Capítulo 3

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Regla número tres para el estudiante de primer año: "Obedecer las órdenes de sus veteranos"

–¡Nombre y número de estudiante!

–P...Praepailin, número 0744–dijo la chica de primer año con una voz temblorosa, ella tenía un aire asustado y sus ojos parecían que estaban a punto de llorar. Daba la impresión de ser muy miserable en ese momento. Su mirada asustada suavizó el corazón de Arthit, este no era tan cruel, por ello cambió su tono a un mejor que sonara con humor, pero aun manteniendo la misma expresión fría.

–¿Cómo puedo ayudarte?

–¿Puedes darme tu firma?

Ella entregó a Arthit un pequeño libro. Cada estudiante había recibido el mismo cuadernillo con la tarea de recolectar 1.000 firmas de sus superiores, incluyendo los nombres y números de estudiante. Esa era la orden de los veteranos. Arthit era un estudiante de tercer año y, por lo tanto, la joven también debía pedirle que firmara su cuaderno. Vestir la camisa con la marca de un estudiante de ingeniería superior, lo hizo un objetivo para los "cazadores de firmas". Aunque, pesar de ello, pocos tuvieron el coraje suficiente para acercarse a él para pedir su firma. Él estaba sentado en compañía sus amigos, y su grupo de veteranos que parecía más banda de criminales liberados que estudiantes de tercer año. Era increíble que una chica como esa no hubiera tenido miedo de abordarlos. Ella era muy hermosa, de piel blanca, baja estatura y con una bonita cara. Arthit decidió que era digna de su benevolencia.

–De acuerdo, pero antes de firmar tu cuadernillo, necesitas hacer algo por mí.

Claramente el término "cazadores de firmas" había sido dado con justicia, y ello no significaba que la tarea fuera una experiencia agradable. Ese también era un juego brutal. Más aún si se deseaba obtener un ejemplar tan raro como la firma del líder de las novatadas, sumado a esto se necesitaba hacer un esfuerzo extra para obtenerla. Por lo tanto, no había nada extraño en que el rostro de Praepailin se pusiera pálido. Ella se atrevió a preguntar:

–¿Qué debo hacer por usted?

La chica se asustó, pero ¿A que le temía esa belleza? Si Arthit era realmente agradable con las chicas nuevas y, sobre todo, si eran bonitas. Por lo tanto, la tarea para Praepailin no sería especialmente terrible, al contrario de lo que ella esperaba.

–Bien, lo que debes hacer es gritar lo siguiente, ¡Amo al super guapo de Arthit! tres veces.

–¿Cómo?

–¿Quieres que firme? ¡Entonces hazlo!

Los veteranos que estaban sentados en la mesa se rieron a carcajadas, Praepailin silenciosamente bajó los ojos.... ¿Qué hay de malo con su orden? ¿Por qué ella bajaba los ojos? Esa era la tarea más suave que podría existir. Una tarea especial para una chica particularmente hermosa. ¡Si lo hacía esperar por un largo tiempo, entonces cambiaría el método y le exigiría un beso!

–¡Vamos, apresúrate que todavía tengo que comer! ¡Estoy realmente hambriento!

Las amenazas son una motivación excelente, desde el punto de vista de Arthit, él mismo vio como la chica se sacudía del susto, pero ella continuaba en silencio. Cabe destacar que todo estaba ocurriendo en medio del comedor para los alumnos, justo al mediodía, por lo que alrededor había cientos de estudiantes de varias facultades.

Por supuesto, Praepailin tenía miedo de atraer la atención de todos, aun así, no tardo en comprender que no tenía elección alguna.

–¡Amo al super guapo de Arthit! ¡Amo al super guapo de Arthit! ¡Amo al super guapo de Arthit! – dijo Praepailin.

SOTUS- El malvado veterano y el estudiante de primer añoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora