Capítulo 21

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Regla número veintiuno para el estudiante de primer año: "Los novatos tienen derecho a elegir"

Kongpob creía firmemente que estaba actuando como normalmente lo haría. Se puso una camiseta ajustada, una chamarra oscura, pantalones negros y unos zapatos hasta el tobillo. Vio su aspecto en el espejo para acomodar su cabello, y se repitió que no era por algo en especial. Al final se aplicó un poco de colonia Armani Acqua di Gio, sólo porque le gustaba ese olor. Únicamente por esa razón.

Ese era un día cualquiera.

Nuevamente, nada especial.

Kongpob se miró una vez más, y su sonrisa nerviosa le hizo admitir lo que había estado negándose toda la mañana.

Para él, ese no era un día común.

Kongpob se propuso ser especialmente cuidadoso, no sólo en su elección de palabras, sino en mantener la paciencia y buscar una forma de averiguar cuáles eran sus sentimientos. En realidad estaba un poco avergonzado mientras esperaba a Arthit frente al establecimiento en que acordaron encontrarse. Eran unos cuantos minutos antes de la hora acordada, y aun le quedaba tiempo para relajarse, pero aquello parecía una tarea imposible a pesar de que se suponía que esa era sólo una reunión amistosa para comprar un par de cosas.

Kongpob sacudió la cabeza, él estaba confundido por su nerviosismo. Estaba experimentando la misma sensación nerviosa de estar a punto de encontrarse con alguien con quien quedó para una cita. Y la situación era totalmente opuesta a eso.

Aunque, posiblemente había una explicación para su ansiedad. Esa era la primera vez que él y Arthit estarían solos de verdad, y en definitiva, el novato quería hacerlo todo bien para no hacer enojar a Arthit. Pero, antes siquiera de empezar, su plan pareció estar destinado al fracaso, porque tan pronto como Arthit llegó al lugar de encuentro él hizo una cara molesta, frunciendo las cejas apenas verlo.

—Lo siento si esperaste mucho tiempo, pero es culpa tuya por sugerir una hora tan temprana—, Arthit se quejó. Ni siquiera dándole al novato un saludo cordial antes de ello.

Kongpob miró a Arthit que había llegado con un aspecto agitado. Las once de la mañana no era para nada una hora temprana. Eso era casi medio día.

Arthit seguía con la cabeza agachada, recuperando el aliento. Cuando levantó la vista para ver a Kongpob frente a él, su boca se abrió y cerró al instante, arrugando los labios con molestia al ver la diferencia en la vestimenta entre él y el novato.

Arthit llevaba una camisa con la cara de Che Guevara, pantalones vaqueros y unos zapatos sencillos de lona. Kongpob pensó que Arthit vestía muy casual, con un aspecto relajado y cómodo. Y que en definitiva, se veía muy bien, tanto que no podía apartar sus ojos de él. Hasta que la voz de esa misma persona volvió a hablarle.

—Bien, ¿Y qué es lo que necesitabas comprar?—preguntó Arthit y Kongpob tuvo que volver en sí mismo para evitar tartamudear al hablar.

—Algo, pero quiero que me ayudes a elegir. —No había terminado de decirlo cuando una sonrisa boba se plasmó en su rostro. Kongpob estaba sonriendo, ante la idea de guardarlo en secreto. Así que sin muchas explicaciones llevó a Arthit con él a la tienda que tenía pensada.

El líder de las novatadas siguió al novato con cierto desconcierto en el rostro. En primer lugar seguía irritado por el comportamiento sospechoso y misterioso de Kongpob, en segundo, le molestaba el aura que 0062 emitía ese día. Una especie de sensación hipnotizaste al verlo.

Arthit sabía que Kongpob era atractivo, pero verlo vestido así, como modelo de portada de revista, le molestaba sólo porque los hacia ver como un príncipe acompañado de su esclavo. El líder de las novatadas frunció la nariz a la idea de que la gente pensara que el novato sólo iba con él para que le cargara las bolsas.

SOTUS- El malvado veterano y el estudiante de primer añoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora