11- en mis sueños

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11- en mis sueños


Artemisa camino hacia el aula donde había quedado con james. Eran las ocho de la mañana de un sábado, lo único que la hizo levantarse de la cama fue saber que tendría bromas gratis de sortilegios Weasley.

En cuanto llego al aula, james ya la esperaba allí. Estaba sonriéndole con una caldera adelante y varios ingredientes a su alrededor.

-pensé que no vendrías.

-pensé como dejarte plantada toda la noche.

- ¿así que estuviste pensando en mí? - artemisa noto que james tenía su mirada coqueta, aquella que conocían la mayoría de las chicas de Hogwarts.

-en cómo no verte

-pensando en mí, al fin y al cabo.

Ella no siguió la conversación. Si bien ellos siempre peleaban o se hacían comentarios así, artemisa sintió que estos no eran como siempre y prefirió dejarlo pasar antes que todo se tornara más raro de lo que ya era.

Artemisa empezó a enseñarle, y mostrarle, como se hacía la poción del hipo.

Estuvieron juntos durante al menos una hora donde artemisa solo daba órdenes y james las seguía.

- ¿puedo hacerte una pregunta?

-ya lo hiciste Potter. Ahora sigue removiendo hacia la izquierda. - dijo mirando como la poción tomaba un poco más de color, en menos de una hora debía dejarla reposando y solo deberían verse una vez más para darle los detalles finales.

-nunca pensé que podrías llegar a estar enamorada de alguien- y artemisa se frenó de golpe.

-no te incumbe.

James se quedó mirándola, realmente ella no hablaría de eso.

- ¿y los nuevos?

-haz la poción Potter.

-no estaría mal que hablemos.

-cuanto menos hables más rápido haremos la poción.

-el otro día parecía caerte bien. Pensé que podríamos ser amigos.

Y ella rio, hasta que james hablaba en serio. Por lo cual solo agarro sus cosas y salió del aula dejando a james detrás.

Ellos no podían ser amigos. Artemisa jamás había querido ser su amiga, james podía ser cruel cuando lo deseaba y sin duda era un bully hacia los slytherins. No podía decir que no se había impresionado ante lo dicho por el pelinegro, pero ¿amigos? Los amigos se cuentan secretos, los amigos confían el uno en el otro y ella no confiaba en james ni pensaba confiar en él. Solo debía mantenerlo a salvo, nadie le había dicho que ser amigos era parte del trato.

Camino pensando en aquello, no miro a nadie ni se molestó en mirar a aquello que la saludaban. Pensó en el entrenamiento, ese día entrenaban al menos unas dos horas donde ella no pensaría en la palabra "amigos" de james.

James fue junto a sus amigos luego de que artemisa lo dejo solo en aquel salón. No les dijo como artemisa se fue dejándolo solo, pero si les conto el cómo habían pasado aquellas dos horas juntos. James la miraba, estaba sentada en la mesa de los gryffindors, bastante más allá de james, estaba con el grupo de los nuevo y en una que otra ocasión se le salía una carcajada, pero james noto que cuando su hermano, Scorpius y nott llegaron ella se fue directo con ellos.

Pero negó con la cabeza y decidió ver a sus amigos, Frank hablaba sobre algún tipo de planta rara que su papa había comprado y Lorcan le decía para que animales servían.

Luego de un rato artemisa se paró, junto a sus amigos, y empezaron a caminar hacia el campo de quidditch. Leo iba junto a ellos, hablaba con albus sobre consejos amorosos, artemisa deseaba reírse, leo no era el adecuado para no estaba de buenas para hacer poner de mal humor a leo o para herirlo, el día le estaba pareciendo eterno.

Ya cambiados y en el campo de quidditch, se pusieron a practicar. Alex era más como el policía bueno mientras que artemisa era la que gritaba y aun así, siendo un misterio para mucha gente, la gente quería a artemisa. Quizás era el que siempre se podía contar con ella o la sinceridad de sus palabras.

-sanderson si no vas montar esa escoba como se debe te quiero fuera del entrenamiento- el chico de tez oscura asintió y trato de mejorar en sus técnicas.

El equipo estaba jugando un tres contra tres, artemisa veía que hacían. Los pases y las distintas cosas.

-Melbourse tienes a Potter esperando, pásale la pelota y deja de jugar solo.

Leo admiraba a su amiga, en realidad le recordaba a cuando ella entrenada en el campamento mestizo. Tenía una furia dentro suyo, como un demonio que sacaba a la hora de competir.

Leo vio al chico que se sentó a su lado. Este le sonrió y extendió su mano.

-soy james Potter. Enemigo de Lily.

Leo lo conocía e igual le estrecho la mano. Había escuchado muchas historias de él en el verano y cuanto artemisa lo odiaba y como siempre quería ganarle.

-leo Valdez, amigo de Lily.

Ambos se quedaron viendo como artemisa marcaba cosa, no fue hasta que giro a ver a leo que noto la presencia de james. Recién iban una hora de entrenamiento y cualquiera fuera de slytherin tenía prohibido ir a los entrenamientos.

Se acercó a ellos con la escoba y miro a james.

-fuera o hare que McGonagall no te deje jugar en el próximo partido- e iba enserio, no sabía como, pero lo conseguiría.

Pero james no se paró, solo se acomodó más.

-Potter va en contra de las reglas, fuera. -yo no sigo las reglas- la pelirroja miro al azabache, era cierto james era bromista y si el momento se lo daba rompía algunas reglas.

-o te vas o no te ayudo con pociones- el dudo, pero igual se mantuvo ahí.

-me iré solo si acepas una cita conmigo- artemisa quiso mirar a leo, pero en realidad, aunque lo mirara este no haría nada.

Ella sabía que él no gustaba de ella, él siempre la vería como su mejor amiga y eso es lo que más dolía. Enamorarse de alguien que jamás te amaría no debería pasar, no debería tu corazón estar en las manos que no te ama.

-no ese tipo de cita Evans- dijo james- no me interesas de ese modo, una de amigos.

-claro y tomaremos té mientras nos reímos.

-me sacaste la idea de la cabeza- dijo james, dándole una gran sonrisa- di que sí y me iré. Te dejare entrenar y jamás volveré. ¿trato?

-no, no somos amigos y no deseo serlo. Fuera de mi horario de entrenamiento porque juro por merlín que cuando quieras entrenar no podrás.

Ambos se miraron, por al menos un minuto hasta que james se levantó. Se estaba rindiendo lo que hizo a artemisa sonreír.

-algún día seremos amigos Evans.

-en tus sueños Potter.

James se rio, pero la vio una vez más antes de darse la vuelta.

-en mis sueños somos más que amigos, Evans.

¡oh No, Evans! (james sirius potter) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora