarse de alguien del trabajo (o algo relacionado con mi caso), por lo que me apresuré a contestar.

-Detective (T/N) (T/A) al habla- dije.

-¡(T/N)! ¿Cómo te encuentras?- preguntó una conocida voz.

-¡Ah, Tomoko! Que sorpresa que llamaras...

-Sí, quería preguntarte cómo te sentías... y quería saber si podías darme tu dirección.

-¿Mi dirección?

-Sí niña, dónde estás viviendo. Debo llevarte unas cosas...

Me parecía sumamente sospechoso que Tomoko me estuviera pidiendo mi dirección..

-¿Debes traerme cosas? Bien, ¿tienes algo para anotar?

Le di mi dirección, y Tomoko tomó nota de ella. Me pregunté si Josuke tendría algo que ver en esto, pero descarté esa hipótesis. Josuke seguramente ya sabía dónde quedaba la casa de Rohan, no habría mandado a su madre a que me preguntara a mi...

Time skip.

Pasada mi llamada con Tomoko, me dispuse a esperar la llegada de Rohan. No pasó mucho hasta que oí un vehículo detenerse frente a la entrada. Me asomé por la puerta, y vi a Rohan saliendo de un taxi.
Me apresuré hacia donde se encontraba él, y le propiné un descarado abrazo, cosa que dejó completamente perplejo al peliverde.

-W...wow... no me esperaba una recepción tan cálida de tu parte- dijo él, sin atreverse a devolverme el abrazo.

-Te ayudaré a entrar tus cosas- le dije, mientras lo soltaba y me dirigía a sacar las cosas del taxi.

-No es necesario, puedo hacerlo yo...

Haciendo caso omiso de sus palabras, tomé los bolsos del peliverde y los llevé dentro de la casa. Él, mientras tanto, se encargó de pagarle al taxista lo que le debía.
Luego, Rohan entró a la casa. Yo había dejado sus bolsos en la sala, y había ido a buscar el pastel de bienvenida a la cocina. Cuando él ingresó por la puerta, le extendí el pastel al grito de:

-¡Bienvenido a casa!

Rohan permaneció en silencio por un instante, intercambiando su mirada del pastel a mí y viceversa.

-Vamos, ¿vas a aceptar el pastel o qué?- solté, frunciendo el ceño -. Se me están cansando los brazos...

-Lo siento- dijo él, tomando la bandeja  en sus manos -. Es sólo que me sorprendió bastante esta bienvenida... no imaginé que comprarías un pastel y todo.

-¡Oye! ¿Por qué asumes que lo compré?

-Eres horrible cocinando. Y este pastel se ve demasiado bien como para ser casero...

Crucé los brazos y resoplé con fuerza, haciéndome la ofendida.

-¡Ey, no te vengas a enojar ahora! De cualquier forma, aprecio el gesto...- murmuró él, apartando la vista.