Im/possible

XIX. Preparativos

En un salón lleno de notas musicales disonantes, ChanYeol se encontraba con la mirada perdida en los altos árboles del jardín de la universidad. A través de la ventana, podía ver una que otra ave que se posaba en alguna rama por un momento, solo para emprender el vuelo otra vez. Les había pedido a sus alumnos que practicaran con las flautas transversales. Era ridículo, claro. Un salón de clases común y corriente, no era un buen espacio para llevar a cabo tal actividad, pero los chicos no reclamaron. Se limitaron a tocar diferentes melodías con sus instrumentos, lo que dio como resultado, un mar de sonidos sin sentido.

Pero, eso reconfortó a ChanYeol. Era como escuchar sus propios pensamientos caóticos, como traerlos a la triste realidad en la que vivía. No podía dejar de pensar en la invitación. DoYoung le había mandado mensajes toda la mañana, pero él no estaba de humor para responder con ternura o amabilidad. Sólo pudo decirle que estaría ocupado con varias clases.

Sin embargo, a la hora del almuerzo, mientras el músico comía una sopa en la cafetería, su teléfono sonó nuevamente. SeHun lo estaba llamando. Por un momento, pensó en ignorarlo, no quería hablar con él. Pero, el brazalete que colgaba de sus muñeca, le recordó la promesa que se había hecho a sí mismo.

—Hola —respondió al fin, colocando la cuchara dentro del plato.

Oye, tonto, ¿por qué no respondías?... ¿Estás ocupado?

—No. Estoy comiendo en la cafetería.

Bien. Llamo para avisarte que esta tarde tienes la primera prueba para el smoking. También debo reclamarte porque no me dijiste que tienes un maldito novio.

—No sabía que debía informarte sobre cada decisión que tomo en la vida —ChanYeol suspiró. Debió suponer que BaekHyun se lo contaría.

Oye, se llama cortesía, idiota. Me interesa todo lo que pasa contigo, y más aún si tiene que ver con tu felicidad.

En momentos como ese, ChanYeol odiaba a SeHun. Porque se le ocurría ser dulce, porque actuaba como su mejor amigo, y él no podía dejar de sentirse culpable. Suspiró antes de responder.

—Tengo un novio ahora, supongo.

¿Supones? ¡Wow! Se nota que estás feliz (SeHun liberó una risa burlona).

—Es raro.

¿Es porque es un novio y no una novia?

—Por un lado. Y, bueno, no he tenido nada serio en un largo tiempo.

Tú no eres un cínico como yo. Mereces ser feliz con alguien. No importa si es un chico. Estoy feliz por ti.

ChanYeol sonrió brevemente, aunque SeHun no pudo verlo.

—Tú también mereces ser feliz, aunque seas un imbécil... Voy a intentarlo. DoYoung es increíble, así que vale la pena.

Quiero conocerlo. Si no le doy mi visto bueno, debes terminar con él.

—Eres un idiota —ChanYeol bufó antes de responder.

¿Por qué no lo traes a la prueba del smoking?

—No. No quiero involucrarlo demasiado todavía. Apenas estamos empezando, quiero ir poco a poco.

¿Lo llevarás a la boda?

—Quizá.

Sabes que pagaré los gastos de tu invitado, ¿cierto? Aunque, estaba esperando que llevaras a Yaya.