XXIV

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Narra Harry:

Ví a Alex andando a lo lejos y recordé mis primeros días aquí, cuando llegé queriendo ser el malote de la clase y ella me dijo que aflojara. Nuestro primer beso cuando ella se puso tan nerviosa que tuvo que irse, cuando me dí cuenta de que realmente estaba enamorado.

Todos esos pensamientos golpearon mi mente según me iba acercando a ella.

Por alguna razon, me había puesto a correr hacia ella, sin quererlo.

- Alex.- Ella se giró y cuando me vió empezó a andar más rápido.- Alex frena por favor.

- ¡Déjame!- La tomé del brazo haciéndola frenar

- Alex, necesito que me digas algo.- Agachó la cabeza y luego la giró bruscamente mirándome con rabia.

- Qué.- Tragé saliva y respiré hondo.

- Necesito que me mires a los ojos y me digas que no quieres estar conmigo, que no te mueres por besarme y por tenerme encima tuya, y te dejaré para siempre.- Su mirada cambió, ahora me miraba con dolor. La rodeé la cintura y la puse contra la fachada de una casa.- Contestame Alex, necesito saberlo.- Quizás es mejor no saberlo Harry...

Tardó demasiado, lo que en mi opinion, es algo bueno.

- N-No.- Una lágrima brotó de su ojo.- No quiero nada tuyo Harry. Nunca más.- La voz se le quebraba y estaba temblando.

- Esta bien.- Agaché la cabeza y la liberé de mis brazos.

Levantó una mano y acarició mi cara suavemente y me dió un beso en la mejilla, como despedida.

- Adiós Harry...- Alex se separó de mi y comenzó a andar.

Cuando la ví alejandose de mi, el corazón se me cayó al suelo.

Esperaba que no pudiera contestarme, pero jamás me había esperado un no.

Ahora había perdido a Alex por mis malas maneras.

Solo tenía ganas de gritar enfurecido y de salir huyendo de alli, pero no iba a huír de la realidad.

Me crucé de acera para no volver a hablar con Alex.

Tenía que hacer lo posible por tenerla de nuevo conmigo y lo iba a lograr.

Narra Alex:

Fué la palabra que mas me costó decir en mi vida, pero tenía que ser así, yo no podía volver a confiar en él.

Me alejé lo máximo que pude, pero cuando me giré Harry ya no me seguía. Menos mal...

Ví como un coche frenaba a mi lado con la música a tope asi que empezé a andar mas rápido.

El coche me seguía, y cada vez estaba más cerca de mi. Comenzé a sentir miedo.

- Nena, ven móntate, que te vamos a llevar a un sitio genial.- No quería mirarles, asi que seguí caminando.- Nena, vente, súbete venga.

Ya no sabía que hacer. Estaban con el coche a mi lado y por mucho que corriera, me alcanzarían de nuevo.

Escuché una puerta y me giré de golpe.

Uno de ellos se había bajado del coche y se acercaba a mi. Intenté correr pero otro me acorraló. No tenía escapatoria y nadie iba a salvarme.

- Ven nena, lo vamos a pasar bien.- Socorro.

- ¡Déjame no me toques!- Intenté zafarme pero me tenía acorralada.

Empezó a tocarme y a besarme bruscamente hasta que alguien le ordenó que me dejara.

- ¿Y tú eres?- Dijo uno de ellos remangandose la camiseta.

Dark. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora