¡oh No, Evans! (james sirius potter) TERMINADA

epilogo

El velorio fue dos días más tarde, nadie hablo del tema, Artemisa había muerto. Aun cuando sabían que iba a pasar, ninguno estaba preparado para aquello. El torneo de los tres magos seguía, pero el colegio estaba de luto y fue durante su velatorio que la directora hablo.

-He tenido el placer de conocer a muchos niños, algunos increíbles y otros no tanto, Artemisa Lilliane Evans era una espina en el zapato la mitad del tiempo, metiéndose en problemas todo el tiempo y haciéndole bromas a cierto grupo de chicos, desde el principio supimos que nos traería problemas cuando su entrada fue con un gran saco de hagrid puesto por que se había caído al agua. Era una niña increíble, que amaba los animales y a sus amigos, por quienes dio su vida. Se caracterizaba por su ambición y determinación, pero sobre todo por amar a los suyos, por eso hoy con gran pesar tenemos que despedirnos de una de las almas más divertidas que este colegio tuvo en su último tiempo.

Leo miro la tumba de su amiga, pocas veces un semidiós podía ser enterrado de aquella manera, la miro por una última vez antes que varios magos apuntaran con su varita y el pozo se llenara de tierra.

James sirius Potter miraba todo a lo lejos, sin querer acercarse lo suficiente. Artemisa lo odiaba cuando murió, pero igual murió por ellos y aun así James sentía que le faltaba algo. Llevo las manos a su cara, vi como todos los grupos de estudiantes estaban yéndose en trasladores hacia el colegio nuevamente. El cuerpo de Artemisa descansaba en el mismo cementerio que Lily y James Potter. Se había decidido allí porque los magos de aquel lugar habían visto lo suyo como una buena acción.

James espero a que todos se fueran, a quedar completamente solo y ver aquello pedazo de piedra que tenía grabado el nombre de su amada.

"Artemisa Lilliane Evans

2004-2022

Es preciso que conserves el ánimo...Cuando llegue el tiempo suelta las fieras y el diablo mismo, pero hasta entonces tenlos encadenados, y, aunque no a la vista, siempre dispuestos.

-Charles Dickens"

James toco las letras y cerró los ojos con dolor. Ella no podía estar muerta, no cuando él la sentía justo allí, no cuando su historia apenas comenzaba, no podía ser este el final. Pero él tendría que aprender a vivir con aquello.

el mundo siguió y luego de su entierro todo siguió igual, los años pasaron y cada uno de ellos rehízo su vida recordando que en algún momento una chica con cabellera naranja estuvo ahí.

James entro al local y vio a su grupo de amigos. Leo fue el primero en saludarlo, aún conservaba esa sonrisa pícara y su pelo totalmente despeinado. Luego saludo a cada uno y se sentó junto a Travis Stoll.

Era otro año desde la muerte de Artemisa y como cada año ellos se juntaban y hablaban, no necesariamente de ella, pero de todo en general, por un día Artemisa estaba con ellos.

Leo aparto a James para hablarle.

-ella está en los campos de Eliseo. Nico me lo dijo, la vio, ella está bien, dentro de todo. Es feliz allá, Nico dijo que está tranquila y que por primera vez no vio sufrimiento en ella. - Leo le sonrió, pero James no le devolvió la sonrisa- Es algo bueno, algún día quizás alguno de nosotros vuelva a verla y haremos bromas en el mas allá.

- ¿su padre la mando allí?

-No lo sé viejo, el señor del inframundo tiene sus cosas, quizás vio que era su hija y decidió darle un mejor lugar, pero nunca lo sabremos.

James asintió y ambos volvieron a sentarse.

Y james solo podía pensar "campos de Eliseo" ahí es donde quería llegar y así quizás volvería a encontrarse con Artemisa, mientras tanto viviría su vida siendo el mejor jugador de quidditch y llevando el número 13 con orgullo.