XXIII. El viaje (Parte 1)

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DoYoung sostenía el pequeño ramo de rosas blancas, que ChanYeol le había llevado como bandera de paz. El músico había recurrido a su mejor expresión de animalito tierno, para conseguir el perdón.

—No tenías que venir por mí. Pudiste haber llamado —DoYoung dijo serio. Aunque las flores ablandaron un poco su corazón resentido, el hecho de su novio hubiera pasado por él al trabajo, lo hizo sentir especial.

—Nunca he tenido una relación... Mm... seria —ChanYeol se rascó la cabeza—. Sé que no es un pretexto, pero espero que me comprendas. Puedo ser un gran imbécil. Pensé que sorprenderte en el trabajo sería algo que un novio haría.

DoYoung sonrío por fin. Acercó su nariz al ramo, para inhalar el dulce aroma de las rosas.

—Sí puedes ser un gran imbécil. Supongo que hay muchas cosas que debemos aprender el uno del otro... De verdad quiero que esto funcione, ChanYeol.

—Yo también —el músico sonrió de vuelta. Aunque su corazón estaba en otro lugar, su cerebro había decidido tomar las riendas de su vida. Era lo mejor—. Vamos a cenar algo, ¿sí? Después podemos ir a mi departamento.

—¿Vas a correrme?

—¡Aish! ¡Claro que no! —ChanYeol puso un brazo sobre los hombros de su novio.

Comenzaron a caminar por la calle recién iluminada. La noche comenzaba a caer en Seúl.

***

Unos días después, ChanYeol se encontraba preparando su maleta. DoYoung lo había llamado un día antes, completamente emocionado por el viaje a Australia. Aunque el músico no se encontraba en las mismas condiciones, fingió. SeHun se había encargado de llevar la invitación personalmente a la oficina de DoYoung. Al parecer, después de la fallida cita doble en la pizzería, se habían vuelto amigos. Aunque, su amistad todavía estaba en un nivel superficial.

[SeHunnie] Deben estar en el aeropuerto a las 3 am en punto.

Los últimos días, el demonio de la ansiedad antes de la boda había poseído a SeHun. Le mandaba mensajes de texto a su amigo continuamente, detallando las instrucciones para el viaje. Era como si no confiara en su despistado, olvidadizo y descuidado mejor amigo.

[ChanMarica] Es el quinto mensaje que me envía hoy, diciéndome lo mismo.

[SeHunnie] Sé que lo olvidarás. Si tengo que enviarte cien mensajes diciéndote que llegues a las tres en punto, entonces lo haré.

[ChanMarica] ¡No lo olvidaré! Mañana, a las tres en punto, en el área privada del aeropuerto, con mi traje y mi pasaporte. Todo está en orden, psicópata.

[SeHunnie] Juro por Dios, que si llegas un minuto tarde, te arrancaré los testículos con mis propias manos.

[ChanMarica] Si lo que quieres es manosearme, sólo dilo. No hay necesidad de ser tan violento. (emoji sonriente)

[SeHunnie] No juegues conmigo ahora. Estoy en una crisis de estrés. (emoji gritando).

[ChanMarica] ¡Vaya que sí! Pero, piensa en tu despedida de soltero. Te voy a emborrachar, amigo. Te olvidarás hasta de tu nombre.

[SeHunnie] No esperaba menos de ti, padrino. Recuerda. Mañana a las tres de la mañana en punto. Ya puedo sentir tus bolas en la palma de mi mano.

[ChanMarica] ¡Pervertido! (emoji sonrojado).

ChanYeol sonrió y puso su teléfono en la mesita de noche. Después de empacar ropa interior limpia, cerró la maleta. Llamó a la universidad para confirmar su ausencia por unos días, luego revisó de nuevo el itinerario que SeHun le había enviado. Llegarían a Australia el jueves al medio día, así que podrían pasear un poco por la tarde. En la noche, se llevaría a cabo en ensayo para la cena. El viernes era la despedida de solteros de ambos novios, en uno de los bares más costosos de Sydney, a lo cual ChanYeol rodó los ojos. Parecía que los Byun querían echar la casa por la ventana. ¿De verdad se sentían tan felices de deshacerse de su hijo? El músico frunció el ceño. Simplemente, no podía imaginarse a alguien detestando a BaekHyun. Él era tan hermoso, por dentro y por fuera. No pudo evitar suspirar. Movió la cabeza para ahuyentar esas ideas indeseables, pero su corazón dolía al ver la fecha de la boda: Sábado 18 de junio, a las dos de la tarde. El evento se llevaría a cabo en el salón más elegante del hotel, frente al mar. Después, la fiesta sería en un yate que la familia de SeHun había rentado para la ocasión. Todo sería perfecto para los novios. Aunque eso lo matara, él debía sentirse feliz por ellos.

***

ChanYeol podía empeñarse tanto como quisiera. Podía dar lo mejor de sí, para tratar de superar aquella situación. Pero, sin importar qué tan positivo fuera, estar en esa sala de espera era una tortura.

El área privada del aeropuerto era más lujosa de lo que se había imaginado. Era obvio, hasta le mismo presidente esperaba por su avión privado ahí. Ese día, viajarían solo los novios y los padrinos en el pequeño avión privado del padre de SeHun. Imaginar un vuelo de nueve horas con BaekHyun, MinSeok y DoYoung, era como tener una pesadilla estando despierto.

SeHun se había ido a supervisar los preparativos del vuelo con el piloto. ChanYeol lo maldijo mil veces, porque llegó a las tres en punto con DoYoung, eran las cuatro y aún seguían ahí, sentados en la cómoda y bien iluminada sala. BaekHyun tenía la cabeza enterrada en una revista, como si los artículos sobre cómo atraer a un hombre fueran lo más interesante del mundo. El músico sabía que no quería enfrentarlo, él no hablaría del beso nunca más. Aunque, era difícil no apreciar lo guapo que se veía el barista con aquella camiseta deportiva blanca y las bermudas azules. La chaqueta gris resaltaba sus lindos ojos. MinSeok se encontraba a su lado, sosteniendo una copa de vino espumoso. Es muy temprano para beber, ¿no?, pensó el músico. Pero, no pudo expresar nada, porque la mirada del chico rubio estaba clavada en él, como una antigua espada samurái. DoYoung, por su lado, miraba videos graciosos en su teléfono, y se inclinaba hacia él de vez en cuando para mostrarle. ChanYeol fingía una sonrisa y un poco de interés.

—Muero por un café —DoYoung guardó su teléfono en el bolsillo y miró a ChanYeol con una expresión suplicante.

—¿Quieres que traiga uno para ti? —el músico le sonrió, intentado ser el novio dulce y perfecto que cualquiera atesoraría.

DoYoung asintió, sonriendo brillantemente. El músico se inclinó para besar su mejilla rápidamente, antes de levantarse para buscar el café. BaekHyun había presenciado la pequeña escena de amor, y ahora miraba a DoYoung con veneno en los ojos. ChanYeol se percató de ello, pero no hizo nada, solo se fue a buscar el café a la elegante barra de comida al otro lado de la sala.

A las cuatro y media de la mañana, ya estaban ocupando sus asientos en el avión. DoYoung y ChanYeol estaban sentados juntos, justo detrás de SeHun y BaekHyun, ¡genial! MinSeok ocupaba un asiento al lado de ellos, como si fuera una especie de castigo. ChanYeol pensó que todos parecían tensos, menos SeHun, quien había rodeado a BaekHyun con sus brazos y besaba su frente a cada oportunidad. Él era el tipo con más suerte en el mundo.

Después de que la linda azafata les diera las instrucciones de emergencia y seguridad, el avión despegó. Todos se entregaron al dulce abrazo de Morfeo, todos menos ChanYeol, quien sentía que se sofocaba más, con cada respiración. 

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