Capitulo 19

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Al día siguiente llegue con ojeras al trabajo, ojeras bien escondidas bajo el maquillaje. No me podía concentrar en nada y cada vez que me distraía sentía la tristeza volver a abordar mi pecho.

Pegaste varias veces en llamar a Natsu suplicando que se aleje de mi vida, que me deje de una vez por todas pero cuanto estaba apunto de marcarle me arrepentí y dejaba el teléfono a un lado.

Me levanto de mi escritorio, estaba desestabilizada, y odiaba estarlo, no podía mostrarme débil ni doblegar ante nada y viene Natsu y derrumba Togo con una sonrisa. Es tan injusto.

Camino recta hasta la oficina de Juvia donde torii tres veces antes de entrar, cuando recibo una afirmativa entró y cierro tras mis espaldas.

- Juvia - Saludo - Hoy me retírate, no me mm cuento muy bien - Dejo unos informes sobre su escritorio - Necesito que revises estos informes y diseños y malana me hagas saber tu opinión de cada uno.

- Si, ningún problema - Juvia se levantó -  ¿Puedo saber por qué ?

- Solo no estoy bien. - Afirmó. Me arreglo el saco y quito el cabello de mi rostro - Nos vemos mañana. - Salgo de su oficina taconeando, agarro mis cosas y vuelvo lo más rápido que otros a casa.

Enseguida me coloco mi pijama y me envuelvo en una sabana, camino por la casa hasta llegar al sofá donde me acuesto mirando el televisor.

Encuentro una película y justo cuando iba a empezar la puerta suena. No me quiero levantar así que dejo que golpee pero persiste. Me levanto a regañadientes y abro la puerta.

Natsu estaba parado ahí, con los cabellos desordenados y la respiración agitada - ¿Que carajos te paso? - Pregunto confundida.

-Me enteré que estabas enferma... Y quise venir a verte... - dijo sin aliento.

- ¿Y corriste? - Pregunto incrédula.

- Pues - Sonrió - Si.

Lo miro con ojo crítico y finalmente decido dejarlo pasar, corrió quizás desde donde estaba hasta mi hogar y dejarlo seria de mala educación. Claaaro, solo por eso.

Lo invito a sentarse en el sillón mientras to le traía algo para beber. Cuando volví el ya estaba acomodado.

Me sente a su lado entregándole su bebida, me hago bolita en mi lugar y sigo viendo la película, el calor de la manta me trae tranquilidad y lentamente voy cediendo al sueño.

Cuándo abro los ojos al sentir que estaba apoyada en algo, me di cuenta que los brazos de Natsu me rodeaban brindandome una mejor comodidad.

Solo por esta vez..

Pienso, me relajo totalmente y nuevamente caigo dormida encantada por su agradable olor.

Mi Querida Podrida Media Naranja. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora