XV. Reacciones

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La primera cita de ChanYeol y DoYoung fue memorable. Primero, fueron a comer a una pequeña tienda de ramen, donde el músico derramó un poco de salsa de soya sobre su camiseta blanca. DoYoung trató de limpiar la mancha, pero sólo logró que se esparciera más sobre la tela. Después de disculparse por milésima vez, invitó al más alto a dar una vuelta en bicicleta por el parque. Rentaron un par de vehículos de dos ruedas, y dieron un largo paseo, mientras charlaban. Era agradable sentir la brisa suave, bajo los moribundos rayos del sol. Ahí, ChanYeol se enteró de que DoYoung quería ser pintor, aunque trabajaba en una agencia de viajes. También supo sobre su alergia a las nueces y al pelo de gato. Lo cual era triste, porque de verdad amaba a los gatos, y no podía tener uno. Cuando el músico se cayó de la bicicleta, decidieron que era momento de ir a un lugar más tranquilo, así que terminaron en una pequeña cafetería, cuando el cielo comenzaba a oscurecerse.

—Fue una linda cita. Gracias, ChanYeol —DoYoung le regaló una sonrisa, mientras removía su café con la pequeña cuchara metálica.

—Tú sugeriste el paseo en bicicleta, eso es culpa tuya —respondió el músico. Intentaba enfriar su café, soplando suavemente sobre la superficie.

—Tienes razón... Pero, no hubiera sido divertido sin ti.

ChanYeol sonrió. Intentó no mirar al otro chico a los ojos. De verdad lo ponía nervioso.

—Aunque... debo decirte algo ahora, ChanYeol —el sonido de la cuchara chocando con los bordes de la taza, cesó—. La pasamos bien juntos, ¿no es así?

Los labios del músico se curvaron en una tímida sonrisa y asintió.

—Yo... no estoy buscando algo serio.

Sus ojos se encontraron. Había algo extraño en la expresión de DoYoung, como si no creyera en sus propias palabras. Pero, ChanYeol sí le creyó. La sonrisa creció en su rostro, era como un escudo que lo protegía del rechazo. Era la clase de sonrisa que decía: Está bien, yo tampoco quiero algo serio. Es bueno que estemos en la misma página.

—Bien. Me alegra que me lo dijeras. Creo que tampoco sería sabio de mi parte iniciar una relación. Estoy muy concentrado en mi maestría y mi trabajo ahora —mintió y llevó la taza a sus labios. En realidad, sintió un leve dolor en el pecho.

—Genial —DoYoung suspiró aliviado e imitó las acciones de su amigo—. Estaba un poco angustiado por esto. De verdad me gustas, ChanYeol. Creo que la pasamos muy bien juntos, así que podemos seguir divirtiéndonos, ¿qué dices?

—¿Te refieres a...

—Al sexo, me refiero al sexo —DoYoung dejó escapar una risa breve y volvió a tomar un trago de su taza—. A menos que tú no quieras, claro... También podemos salir de vez en cuando, y me puedes invitar a las bodas o a las fiestas de cumpleaños.

—¿Algo así como amigos con beneficios?

—Sí, supongo.

—¿Y no te molestarás si salgo con otras personas? —ChanYeol lo miró, levantando una ceja.

—No ¿Tú tampoco te molestarás si yo salgo con otras personas?

ChanYeol negó con la cabeza, aunque no quería hacerlo.

—Ahí lo tienes. Todo es perfecto ahora —la sonrisa de DoYoung era más honesta esta vez.

—Sí. Todo es perfecto.

***

El domingo al medio día, mientras ChanYeol acariciaba las cuerdas de su guitarra, recordó la noche que BaekHyun pasó con él. Tocó de nuevo los acordes de la canción que había interpretado para él, pero no pudo cantar. Cada vez que tomaba aire para hacerlo, sentía que un pequeño nudo se formaba en su garganta.

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