Love Situation [JJ Project/Bnior]

30. Be with you

Jinyoung sonreía nervioso cada vez que el mayor volteaba a verle, ya habían dejado a Alice en su hotel e iban rumbo al apartamento del menor, en silencio oyendo la música que transmitía la radio.

Los puños de Jinyoung se apretaron sobre su muslo, tras haber ensayado muchas veces lo que deseaba decirle al mayor, las palabras parecían estancarse en su garganta.

—¿Te gustó conocer a mis abuelos?

—Son muy agradables —sonrió amplio el castaño sin dejar de mirar el camino. —Aunque estuve un poco sorprendido por el lugar, pensé que Alice haría su despedida en un club o algo así.

—Abu insistió en hacer una cena, quería algo íntimo, y como ella ama cocinar fue lo que terminó imponiendo para Alice.

—Es una mujer encantadora. —sonrió, pero esta pronto se disipó, habían llegado a su apartamento y por lo visto Jaebum no quería volver a su propio hogar ya que había bajado y miraba su teléfono con una sonrisa.

—Creo que querías hablar conmigo... Acepto un café junto a aquella platica.

—Yo... —suspiró largo y sonrió un poco cerrando la puerta del auto para acercarse a la entrada del edificio, mientras era seguido en silencio por el pelinegro.

Una vez dentro del hogar, Jaebum sonreía genuinamente al conocer aquel lugar, era pequeño, con blancas paredes, un sofá pequeño de dos cuerpos, el computador del menor sobre la mesa de café, frente a esta un televisor no muy grande y una puerta que seguramente daba al cuarto del castaño.

—Siento que sea pequeño, es lo que pude conseguir.

—No tienes que sentirlo, me gusta, es cálido —sonrió tomando la taza de café en sus manos. —ideal para el frío invierno.

Un sonrojo se apoderó de Jinyoung llevando su taza hasta la mesa, se acomodó en el sofá y dirigió su mirada al mayor. —Yo he querido hablar contigo todos estos días, Dios, y ahora no sé cómo hacerlo —rió con pesar, controlando el temblor en sus manos y las ganas de abalanzarse al mayor y besar aquellos labios.

—Tranquilo, no puede salir mal, solo respira, estás hablando conmigo, solo un chico normal.

—No eres para nada normal —rió un poco. —Eres casi el dueño de una compañía.

—Ahora solamente soy Im Jaebum, Un hombre de 27 años. —sonrió acercándose un poco más, llevando una mano al rostro del castaño, acariciando su mejilla.

—Está bien —sonrió cerrando los ojos, dejándose llevar por la caricia, mientras era acercado lentamente, y sus labios sentían aquel calor tan familiar, al igual que el cosquilleo en su estómago aparecía con más fuerza que antes.

El beso no tardó en subir su nivel, el sabor a café apenas se sentía, Jinyoung se sentía embriagado, el calor se apoderaba de él, al igual que el cuerpo del mayor se deslizaba a sobre él. Lentamente fue recostándose en el sofá, las manos de Jaebum se deslizaban por su cuerpo, haciéndolo temblar y erizar su piel ante el roce. Tras desprenderse de sus ropas, unieron sus cuerpos sin importar lo incomodo que podía ser aquel sofá para el castaño, su cuerpo solamente vibraba bajo el del mayor, uniéndose con cada embestida. Los gemidos eran suaves llenos de placer siendo acallados en la boca del contrario.

Sus cuerpos se perlaban, chocando con más ímpetu, Jinyoung se abrazaba con fuerza a la espalda del mayor, alzando sus caderas para darle mejor acceso, y recibirlo de igual forma, disfrutando de los golpes que el pelinegro daba en su interior. De su boca se escapaban repetidos sonidos inundados de placer, acompañados con el nombre del mayor.

—Ah~! Jae- Jaebum~! —repetía con cada embestida.

—Dios, JInyoungie, me encantas —gruñía el pelinegro, besando la piel expuesta del pecho del menor, dejando pequeñas marcas a su paso.

Jinyoung se abrazó con más fuerza al mayor, acercándose al mayor, mientras la fricción de ambos cuerpos estimulaba el miembro del menor. Su mentón se apoyó en el hombro de Jaebum susurrando: —Tu- tú me encantas... ¡Me gustas~... mh~! Qui-quiero intentarlo.

El castaño finalmente lo había dicho, finalmente había dicho todo lo que quería, la situación era diferente a lo imaginado, pero no por aquello menos sincera. La sonrisa en Jaebum no se hizo esperar, disfrutando abiertamente de como el menor le abrazaba y enterraba sus dedos en la piel de su espalda, empujándose con mas fuerza contra su cuerpo, demostrando que su orgasmo estaba cerca, moviéndose más rápido contra el castaño. Llevo una de sus manos entre ambos cuerpos, masturbando al menor rápido haciendo que este disfrutará, demostrándolo con sonoros gemidos y quejidos, mientras su abdomen se contraía, liberando su esencia sobre la mano del chico y manchando ambos cuerpos. El castaño se tensó, apresando el miembro del mayor en su interior, logrando así que las embestidas fueran más placentas para Jaebum, quien balanceaba su cadera hasta que el clímax llegó, dejando que su esperma llenara el preservativo que acostumbraba a utilizar.

Jadeantes sonrieron, uniendo sus labios en cortos y sonoros besos, manteniéndose unidos un par de minutos en silencio únicamente mirándose.

—¿Así que quieres intentarlo? —rompió el silencio Jaebum haciendo sonrojar al menor.

—Si, quiero... quiero estar contigo, aunque sea difícil... —susurró lo ultimo desviando su mirada.

—No será difícil, ya verás, todo saldrá bien —se acercó besando los labios del castaño.

—¿Pero si alguien dice algo? —cuestionó el menor preocupado.

—Pueden decir todo lo que quieran, no puedes vivir tu vida en base a las opiniones de otros, siempre habrá rumores de todo —sonrió acariciando la mejilla del menor. —Tienes que estar tranquilo.

Asintiendo con suavidad Jinyoung sonrió acariciando la espalda del mayor, recorriendo sus dedos por la columna de él, riendo al ver como un escalofrió se apodero de su cuerpo, volviendo a unir sus labios mientras el mayor salía de su interior.

—Vamos a la cama, quiero abrazar allí a mi ¿novio? —cuestionó Jaebum.

—Me lo estas pidiendo o afirmando —rió Jinyoung tomando la mano del pelinegro para guiarlo hasta el cuarto.

—Decídelo tú.

—Lo tomaré como una pregunta —rió besando los labios del mayor. —Así que, sí, soy tu novio —susurró sobre los labios del mayor, uniéndose una vez más en un apasionado beso, el cual los llevó a unir sus cuerpos una vez más, ahora en celebración por su nueva relación.