Lie ✦Kookmin✦

07

Cuando JiMin se fue, el pelinegro cayó en el sofá.

Hace bastante que no lo hacía con su pequeño hyung, por lo que se sentía feliz, pero esa felicidad era opacada por la culpa y el arrepentimiento que sentía.

¿Cómo podía hacerle eso a su novio?

Debía terminar todo con TaeHyung lo más rápido posible, aunque de ser así... ¿Qué cambiaría? Lo hecho, hecho estaba. Él había engañado a JiMin, el mayor amor de su vida, y ya no había vuelta atrás.

Solamente pedía que el rubio no se enterara, pero si igualmente no lo hacía, él tendría que vivir con la culpa carcomiéndole.

Aunque prefería aquello a que JiMin se alejara de él. No podría soportar no tenerlo cerca. Dependía demasiado de él.

Agarró su teléfono y le envió un mensaje a TaeHyung.

Tenemos que hablar.
17:56 pm

Le mandó directo, no quería alargar mucho las cosas.

TaeHyung.
¡Oki!
¡Estoy yendo para tu casa, así que hablaremos allí!
18:12

¿Qué? ¿Esto era una broma?

El pelinegro le respondió enseguida el mensaje, pero ahí sí que él castaño no le contestó. Luego de unos veinte minutos escuchó el timbre sonar, así que supo que no era una broma.

Maldita sea. Él quería terminar todo por mensajes, como todo el mundo hacía, porque sí, era un cobarde.

— ¿Qué haces aquí?— frunció el ceño cuando abrió la puerta.

— Te dije que estaba por venir... ¿No?— entró TaeHyung con una bolsa.— Traje brochetas de cordero, como a ti te gustan— le besó con rapidez, por lo que JungKook no pudo reaccionar.

— Ya comí— mintió mientras se sentaba a un lado de la mesa.

— ¿Ah si? Me tendré que comer todo yo entonces— sonrió y se sentó encima del pelinegro.

— TaeHyung, ve a otra parte a sentarte.

— ¿Por qué? Yo me quiero sentar aquí— hizo un mohín antes mover un poco las caderas, haciendo fricción con el pene del pelinegro.

— Tae...— se calló al sentir como el castaño comenzaba a mover más sus caderas.

— ¿Sabes qué? Mejor no comeré esto solo— dejó las brochetas de cordero a un lado.— Comeré algo mejor— dijo antes de pararse y sentarse de nuevo sobre la piernas de JungKook, pero ahora mirándolo a él.

— No TaeHyung, tenemos que hablar.

— Luego— dijo antes unir sus labios bruscamente con los del contrario.

JungKook trató de resistirse, pero el castaño no se lo estaba haciendo demasiado fácil.

Mierda, se odiaba y odiaba igualmente al mejor amigo de su novio.

El pelinegro lo apartó bruscamente.

— Esta será la última vez TaeHyung, después de esto no quiero que me vuelvas a buscar más— dijo firme. Ya no iba a ser como antes y el castaño se dio cuenta de aquello, por lo que mordió su labio inferior antes de volver a besar a JungKook.