39- Pijamada

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39- pijamada 

Cuando Artemisa llego a la enfermería estaba inconsciente y en los brazos de Jasón pero no hizo falta mucho para que mejorara más que un poco de una poción que la enfermera tenía guardada. Despertó a las horas, junto a Leo y Nico.

Luego de asistir a la enfermería para curar y vendar algunas heridas minnie los mando a dirección, no dijo nada y los dejo marcharse sin imponerles castigo si no que solo es dio una pequeña advertencia para el futuro. Los ocho semidioses se pararon en el inicio de la escalera y se despidieron. Percy acompaño a annabeth hasta su sala común, mientras que los otros se dirigieron a su sala común.

Leo, nico y artemisa se dirigían a la sala común de Slytherin. Los tres iban conversando de lo sucedido ese día y artemisa le había dicho a nico que sin duda él era uno de los semidioses más poderosos que ella conocía mientras que el como buen hermano mayor le decía que era la semidiosa más molesta que había conocido y así iniciando una guerra de empujones con los hombros entre los tres.

Cuando llegaron a la sala común, todos se quedaron viéndolos y todos aplaudieron por lo que habían hecho esa mañana los tres se quedaron sorprendidos por ello. Artemisa hacia poses de diva y saludaba como si fuera una de ellas y para su suerte leo no se quedaba atrás con eso de hacer el ridículo junto a su mejor amiga, el que si se quedó atrás fue nico quien dijo que se iba a dormir y que si hacían ruido les haría todos lo mismo que hizo con los monstruos y ahí fue cuando todos se callaron y decidieron irse a dormir.

Artemisa y leo se vieron por última vez antes de abrir la puerta al mismo tiempo y así adentrarse a su cuarto.

En la cama de artemisa se encontraba sentado un individuo, su pelo para cualquier lado y sus ojos cansados hicieron que artemisa sintiera pena por él.

Artemisa se acercó a james con cuidado y se sentó a su lado. Él fue el primero en hablar.

-estuve pensando todo el día en lo que paso- este tenía las manos soportando su cabeza mientras miraba a sus pies

- es normal, a muchos les pasa la primera vez que ven un monstruo- ella se quedó quieta en el lugar, no se animó a tocarlo

-ya te he visto matar uno antes, pero esta vez fue diferente- artemisa abrió la boca para contestar, pero luego la cerró, no tenía nada para decirle- tengo que decir que estoy sorprendido. Nunca dejas de sorprenderme.

Estaban tan cerca que podrían besarse y satisfacer los deseos del otro. Cada vez se acercaban más el uno al otro hasta que sus bocas se encontraron. Besar a james era como besar el verano, era cálido y agradable, era como el fuego que el sol soltaba, era ardiente y arrasaba con todo lo que pasaba haciéndote sentir una cantidad única de sentimientos. Mientras que besar a artemisa era como besar al invierno, al principio cada movimiento estaba estructurados, pero en los brazos de james el invierno podía convertirse en una primavera así artemisa dejaba de lado el pensar tanto y solo disfrutaba ese momento con james.

Eran como el fuego y el agua, completamente opuestos, pero se atraían entre sí. Aun cuando sabían que eran tan diferentes y pelearían por miles de cosas, algo en ellos les decía que eran lo que el otro necesitaba.

La sección de besos entre ellos dos iba haciéndose más apasionada y en los ojos de ambos podía verse la lujuria, pero ambos pararon cuando escucharon al prefecto de Slytherin gritar por el pasillo diciendo que debían estar todos acostados.

James miro a artemisa y está a él, era hora de que james se vaya. Él se aproximó a la puerta.

-Potter ¿te quedarías esta noche? -james le sonrió y se acercó a ella depositándole un beso en la frente para darle a entender que se quedaría, artemisa señalo al pequeño armario- en el último cajón hay ropa de los chicos.

Cuando james se cambió, artemisa ya se encontraba acostada. James se metió en la cama y la atrajo hacia él, rodeándola de sus brazos.

-el beso en la frente tiene muchos significados en las distintas culturas, pero en Grecia se toma como de protección- artemisa le da un pequeño beso en la frente a james y luego cierra sus ojos- gracias por quedarte conmigo esta noche james.

James estuvo toda la semana durmiendo en el cuarto con artemisa, aunque artemisa negaba tener pesadillas a la mitad de la noche ella daba pequeños grititos o se tiraba para atrás como si tuviera miedo. James trato de hablarlo con ella, pero ella negó cada cosa porque los hijos de hades no tenían pesadillas.

Artemisa asistía normal a sus clases, y parecía la de siempre, una chica que no le tenía miedo a nada y a nadie, seguía siendo la chica que podía estar riéndose en un momento y en el otro estaba seria y que si la hacías enojar lo pagarías y ni hablar de las pequeñas bromas, haciendo origamis de distintos animales para tirarlos por el aula o las pequeñas bombas fétidas. Pero por la noche, cuando nada más que james estaba con ella, los pequeños pedidos de ayuda llegaban, no se daba cuenta, solo en sus sueños era capaz de pedir ayuda.

Hogwarts empezó a llenarse de pequeños cupidos por todas partes, los cuales tiraban flechas y entregaban cartas, por todas partes podías ver a parejas besándose o personas llorando por los rincones. Artemisa se encontraba sentada con albus, scorpius y Alexander en uno de los patios de Hogwarts.

-lo llevare a comer y luego le pedí a Leo que durmiera en tu habitación - y ahí estaba el por qué era tan importante que artemisa escuchara.

- oh claro si, tu déjame a mí a Leo en mi habitación mientras tu procreas con el Weasley.

- ¿podrías tratar de no decir eso de mi primo mientras yo esté aquí?- albus estaba asqueado en solo pensar en su primo estando con alguien- no quiero saber lo que nott va a ser con mi primo, es algo que prefiero no enterarme nunca

Nott solo se rio de la inocencia de albus.

-solo no me hagas tía antes de lo pensado- aunque los cuatro sabían que era mentira y que biológicamente eso era posible- no me hagas darte la charla jovencito.

-paso-nott se acordó la charla que le dieron el año pasado en el colegio, el hijo de Flitwick ya los había traumado bastante. - no quiero volver a eso

Artemisa rio con fuerza.

-Está bien, aceptare a Leo, ya era hora de una pijamada. 

¡oh No, Evans! (james sirius potter) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora