Mi Querida Podrida Media Naranja.

Capitulo 28

>:D muajajajalafjajaj x2

Tome mi maleta y llame al taxi, el cual llegó enseguida, mis manos sudaba y por primera vez en mucho tiempo no podía pensar, estaba en blanco.

Aborde el avión con la boca seca, sintiendo los mismos mareos que el vuelo de venida.

Mis manos sudaban y las restriegaba en un movimiento constante, ¿Que pasaría ahora? Habían tantas posibilidades de que pueda perder al bebé, el doctor me lo había dicho ya que volví al siguiente día, los primeros meses eran los más peligrosos para el feto y en mi caso aún más ¿Como quiere que no me estrés después de lo que dijo?

Toque mi vientre, plano y sin ningún rastro de barriga. ¿Y si termino como mi madre o mi padre? No me perdonaría darle el mismo trato que ellos lo hicieron en mi, pero por otro lado se mantenerme sola, sin ningún parásito de por medio, pero el hecho de que crezca algo dentro de mi... Me da miedo.

Se que tengo a Natsu, pero esto es un paso muy grande en nuestra relación, ¿Y si no quiere vivir con esta cría? ¿ Y si - Disculpe señorita, ¿Necesita algo?

- Si, quiero una copa de vino - Casi me doy un golpe - Perdon, un vaso de agua, solo agua - La mujer se va.

Mejor tengo que calmarme, esto de pensar negativo es justo lo que el doctor dijo que no hiciera y es lo que más he hecho desde que desperté.

El vaso de agua llega y me lo tomo de un trago, sonriente le devuelvo el vaso a la mujer y luego me dedico a mirar por la ventana.

Estaba decidida, tendría a este bebé pase lo que pase, lo critica como jamás mis padres me criaron a mi y le daría todas las oportunidades que yo tuve pero con mi apoyo.

No me había dado cuenta que todo ese tiempo había acariciado mi vientre, con delicadeza y en movimientos circulares. Sonreí lentamente, quizás esto de ser madre no es tan malo como pensaba.

***

El avión aterrizó y me baje casi besando el suelo, las nauseashacbian desaparecido justo cuando mis pies tocaron tierra.

Llame un taxi y sin vueltas decidí ir a casa de Natsu, para poder conversar con el seriamente, quería saber su opinión ya, después de todo, el era el padre del monstruo que crecía en mi panza.

Me dedique a mirar por la ventana todo el viaje y cuando llegamos le pagué al conductor, me adentro en el condominio de Natsu arrastrando la maleta tras de mi.

A lo lejos veo su casa con dos figuras afuera de ella. Me alegro al ver a Natsu y apresuró el paso para poder abrazarlo, lo había extrañado tanto.

Pero me detengo en seco, ¿Es una broma? ¿Por qué me resulta tan Deja vú? No lo podía creer, mis ojos no daban crédito a lo que veía.

Lissana estaba hablando con Natsu, ambos reian mientras Natsu rascaba su nuca. Se despidieron cm un beso en la mejilla y justo cuando ella se dio vuelta ambas miradas calleron en mi.

Y yo....

Esta vez no espere a que me siguiera, solo corrí.