Im/possible

XVI. Un beso de BaekHyun

El cielo nocturno era como una inmensa manta llena de estrellas que los cubría. ChanYeol miraba hacia arriba de vez en cuando, mientras caminaba despacio, con las manos metidas en los bolsillos. BaekHyun iba a su lado, mirando al suelo, como si analizara cada uno de sus pasos.

—Es una linda noche, ¿no te parece? —el músico se atrevió a mirarlo por un momento. Pensó que no era posible, pero BaekHyun se veía aún más guapo bajo la tenue luz de los faroles de la calle.

—Sí... supongo —respondió el barista, sus ojos echaron un rápido vistazo hacia arriba y después volvieron a dirigirse al suelo.

—Mm... Algo te molesta. ¿Está todo bien con SeHun?

—Sí. Yo, de verdad lamento darte tantos problemas. Es grosero, apenas nos conocemos y yo corro a ti, como si fueras mi refugio personal.

La voz de BaekHyun sonaba triste, y eso logró que ChanYeol se pusiera nervioso. Sus palabras llegaron directo a su corazón, que se saltó un latido, como un soldado que se equivoca al marchar.

—No me molestas. Ya te lo he dicho antes. Aunque, sé a qué te refieres, no tenemos mucho tiempo de habernos conocido. Pero, quiero que confíes en mí —el músico habló con honestidad, aunque sus ojos insistían en mirar las estrellas.

—Mi amigo llegará pronto de Alemania. Yo no tendrás que soportarme —Una pequeña sonrisa apareció en los labios del barista.

—Yo... —ChanYeol se detuvo. Su cerebro le ordenó que se callara. Pero, cuando BaekHyun se detuvo junto a él, mirándolo con un poco de sorpresa, no pudo contenerse—. Me gusta que vengas a mí, BaekHyun.

Sus ojos se encontraron. En medio del silencio, se enviaron mensajes confusos con la mirada.

—¿Lo dices en serio?

—Sí.

Y ChanYeol se atrevió a tocar a ese pequeño ángel que lo miraba con intensidad. Puso su mano temblorosa sobre la mejilla del más bajo, mientras su corazón palpitaba furiosamente dentro de él. Por un breve instante, pudo sentir cómo BaekHyun se apoyaba sobre su palma, pudo sentir ese dulce calor que emanaba de él. Entonces, el músico lo soltó, como si quemara, como si el infierno se abriera bajo sus pies para tragarlo.

—Sólo... Sólo quiero que seas feliz, BaekHyun —declaró, y comenzó a caminar de nuevo, guardando sus manos en los bolsillos otra vez—. Hazme un lugar en tu lista de amigos, ¿sí? Además, cuando te cases con mi amigo idiota, serás como mi hermano.

ChanYeol sonrió, pero había un gusto amargo en su boca. Las palabras que había dicho lo envenenaron un poco. BaekHyun le regresó la sonrisa, esta vez era más amplia, más hermosa.

—Sería lindo... tener un hermano —los ojos de BaekHyun regresaron al suelo un vez más, pero la sonrisa se mantuvo intacta en su rostro—. Ya te conté que no soy muy cercano a mi familia, así que sería lindo rodearme de personas buenas y agradables como tú.

—No lo entiendo. Tú eres... increíble. Quizá tus padres sólo quieren que conozcas el mundo.

—No, ChanYeol. Ellos, de verdad quieren mantenerme lejos. Hay... situaciones que no quieren enfrentar. Ellos... —BaekHyun hizo una mueca—. Ellos, están avergonzados de mí.

—¡¿Qué?! ¡Eso no puede ser posible! —ChanYeol bufó y se detuvo de nuevo—. ¿Es porque eres gay?

—Entre otras cosas...

—Pues, lo siento pero, tus padres son unos tontos. No hay nadie en el mundo más maravilloso que tú. Eres guapísimo, dulce, simpático, inteligente. Eres humilde e independiente. Tu sonrisa es lo más hermoso que he visto en mi vida. ¡Es una tontería! —ChanYeol iba a empezar a reír, pero, el peso de las palabras que acababa de decir, cayó sobre él de pronto.