La hija de Scooter Braun {Justin Bieber y tu}

Capitulo sesenta y nueve.

Observo por la ventana de mi habitación de hotel. Está por llover. Y le pido a dios que deje de hacerlo. 

Camino hacia el tocador, me observo en el espejo. Estoy peinada y maquillada para la ocasión. Me encuentro más nerviosa de lo que podría pensar.

Mi celular suena. Lo tomo entre mis manos, observando la pantalla. El nombre de París se muestra en ella y yo no dudo en contestar. 

-¿Hola?

Espero atenta a que mi mejor amiga responda. Escucho como desde la otra línea de escuchan pasos para después escuchar su voz. 

-¿Estad lista para esta noche _______? - Ella sabe que estoy nerviosa. En este tiempo que llevamos juntas, ella ha aprendido mucho sobre mí. Y lo agradezco. 

-Demasiado - Le respondo suspirando. -Es la primera vez que voy a conocer a todos y no sé cómo me callan a ver. 

Tomó un mechón de mi cabello entre mis manos. Nerviosa lo jaloneo tratando de no arruinar las ondas que me han hecho hace algunos minutos. 

-Estarás bien. Ellos te van a adorar tanto como tu padre. Además él nos ha dicho que tu abuela muere de ganas de verte. ¡Toda tu familia!

«Familia» hasta el nombre me aterra. Aún no los conozco, aún. Por qué hoy los conócete. Mi tío Adam se casa esta noche. ¿Era el tío Adam? Ni siquiera recuerdo el nombre.

-No es sólo eso París. Justin se va -Suspiro pesadamente tumbándole en la cama de mi habitación de hotel. -Y estará fuera unos cuantos meses. 

Se escucha una risita de parte de París.

-Ustedes me dan cosa. -Menciona una riendo. -En estas últimas semanas me he dado cuenta que no pueden estar lejos el uno del otro. Es un asco. Pero aun así me dan ternura. -Yo sonrió por su comentario quedándome callada para poder escucharla. -Pero si algo estoy segura nena es que ese rubio de tinte barato te adora con el alma. Tal vez él se valla de gira, pero te aseguro que te estará pensando más de lo que tú crees.

Me tranquilizan sus palabras, porque sí, muy dentro de mí sé que son verdaderas. 

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-¡Vamos ________! ¡Se nos hace tarde! -Grita mi papa entrando a mi habitación.

Me observo por última vez en el espejo. Sonrió sabiendo que sí Kimberly me viera estaría gritando como loca.

Me he puesto un vestido de gala, es rojo y llega hasta el suelo. Estamos en New York, que en estos momentos está haciendo un frío de los mil y un demonios. Así qué he decidió ponerme el vestido con mangas, pero como ha dicho París "¿Qué no te quieres ver sexy?" Por ese comentario decidí comprar un vestido Dolche que cuesta más que lo que mi madre gana en todo un año de trabajo.

-¿Podrías apurarte ___________? –Grita mi padre desde la planta baja.

Me miro por milésima y última vez en el espejo. Alzo bien la mirada y digo en un susurro:

“Estoy lista”

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Voy de la mano de mi padre, caminamos por el gigantesco salón de eventos. Estoy nerviosa, mis piernas  tiemblan y si no estoy mal mis manos sudan. Me siento mal, creo que vomitare, no todo menos vomitar. Alzo la mirada para ver a toda la gente reunida y esperando la llegada de los novios, oh dios mío ayúdame por favor.