Capítulo 2

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Regla número dos para el estudiante de primer año: "Responder todas las preguntas del líder de las novatadas"

–¿Quién les permitió levantar la cabeza? ¡Mantengan la vista abajo!

Posiblemente, quien viera la escena, podría malinterpretarlo. Pero ese no era entrenamiento para soldados, sólo era una orden dada para los alumnos del primer año por Arthit, el líder de las novatadas. Su intención era buena, quería que absorbieran algo de vitamina D del sol del mediodía.

Si, exactamente esa era la razón. Ese era un día soleado, justo por la tarde, en medio del estadio de fútbol.

Los rostros de los estudiantes del primer año parecían estar quemados sobre las mejillas, el sudor les escurría por las espaldas. Pero los veteranos actuaban con plena indiferencia, con el propósito de intimidar más aun a los pobres novatos, castigados de rodillas en la hierba del estadio.

–¿A qué hora estaba programada esta reunión?

Un leve murmullo de voces silenciosas por parte de los estudiantes del primer año fue oído a través del estadio. Arthit no pudo resistir más el silencio y habló tan alto como pudo para todo el estadio:

–¡Hablen fuerte y claro! ¿A qué hora estaba programada esta reunión?

–Al medio día...

¿Creen que el campo de fútbol es pequeño, como la sala de reuniones que tiene su propio efecto de eco? ¿No conocen el dolor por el que tienen que pasar los veteranos? Los integrantes del equipo de bienvenida necesitaban beber limonada con miel para poder soportar el dolor después del entrenamiento. Pero, aunque la garganta los matara al hablar, los veteranos nunca hacían uso del micrófono ni del altavoz. Estaban dispuestos a mostrarles a los novatos el verdadero significado de actitud. Podrían perder la voz, pero su espíritu sería siempre lo que más destacaría de ellos. Por lo tanto, el que tenía que sufrir más era sin duda el líder de las novatadas, siendo él el responsable de enseñarles el orden a los novatos, su voz tenía que ser aún más alta, sin contar que él debía hablar más qué sus compañeros veteranos. ¿Quién dijo que era fácil actuar como un buen superior?
Arthit aclaró su garganta antes de gritar la siguiente pregunta:

–¿Ustedes saben qué hora es en este preciso momento?

Una vez más, se hizo el silencio, no hubo respuesta de los jóvenes novatos. Los veteranos comenzaron a enfadarse. Arthit, sin esperar un minuto más por la respuesta, continuó:

–¡Se acabó el tiempo, ya no aceptaré una respuesta! Voy a decirles exactamente qué hora es, justo en este momento son las doce con dieciocho minutos y cincuenta y siete segundos. Eso quiere decir que ustedes, novatos, están atrasados. Y nosotros, los veteranos, hemos estado aquí esperando por ustedes bajo el sol abrazador todo el tiempo que se retrasaron. ¿No saben cuál es el significado de responsabilidad? ¿Olvidaron sus cerebros en casa?

Arthit no quitó los ojos de los novatos que estaban acostados en la hierba, con la cabeza baja sin atreverse a moverse o a decir una palabra por miedo a ser la causa de su propia desgracia. Pero regañarlos era sólo el comienzo.

–Ya que esta es la primera vez, les daré otra oportunidad.

Los novatos respiraron profundamente, y continuaron en sus posiciones, de cabeza baja. La voz del líder de las novatadas se escuchó en alto y anunció nuevamente en el estadio:

–¡Voy a elegir uno de ustedes para que responda mi pregunta, y si él o ella no puede hacerlo, todos serán castigados!

El fuego en sus corazones se apagó tan rápidamente como este se encendió, la esperanza de los recién llegados había desaparecido.

SOTUS- El malvado veterano y el estudiante de primer añoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora