Mi Querida Podrida Media Naranja.

E P Í L O G O

Natsu caminaba a mi lado agarrando de forma cariñosa mi mano. Según la matrona mi vientre no era notorio por lo delgada que era y que no tenía que preocuparme.

Eso no me tranquiliza a del todo pero era algo que explicaba el porque mi panza no salía aún.

El día estaba precioso y hoy me sentía tan bien, luego de ese día en el hospital mis exámenes fueron mejorando considerablemente hasta que se cumplió el mes. Volví a mi trabajo y Juvia se lanzó contra mi llorando y gritando.

Ese fue un reconfortante día de trabajo, mis empleados y mi equipo me habían hecho una fiesta por mi regreso.

Iba a controles semanales para que se asegurarán que mi embarazo no tuviera otro problema y ahora son mensuales.

Natsu y yo empezamos a vivir juntos hace una semana y debo admitir que es re confortable despertar con alguien a mi lado.

Los niños cruzan enfrente de nosotros gritando y riendo, Sonrió por instinto imaginando un futuro en el que yo y Natsu estábamos sentado a en unas bancas observando a nuestro hijo o hija correr con sus amigos.

Natsu me mira y besa mi mejilla - Iré a comprar algo ¿Quieres algo?

- Una botella de agua - Le Sonrió.

Natsu asiente y le doy un beso casto en los labios. Natsu se pierde entre las personas que iban por el parque y yo me dedico a ver los niños correr de ahí para allá sin dejar de acariciar mi vientre en movimientos circulares.

Frunzo el ceño confundida cuando aparecen mis amigos y los de Natsu corriendo a mi alrededor con unas mantas creando una barrera de mantas blancas.

Pétalos blancos de rosas caen sobre mi cabeza y empiezo a reír ¿Que esta pasando? Las telas caen al suelo y frente a mi todos estiraba un extenso y hermoso cartel que decia;

Lucy. ¿Quieres ser mi esposa?

Me doy vuelta y veo a Natsu arrodillado frente a mi con una caja de terciopelo rojo abierta, dejan ver un hermoso anillo de oro con nuestra iniciales talladas.

- Lucy Heartfilia, eres la mujer más terca y hermosa que se metió a mi vida desde mi adolecencia. Al principio pensé que eras como las demás, pero me di cuenta que no - Sonrió - Quería que cayeras a mis pies, que jugaras mi juego para poder escribir tu nombre en mi extensa lista. Que equivocado estaba - Río, al igual que yo - A pesar de que quería que cayeras a mis pies yo termine cayendo a los tuyos, adorando cada parte de tu ser a tal punto de jamas poder olvidarte.  - Hizo una pausa - Los años que no estuve contigo fueron un infierno y no hadbia día que no pensara en ti. Por eso, quiero asegurarme que no se volverá a repetir, porque quiero ser complemente tuyo como tu mía.¿Me darias el honor de ser tu Podrida Media naranja ?

Me Lance a sus brazos sin esperar, abrazandolo con fuerza y besando cada parte de su rostro - ¡Si, si si! - Pero me separe - Solo si, - Me miro a los ojos - Solo si, tu me dejas ser tu Podrida Media naranja.

- Siempre.

Ese fue solo el comienzo de mi verdadera historia, esa historia que termina en un final feliz.

Con el tiempo Laxus y toda mi familia se entero de mi embarazo, se hizo oficial.

Le Sonrió a la tumba frente a mi - Hola mamá.... - Suspiro - Hace tiempo no hablamos, pero creo que te emocionaras por la noticia que te daré... Pero espero que estés orgullosa de mi, de mis logros, de la familia que logre construir. Espero que estés bien en el lugar que estés... - Sonreí con melancolía - Nuevamente, espero que estés orgullosa de mi, y de tu nieto... - Hable acariciando mi gran panza - Pero quizás Natsu se valla de cabeza esta vez, porque hace poco me hicieron una grata sorpresa...-Río - Natsu, mi pareja, al parecer dio al dos por uno....

- ¡Vamos Lucy! ¡Llegamos tarde! - Grito Juvia.

- Nos vemos mamá, te quiero - Le Sonrió. Miro a su lado la tumba de mi padre, suspiro con pesar y luego Sonrió - a ti también papá, te quiero y te perdono - Y sin más, me voy dejando atrás todo aquello que me atormentaba, abriendo una página en blanco para empezar la con mis hijos, y con Natsu, para empezar a escribir la historia de mi nueva vida.